Estados Unidos
El Salon Romantique de Maria Malibran
Alberto Rosas
En esta nueva visita, se encontró con el nuevo teatro del complejo, llamado Renée y Henry Segerstrom Concert Hall, una imponente y moderna sala de conciertos inaugurada hace un par de años. La sala es grande, y generalmente utilizada para conciertos sinfónicos, por lo que la duda era si era apta para recitales íntimos acompañados por piano. Si bien al inicio la sala parecía demasiado grande para el tamaño de la voz de Bartoli, esta fluyó con naturalidad y una apropiada proyección.
La primera parte del concierto consistió en una selección de canciones de Rossini y Bellini. Música que parece adaptarse más a su temperamento y características vocales. Cabe señalar que el programa se conformó con piezas interpretadas por la legendaria cantante María Malibran, a la cual, por la admiración y devoción que Bartoli siente por ella, le ha dedicado mucho tiempo. Se recuerda también que el 24 de marzo del 2008, en el aniversario numero 200 del nacimiento de Malibran, en su ciudad natal Paris se organizó un Marathon-Malibran en la Salle Pleyel de esa ciudad, en la que Bartoli cantó tres recitales en un mismo día.
El recital comenzó con una secuencia de tres canciones escritas en dialecto veneciano de Giachino Rossini, conocida como La regata veneziana y ya desde las primeras notas Bartoli comenzó a hacer gala de su brillante timbre y del virtuosismo que la caracteriza. Es una artista en el sentido de la palabra, ya que canta, se mueve, actúa siempre con una gracia particular, expresividad y amplio sentido de entendimiento del texto que esta cantando. Las tres canciones venecianas se cantan en diferentes estados de ánimo que interpretó con facilidad.
A continuación vinieron dos secuencias de canciones de Vincenzo Bellini en las que exhibió su flexibilidad vocal en todo el rango, un manejo virtuoso y brillante de la coloratura. Muy pareja en todos los registros. La primera secuencia de cuatro canciones incluyó L’Abbandono, Il fervido desiderio; Vaga luna y La Farfalleta, canciones de distintos ritmos y dinámicas que supo sacar adelante con garbo y animación. El siguiente ciclo, también de Bellini, consistió en tres canciones: Dolente immagine; Malinconia, y Ninfa gentile
En el ultimo ciclo de canciones, retomó la música de Rossini con canciones como Or che di fiori adornato; Belta crudele; y la danza en la que hizo estallar al publico de emoción con su interpretación corporal, y demostrando que siente el texto y se compenetra con el. Su interpretación de la reconocida Canzonetta espagnola fue destacada en todos sentidos, lamentablemente su dicción del texto en español fue poco entendible.
El inicio de la segunda parte del recital dio inicio con un ciclo de canciones de Gaetano Donizetti, con el esperado despliegue vocal, en el óptimo manejo de la coloratura y convicción. Este ciclo contó con Il barcaiolo; Amore e morte; Me voglio fa na casa y la interpretación de la canción La conocchia una interpretación simpática y divertida, que es habitual en sus recitales.
Los siguientes ciclos de canciones, otra vez de Rossini, incluyeron piezas interpretadas en lengua francesa como Ariette a l’ancienne; L’Orpheline du Tyrol y La grand coquette asi como Havaneise y Hai, luli! de Pauline Viardot. Las canciones francesas fueron interpretadas de manera más apasionada y sentimental, con una coloración más oscura de su voz.
Nuevamente, abordó música española con dos piezas de Manuel del Pópulo y Vicente García: Yo que soy contrabandista y El poeta calculista que satisficieron desde el punto de vista técnico e interpretativo, no así por su incomprensible dicción española del texto.
El concierto concluyó con una efusiva y divertida interpretación de Rataplan de Maria Malibran, en la que el propio Sergio Ciomei, un pianista serio y seguro que prestó su buen acompañamiento a la voz de Bartoli durante todo el recital, participó de manera activa y jocosa.
Finalmente, se ofrecieron tres propinas, entre las que se incluyeron Ti voglio tanto bene de Ernesto de Curtis, El canto negro de Xavier Montsalvatge y un apasionado Non ti acordar di me de Ernesto de Curtis que es una pieza que toca las fibras mas sensibles de esta extraordinaria y versátil artista.
Comentarios