Italia

¿El futuro pertenece a los pobres? Quizás…..

Eduardo Benarroch
jueves, 31 de julio de 2008
Roma, viernes, 27 de junio de 2008. Auditorium Parco della Musica. Sala Petrassi. Battistelli, Miracolo a Milano. Estreno mundial. Direccion de escena: Danielle Abbado. Director asociado: Boris Stetka. Escenografia: Angelo Linzalata. Vestuario: Giada Palloni. Coreografia: Simona Bucci. Iluminacion: Guido Levi. Efectos electronicos: Alvise Vidolin. Escenografía y vestuario realizados en el Teatro di Reggio Emilia. Elenco: Alessandro Svab, Il Signor Mobic; Nicola Raffone, Nicola il matto; Boris Stetka, Cantante di serenata. Icarus Ensemble. Coro dell’Accademia Nazionale di Santa Cecilia (maestro de coro: Mauro Bacherini). Banda Comunale de Albano Cesare Durante (director: Leonardo Olivelli), con la participación de la Sunu Africa. Director de orquesta: Erasmo Gaudiomonte
0,0001964 Primero digamos que la definición oficial de la obra es “Teatro di musica in sei scene”, Segundo, hay que agregar que casi no hay canto sino sonidos por parte del coro. Hay parlando y hay también un poco de canto pero esto es mínimo y es para profundizar más el golfo que separa esta obra de una ópera convencional donde el canto es primordial. Battistelli, con la colaboración de Daniele Abbado, ha producido un espectáculo único que comienza lentamente pero que poco a poco deja ver su mensaje y termina con una escena muy esperanzada y conmovedora.

La inspiración proviene de Vittorio de Sica en su propio film Miracolo in Milano y de Toto il buono de Cesari Zavattini. Quizás el lector joven no reconozca esos nombres ilustres del teatro de posguerra italiano, pero créame, joven lector, marcaron hitos. No se puede crear algo malo con esos ingredientes y la obra de Battistelli es, hay que admitir, única en su género. Su estilo es de gran evento, hay muchos efectos exteriores. Por ejemplo antes de comenzar el espectáculo y mientras estábamos sentados en la cómoda platea de la Sala Petrassi (una de las varias salas de música de este complejo musical que he descrito en otro articulo para Mundoclasico.com, leer artículo), se escuchan los sonidos de una banda de la policía que poco a poco se acerca a la sala y entra por los costados en fila india. En ese momento recordé las marchas fúnebres de New Orleans, donde llevan el féretro precedido por una banda de músicos de jazz.

Y quizás eso haya sido lo que deseó evocar Battistelli, ¿el fin de algo, la inocencia colectiva perdida? La banda sube al escenario semivacío y desaparece por los costados y allí comienza la obra. Un viento fuerte vuela papeles por el escenario desierto y ese mismo viento vuela unos cuerpos que ruedan por el suelo. Esos cuerpos se levantan, hace un frío atroz, tratan de calentarse, luego descubren que si se agrupan pueden perder menos calor, luego comienzan a seguir al sol y saltan de júbilo cuando aparece brevemente para calentar sus cuerpos.

Han descubierto, o quizás redescubierto la vida en sociedad. Luego los vemos asumiendo diferentes actividades sociales, obviamente que tienen que sobrevivir y el comercio es una forma de trueque que ellos emplean, las mujeres lavan ropa, un charlatan se las da de consejero espiritual y les cobra 10 liras por decirle lo mismo a todos. Pero esa sociedad funciona. Eso es hasta que hay un concurso y uno de ellos gana un pollo entero y desea comérselo todo sin darle nada al resto.

Los sonidos electrónicos son cómicos, este hombre no solo tiene hambre sino que hace un ruido infernal y asqueroso al comer, Pero no hay violencia, hay disgusto de que alguien pueda ser tan egoísta. Pero el mensaje viene enseguida, porque ese mismo glotón se da cuenta de su error y en una escena muy conmovedora, comparte el pan con todos sus compañeros (¡claro, si ya se había comido el pollo casi entero! Pero valga el mensaje).

Más tarde el grupo descubre el agua que les da un placer único, y poco mas tarde descubren fuego, pero ¿de dónde? Es que en esa tierra hay petroleo…..

Por un costado entra en fila india un grupo de elegantes y ricos comerciantes, se produce una subasta tonta. El dueño de la tierra rechaza una oferta de 30 millones por el lote, deseando obtener 60 millones. El millonario le ofrece 20, y de allí el dueño del lote termina sugiriendo 25 millones y acepta esa suma.

Me recuerda la compra de los ferrocarriles argentinos por parte de Perón en las negociaciones con las firmas inglesas que estaban dispuestas a ofrecer mucho más. En fin, eso es otra historia, ¿quizás?

Inicialmente el millonario desea dar la impresión de que está a favor de los pobres y gana su beneplácito ofreciéndoles provisiones gratis. Pero enseguida entra la policía armada con escudos. El grupo resiste y ahuyenta a la policía y gana la batalla por su supervivencia en una zona que antes no contenía nada. Ahora al menos hay casitas pobres y una población que subsiste a través de sus propios esfuerzos sin amenazar a nadie. Pero pronto se vuelven ricos y al hacerlo atraen nuevamente la atención de la policía que esta vez triunfa y los echa de sus propias tierras. Sin nada, solo con sus valijitas a cuestas, el grupo camina en fila india. El telón se había cerrado por detrás y ahora descubre que donde estaba su terreno se ha erigido una enorme iglesia y hacia allí caminan y se tienden sobre su sombra para dormir en el piso en un grupo amontonado……

Pues que el mensaje no podría ser mas simple ni también mas conmovedor. Pero para lograrlo se emplearon artistas plásticos de primera clase, que supieron moverse en forma casi de cine mudo, muchos gestos provenían del mismo Toto y eso (para quienes lo recordamos) agregó más sabor a la historia.

La música de Battistelli es por supuesto atonal pero fácil de aceptar (¿es que en el siglo XXI todavía se debe decir eso?), sabe usar los instrumentos para lograr sus mejores efectos con una sola frase, como con el clarinete, o con la flauta. La percusión tiene parte predominante y comparte la acción, en realidad forma parte de la acción al servir de respaldo a los actores en escena.

Hay muchos actores para nombrarlos a todos, pero hubo uno en especial que me hizo recordar a Toto y que también es un gran percusionista que supo moverse en forma mágica en escena, su nombre es Nicola Raffone.

La régie de Daniele Abbado fue siempre precisa y la coreografía de Simona Bucci simplemente extraordinaria. Pero quien mantuvo todas las riendas bien tirantes fue el director, con entradas precisas y atento a toda la acción, incluso la electrónica que fue simultánea con la orquesta por costados y por detrás, Erasmo Gaudiomonte dirigió con sapiencia y cariño por la obra que sonó siempre musical y agradable.

La Italia de hoy tiene esos mismos problemas que acabamos de ver en esta ópera muda, la gente habla pero nadie la escucha, pero no es solo en Italia, es un problema mundial. ¡Auber escribió una obra similar que provocó una revolución en Bruselas! Si sólo se repitiera el caso. Pero ahora las dificultades parecen originarse en Bruselas. El problema de estas obras es que nos hacen pensar en tantas cosas -ahhh la política-…..pero, ¿es que no hubo otro compositor famoso que también provocó el fervor patriótico y político de Italia? Mmmmmm, ¿Verdi se llamaba?
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