España - Madrid

Nuestro Shostakovich (3)

Juan Krakenberger
viernes, 8 de junio de 2001
Madrid, miércoles, 6 de junio de 2001. Fundación Juan March. Cuarteto Glinka (Ala Voronkova, Guerásim Voronkov, Violines, Eric Koontz, Viola y José Mor Caballero, Violonchelo). Dimitri Shostakovich. Cuartetos Nº 1 op 49, Nº7 op 108 y Nº9 op 117. 3º Concierto del Ciclo 'Cuartetos de Shostakovich'
0,0001276 De la tercera velada del ciclo integral de cuartetos de Dimitri Shostakovich se hizo cargo el Cuarteto Glinka, integrado por dos violinistas rusos, un violista americano y un cellista español, todos radicados en Barcelona, donde están activos en conjuntos orquestales de la Ciudad Condal. La diversidad de nacionalidades no afectó en absoluto a la compenetración entre los cuatro músicos (a diferencia del cuarteto Concertino, todos rusos, que tocaron en las dos veladas anteriores) pero su estilo de tocar es un tanto diferente: Hay mayor protagonismo de la primera violín, que destaca sobre todo en pasajes de gran intensidad y densidad, por su temperamento, y menos en pasajes líricos de dulzura y sentimiento.Eligieron muy bien su programa, cuyos finales terminan todos en apoteosis virtuosisticas, cosa que se le da muy bien a la Voronkova. El Cuarteto Nº 1, notable como primer ensayo del compositor en este difícil género, ya da muestras del inconfundible lenguaje de Shostakovich. Es tonal, ...pero no lo es. Su forma de jugar con las armonías más tradicionales es sui generis --sorprendente, agradable o áspero, muy a propósito para crear tensiones o distensiones. Este Nº1 aún es bastante sencillo en su planteamiento, y muy grato al oído.Ya en el Cuarteto Nº 7 las cosas se complican un poco más. Destaca el 'Fugato' en el Allegro final, a rapidez vertiginosa, escrito con un sorprendente dominio de la forma, y que permite a los instrumentistas un lucimiento muy especial.Del Cuarteto Nº 9 que se toca sin solución de continuidad, a pesar de constar de 5 tiempos bien contrastados, destacaríamos los dos movimientos finales, interrumpidos por unas cadenzas en pizzicato, ejecutados por todos los instrumentos individualmente, disonantes, crudas, bizarras, como rayos que preparan para la tormenta del final, nuevamente un 'Fugato', aún más complejo que el del cuarteto precedente, donde Shostakovich comienza a jugar con clusters (que luego utilizaría aún más) para terminar en una verdadera apoteosis explosiva.El programa de la próxima semana estará a cargo del tercer conjunto que se ocupa del ciclo organizado por La Fundación March. Si ellos mantienen el alto nivel cualitativo de los otros dos, la organización se puede anotar un triunfo más en su importante misión cultural.
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