Uruguay
Una velada satisfactoria
Alberto Rosas

Tal y como marca el libreto de la obra, la trama se desarrolla en un contexto medieval tardío, concretamente en Zaragoza, España, en el año de 1413, y este ha sido el ambiente que han querido representar tanto Oswald como Lápiz, sin ninguna alteración de tipo histórico. Los vestuarios de buena confección y apariencia, la resplandeciente iluminación y las escenografías, que representan castillos medievales, montañas rocosas y murallas, recrearon un marco atrayente para la vista del espectador. Cabe señalar que la producción ocupó todo el espacio escénico disponible, por lo que fue funcional para el acomodo, el desplazamiento y el constante movimiento del amplio coro y los solistas.
Il Trovatore. Producción de Robert Oswald
Fotografía © 2008 by Teatro Solís de Montevideo / Fototeca Sur
Fotografía © 2008 by Teatro Solís de Montevideo / Fototeca Sur
Desde el punto de vista vocal, la velada fue ampliamente satisfactoria gracias a la inspirada aportación del tenor uruguayo Carlo Ventre, quien se lució ante su público con un despliegue generoso de sus capacidades vocales, como la proyección y la emisión de agudos. Actuó y cantó el papel de Manrico con seguridad, convicción y pasión y remató su participación con una emotiva interpretación del aria ‘Di quelle pira’. Destacó la soprano italiana Sara Galli quien por apariencia y figura personificó una expresiva y femeninamente elegante Leonora, compenetrada con la escena. Su sublime cantó estuvo cargado de musicalidad, colorido y nitidez en su timbre, y homogeneidad en todos los registros.
Mariana Pentcheva como Azucena
Fotografía © 2008 by Teatro Solís de Montevideo / Fototeca Sur
Fotografía © 2008 by Teatro Solís de Montevideo / Fototeca Sur
La mezzosoprano búlgara Mariana Pentcheva resolvió con arrojo y carácter las exigencias vocales y artísticas de interpretar un personaje como Azucena. En su voz de tono oscuro evidenció fuerza y color. Como el Conde de Luna, el barítono Luis Gaeta desplegó virilidad y una voz robusta. Por su parte, el bajo uruguayo, Ariel Cazes, agradó por su vigoroso Ferrando de amplio y harmonioso canto. El resto de la compañía se mantuvo en buen nivel, en canto y actuación, en cada una de sus intervenciones. El Coro del Sodre, como ya es costumbre en este escenario, tuvo una encomiable y digno aporte a la función.
Sara Galli como Leonora
Fotografía © 2008 by Teatro Solís de Montevideo / Fototeca Sur
Fotografía © 2008 by Teatro Solís de Montevideo / Fototeca Sur
Al frente de la Orquesta Sinfónica de Montevideo, la conducción del maestro Federico García Vigil fue en general satisfactoria, musical y vibrante, como la marca la partitura, una vez que fueron superados los momentos de pesadez y lentitud que se sintieron al inicio de la velada.
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