Costa Rica
Lágrimas y suspiros
Andrés Sáenz

Entre los nueve compositores que figuraron en el programa (cuatro ingleses y cinco italianos), los de mayor rango eran, de los primeros, John Dowland (1563-1626); de los segundos, Claudio Monteverdi (1567-1643). De Dowland, el conjunto interpretó cuatro piezas instrumentales y dos canciones amorosas (Now, O now, I needs must part y Flow my tears); de Monteverdi, se oyeron cinco de sus Scherzi musicali, título que dio a varias colecciones de sus piezas vocales (Fugge il verno dei dolori; Che cess’ogni martirio; Dolci i miei sospiri; Lidia spina del mio core; O rosetta).

Grupo Ganassi
Fotografía © 2007 by Priscilla Mora
Fotografía © 2007 by Priscilla Mora
El joven tenor Olman Alfaro mostró voz templada en las canciones y, sin menoscabo del desempeño del resto de los integrantes del Grupo Ganassi, Kattia Calderón se distinguió en las flautas dulces, sobre todo en la pieza concluyente, Batalla de Barabaso, yerno de Satanás, de Andrea Falconieri (alr. 1585-1656)
Creo que un enfoque algo más didáctico convendría a este tipo de recital, máxime cuando la audiencia está formada mayormente por estudiantes. Claro, habría que evitar la pedantería y hacerlo en forma amena, de preferencia con base en un guión escrito, para evitar los titubeos y las trabas que afean las charlas improvisadas.
En el caso, hubiera sido interesante escuchar de qué manera los compositores y las piezas del programa guardaban relación con la Doctrina de los afectos, la principal teoría estética del barroco.
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