España - Valencia
Trazos, asimilaciones y contrastes
Lope de Osuna

Es muy probable que la música de las Tres piezas indonesias le fuera dictada a Halffter por la bailarina indonesia Seiko Sarina, tras su encuentro en Lisboa en diciembre de 1940. La obra, recuperada recientemente, es como un escaparate de melodías, ritmos y armonías lejanas, pero claramente filtradas por el sentido de la medida y del ritual de concierto occidental, lo que la hace más asimilable por nuestros oídos. El ritmo del grupo de percusión fue sólida base para interpretación de Carretero y Rentova, y la danza llena de fuerza y delicadeza de Panatan, Pulungan y Kim.
Dos continentes, dos ritmos
Decían nuestros mayores que la paciencia es la madre de la ciencia. Tras el descanso, la Canción de Sikanbang marcó el comienzo de la diferencia y la dificultad asimilativa confesada por algunos asistentes al concierto tras su celebración. Una dificultad tal vez similar a la que un hombre de negocios occidental tiene en sus primeros contactos con su correponsal oriental. Hay que saber que sus ritmos de expresión son diferentes; que, si queremos llegar a entenderle para llegar a un acuerdo, hay que asumir su tempo vital y expresivo. Sólo habiendo logrado esto -y aquí acaba la digresión-, seremos capaces no sólo de captar, sino también de gozar la belleza de una música llena de estimulantes diferencias, sin necesitar su asimilación a nuestras costumbres de audición musical.
La voz, en la Canción de Sikanbang, está llena de resonancias evocativas. Su monodia me hizo sentir algún lejano eco de algunos cantos religiosos occidentales. 'Decent harmony', de Syahrial, tiene desde su inicio una sugerente sensualidad rítmica y tímbrica, confirmada por el desarrollo de su coreografía. Su interválica y ritmo puede por momentos sugerir una posible relación con la música para violín clásico indio.
El montaje escénico en la primera parte, con las danzas alrededor de los instrumentos, y en la segunda con dos simples cubos sobre el escenario, es de sencillez espartana y gran eficacia expresiva. Ésta se ve especialmente potenciada por la iuminación, siempre en tonos cálidos, realzando la acción y en perfecta consonancia con un vestuario que pasa de unos consabidos tonos negros y dorados en la primera parte al predominio de los ocres y tierras de la segunda. El concierto, como corresponde a un acto inaugural, marcó el carácter que esperamos de esta edición del festival.
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