Albert Boadella nos revela que los gustos y los tiempos de hoy no son demasiado propicios para la lírica.Pero él se ocupa de resucitar ese encanto y esa armonía musical.¡Viva la nostalgia!
Saioa Hernández es siempre una artista de gran inteligencia teatral, penetra y hace suya la psicología del personaje de Dolores, confiriéndole gravedad y un sentimiento de íntima ausencia que cristaliza en su gran escena del tercer acto.
Arteta volvía a pisar el Teatro de la Zarzuela para ofrecer un recital de romanzas y dúos de zarzuela, consciente de que su voz aún se estaba recuperando.Y es que el bache que le tocó sufrir no fue precisamente pequeño.
Konstantin Krimmel eligió dos universos complementarios en el campo del lied alemán como Schumann y Wolf, que integró satisfactoriamente con el acompañamiento de un pianista ya reconocido, el muy competente Ammiel Bushakevitz
Como en la célebre canción de Simon & Garfunkel, las aguas turbulentas en el seno de la Nacional parecen haber sido amansadas al menos temporalmente con este concierto donde se dieron la mano Maurice Ravel con el ballet 'Ma mère l’Oye', y Manuel de Falla con la versión de concierto de su ópera 'La vida breve'.
Los códigos estilísticos de 'Coppelia' favorecen por su misma idiosincrasia una reformulación o nuevo acercamiento desde el prisma de la era contemporánea, una nueva modernidad como en las décadas de los 20 y 30.
Amina, en vestido blanco distintivo de su pureza de novia, es asediada desde el comienzo de la representación por una legión de jóvenes bailarines con vestiduras oscuras que giran alrededor de ella, acosándola y dirigiendo sus movimientos por el escenario, cual alma exangüe.
El espectáculo transpira obsesión, sufrimiento interior del protagonista que llega hasta el desgarramiento y la extenuación, desde los dementes acompañantes del a su vez enloquecido Félix, que abren y cierran la estructura de la propuesta, con ese ambiente oscuro y tenebroso que evoca la risa callada y malévola que podrían emitir los endemoniados personajes de las pinturas negras de Goya, hasta los enérgicos taconeos y poses dancísticas del bailaor, que se manifiestan cual rebelión frente a la autoridad del maestro de baile en los ensayos del ballet español.
Pappano es un excelente preparador de climas y aquí, blandiendo su batuta ante sus efectivos reforzados para la celebración de la liturgia bruckneriana, consiguió adentrarnos conteniendo el aliento en la inquietud inaugural de esta 'Sinfonía nº 9'
El manejo de clímax y dinámicas fue modélico por parte de Peter Flor, cuyo impulsivo dinamismo corporal sobre el podio en los instantes trágicos de la condena eterna fue clave para inyectar tensión dramática durante toda la 'secuencia' del Requiem