Ópera y Teatro musical

Mesa redonda sobre la temporada lirica argentina

Carlos Singer
viernes, 21 de diciembre de 2007
0,0002783 En los salones del Hotel Claridge de Buenos Aires se realizó un interesante encuentro en el que se expusieron diferentes puntos de vista sobre la actividad operística que finalizaba así como las expectativas en este rubro para el año 2008.

Participaron del debate el Director Artístico del Teatro Argentino de La Plata, maestro Reinaldo Censabella, el nuevo Jefe de Prensa y Difusión Audiovisual del Teatro Colón, arquitecto Fabián Persic -en representación del Dr. Horacio Sanguinetti, Director General del Teatro, quien en esos precisos momentos se encontraba en otra reunión, convocada por el propio teatro- así como el ingeniero Frank Marmorek, presidente de Buenos Aires Lírica, actuando en carácter de moderadores Gustavo Gabriel Otero y Daniel Varacalli Costas.

En primer término, Otero se refirió a lo sucedido durante 2007, apuntando que la temporada se está extendiendo cada vez más, no sólo en el tiempo, ya que se pudo escuchar ópera en esta capital durante casi 11 meses, desde el 23 de febrero pasado -con una Aida en el Teatro Avenida- hasta el 19 de diciembre -fecha de la última representación de La Flauta Mágica en la Ciudad Cultural Konex- sino también en lo geográfico, con funciones en lugares tan distantes como Corrientes, Mendoza, Tucumán o Ushuaia, en el extremo más austral del país. Destacó asimismo las incursiones en el exterior, como el viaje tanto de los cuerpos estables como de la puesta de Turandot a México, las presentaciones en ese país de dos producciones del Colón (El Barbero de Sevilla y Diálogos de Carmelitas), todas ellas muy comentadas por la prensa, así como otra que tuvo escasa repercusión en los medios: las siete funciones de Carmen (producción propia del Teatro Argentino de La Plata) en el Teatro Solís de Montevideo, Uruguay, dirigidas por el Mtro. Censabella y con la que se dio inicio a un acuerdo bilateral de intercambio artístico entre estas instituciones.

Varacalli Costas tomó a su cargo exponer acerca de lo que podemos esperar para el año venidero, haciendo hincapié en lo que él denominó los tres desafíos: el del Teatro Colón por conseguir su tan ansiada y esperada autonomía, a la vez que un marco jurídico apropiado que le permita un ámbito de trabajo perfectamente delimitado; el del Teatro Argentino por consolidar su lugar como segundo teatro oficial del país e ir conformando un público operístico cada vez más numeroso, lo que a su vez permitiría que se ampliara el repetorio abordado y en lo que respecta a las instituciones privadas, que éstas se planteen con claridad y precisión sus miras e intenciones -para evitar la mera acumulación de títulos conocidos- a la vez que encuentren adecuados medios de financiación en una actividad que se sabe de antemano como fuertemente deficitaria.

De los invitados especiales, el primero en hacer uso de la palabra fué el Mtro. Reinaldo Censabella, quien se refirió al gran desorden imperante en el Teatro Argentino en el momento de tomar a su cargo la conducción artística. En los dos años y medio que lleva a su frente, Censabella ha logrado instaurar una programación coherente, que se cumple con gran rigor e importante éxito de público -en varias funciones se ha debido colgar el cartel de "no hay localidades", a la vez que consolidar una institución que ha comenzado a funcionar -por primera vez desde la reinauguración de esa moderna sala- de forma orgánica y bien estructurada. Confirmado el actual equipo directivo tras el cambio de gobierno provincial, se ratificó la programación para los años 2008 y 2009 que había sido anunciada un año atrás y se confirmaron fechas y elencos artísticos para la próxima temporada, que incluirá seis títulos (Tosca, Don Pasquale, Cavalleria-Pagliacci, Nabucco, Cuentos de Hoffmann y el estreno mundial de El águila de dos cabezas de Mario Perusso sobre la obra de Jean Cocteau).

Habló luego el Arq. Fabián Persic, quien en líneas generales confirmó lo expuesto por el Dr. Sanguinetti al asumir su cargo en el sentido de que el Colón no hará una temporada lírica al uso, pero que los cuerpos estables se presentarán en muy diversos emplazamientos de esta capital (Catedral, diferentes iglesias, el Auditorio de Belgrano o el Teatro Ópera) y fuera de ella, en ciudades de los alrededores así como en el teatro Rafael de Aguiar de San Nicolás (una ciudad de la provincia de Buenos Aires ubicada a unos 230 kms. al noroeste de la capital) que celebrará el centenario de su inauguración y en la provincia de San Luis. También explicó el arq. Persic que en pocos días se tendrá un panorama más completo del estado de las obras en el Colón y se podrá dar una mejor información de cómo y cuándo éstas podrán finalizar, así como de los problemas presupuestarios que presenta el proyecto, inconvenientes todos éstos atribuíbles al anterior equipo que gobernó los destino de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Ing. Marmorek, por su parte, destacó el lugar preferente que ocupa Buenos Aires Lírica entre los diversos emprendimientos privados que han comenzado a presentar espectáculos operísticos en nuestro medio y la vocación de la entidad que preside por ofrecer no sólo los títulos más conocidos del repertorio sino ampliar la oferta hacia otros campos menos explorados. En ese sentido, habló de las obras barrocas que han abordado, haciendo especial hincapié en el éxito obtenido por la Rodelinda de Händel dada en junio pasado; la riesgosa incursión en el repertorio wagneriano (con El holandés errante) y la primera opereta que pondrán en escena -La Bella Helena de Offenbach, una obra casi desconocida en nuestro medio- y que se verá en 2008. El ingeniero Marmorek comentó, por otra parte, de los ingentes esfuerzos por conseguir que el Teatro Avenida amplíe su foso orquestal, que es hoy en día uno de los principales escollos que presenta esa sala para las realizaciones más ambiciosas.
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