España - Madrid
Bel canto o el resurgimiento de la mentira
M. Guerrera
Aranjuez, lunes, 16 de julio de 2001.
I Taller de Bel Canto. Director: Enrique Viana. Pianista: Manuel Burgueras. Conferenciantes: Álvaro Marías, Arturo Reverter, Luis Iberni, Fernando Fraga, Pedro Alcalde, Jose Víctor Carou, Jose Luis Téllez, Francisco López, Justo Romero. Presentación concierto-clausura: Juan Ángel Vela del Campo. Cantantes: Hevila Cárdena,Begoña Estévez, Carolina Masetti, Yolanda Vigil, Amanda Serna, Celia Martín, Elena López (sopranos); Daniela Vladimirova, Julia Arellano (mezzosopranos); José Zapata, Fernando Asensio, Felipe Nieto (tenores); Isidro Anaya (barítono). Organiza: Fundación General de la Universidad Complutense de Madrid. Colaboran: Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, Patrimonio Nacional, CES Felipe II-UCM, Ayuntamiento de Aranjuez, BSCH y Caja Madrid. Aranjuez, 16, 17, 18, 19 y 20 de julio de 2001.
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Espero no confundirles con el título de este artículo, pero después de asistir al I Taller de Bel Canto dirigido por el tenor Enrique Viana con la ayuda inestimable del pianista Manuel Burgueras, he llegado a la conclusión de que el Bel Canto, entre otras cualidades, tiene mucho de mentira(en el buen sentido artístico de la palabra).Para llegar a esta conclusión, que quizás a muchos les parezca un atrevimiento, tengo que darle las gracias a ese gran experto en la materia que sin lugar a dudas es Viana, quien a lo largo de cinco días distribuidos en intensísimas sesiones, compartidas entre clases prácticas de interpretación y charlas-conferencia sobre el tema que nos ocupa, nos ha enseñado a cada uno de nosotros a amar un poco más el canto.Permítanme que haga referencia a mi último artículo-crítica publicado en MC que bajo el título La mejor experiencia musical del año, comienza con unas palabras de Oscar Wilde, pero es que ahora más que nunca, haciéndome eco del autor inglés y de su obra maestra La decadencia de la Mentira, citaré algunas de sus frases que de una u otra forma Enrique Viana supo transmitirnos para entender mejor el Bel Canto.Cierto es que, a través de las diez conferencias dedicadas a este género, a cargo de Álvaro Marías, Arturo Reverter, Luis Iberni, Fernando Fraga, Pedro Alcalde, Jose Víctor Carou, Jose Luis Téllez, Francisco López y Justo Romero, los asistentes nos hemos enriquecido escuchando diferentes disertaciones en torno a ese género llamado belcantista, pero en esto como en todo, no se llega a la perfección sin la práctica y Viana supo entregar con suma inteligencia y dedicación las armas necesarias para tratar de acercar a los jóvenes participantes a la perfección en tan complicada y exigente interpretación.Prueba de ello fue el concierto de clausura de este Taller de Bel Canto, para el que se contó con la presentación de Juan Angel Vela del Campo, donde los que tuvimos la suerte de asistir, pudimos disfrutar de una estupenda velada belcantista a cargo de jóvenes y más que prometedores cantantes (auténticas realidades, en palabras de Viana), verdadero artífice junto a Burgueras, para sacar lo mejor de ellos mismos.Una estupenda e inusual gala lírica en la que escuchamos magníficas versiones de diferentes fragmentos de óperas de Bellini, Donizetti y Rossini, interpretadas con sumo gusto por jóvenes voces de auténtica calidad.Ahora bien, como todos deberían saber, la voz en sí misma no es garantía del hecho artístico (algún recital muy, muy reciente a cargo de una de las voces más cotizadas, así nos lo ha demostrado) y no puedo por menos que volver a referirme a Oscar Wilde y su 'Decadencia de la Mentira': 'Si por Naturaleza entendemos el simple instinto natural, como lo contrario de la cultura consciente, la obra producida bajo esa influencia será siempre anticuada, trasnochada y desfasada. Un toque de Naturaleza podrá hermanar el mundo, pero dos toques de Naturaleza destruyen cualquier obra de Arte'.Con una capacidad de comunicación fuera de lo común, Enrique Viana derrochó personalidad para transmitir su vasto conocimiento sobre el Bel Canto, ofreciendo en este Curso su profunda visión acerca del mismo, convirtiéndose en protagonista de muchas de las teorías de Wilde para definir el Arte. Quizás su peculiar personalidad también lo sea.El pasado viernes, en un entorno alejado de nuestra verdad cotidiana como es la Capilla del Palacio de Aranjuez, escuchamos reales interpretaciones llenas de mentira por cuanto de elegancia en el fraseo, mezzas voces, expresividad, virtuosismo...'El Arte halla su perfección dentro y no fuera de sí mismo. No ha de ser juzgado por patrones externos de semejanza. Es un velo más que un espejo. Tiene flores que ningún bosque conoce, pájaros que no posee ninguna arboleda. Hace y deshace muchos mundos, y puede bajar la luna del cielo con un hilo escarlata...Benditas mentiras!! Llenan acaso ellas de vida el Bel Canto o es acaso el estilo Bel Cantista quien las recrea?Los participantes en este Curso, con quienes tuve la oportunidad de hablar, transmitieron unánimemente su entusiasmo por el desarrollo y resultado del mismo, llevándose todos ellos los bolsillos llenos de mentiras, imprescindibles para abordar este repertorio. "La revelación final es que la Mentira, contar cosas bellas y falsas, es el objetivo propio del Arte".La discreción y el buen hacer de Manuel Burgueras, queda patente cuando acompaña a los cantantes, quienes tienen la plena seguridad de sentirse arropados y envueltos por un pianista de auténtico lujo.Iniciativas como este Taller de Bel Canto, deben repetirse ¡Que sea pronto, por favor!.
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