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Festival de Santander

ANPBA recuerda a Ocejo que los sacerdotes no pueden organizar corridas de toros

Redacción
lunes, 16 de julio de 2001
0,0279464 La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) remitió el pasado viernes un segundo escrito al director del Festival de Música de Santander (FIS), José Luis Ocejo, en el que se le advierte de que la doctrina de la Iglesia católica (a la que pertenece Ocejo como sacerdote) no permite participar a los clérigos en corridas de toros. Asimismo ANPBA ha hecho llegar sendas copias a la Conferencia Episcopal Española y al Nuncio Apostólico de la Santa Sede.El pasado 11 de julio, ANPBA remitió una misiva a Ocejo "en su calidad de director del Festival" solicitándole la eliminación del "rejoneo" de un toro en un espectáculo de variedades que responde al nombre de 'Carmen' del ex novillero Salvador Távora, programado para el sábado, 11 de agosto, en la plaza de toros de Santander que organizan conjuntamente el FIS y la entidad financiera Caja Cantabria."Ahora me dirijo a usted en su calidad de sacerdote, y lo hago así en la esperanza de que, si mi anterior petición no fuese atendida, sea la autoridad de la Iglesia y el Derecho canónico vigente los que se impongan", afirma ahora en su carta de fecha 13 de julio la ANPBA.Para ANPBA la doctrina de la Iglesia establece que "el 1 de noviembre de 1567 quedaron prohibidos los espectáculos taurinos, tanto a pie como a caballo, y la Iglesia no se encuentra autorizada para desobedecer esta Bula, según la obligación impuesta por el papa Pío V, 'ad perpetuam rei memorian', eternamente vigente."Argumenta la asociación defensora de los animales que "el papa Juan Pablo II, en locución dominical, publicada en L'Osservatore Romano (14/01/1990), dijo que 'los animales poseen un soplo vital recibido de Dios', citando los Salmos 103 y 104, siéndoles reconocida, por tanto, el 'alma sensitiva' (griego 'pneuma', soplo, aire), sin olvidar que el vocablo 'animal' proviene del latín 'anima' (alma)".Para reforzar sus tesis, ANPBA recuerda al sacerdote Ocejo que el artículo 2418 del Catecismo Católico vigente afirma que "Es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas". Para el presidente de ANPBA, Alfonso Chillerón es evidente que "la ópera 'Carmen' reúne ambos elementos: se hace sufrir inútilmente a un animal, y se sacrifica sin necesidad su vida".A continuación reproducimos íntegramente la carta remitida por ANPBA al sacerdote José Luis Ocejo, a la Conferencia Episcopal Española y al Nuncio Apostólico de la Santa Sede.Madrid, 13/Julio/2001Distinguido Sr.,El pasado 11 de julio, le remití escrito en su calidad de Director del Festival Internacional de Santander-2001, solicitándole la eliminación del "rejoneo" de un toro en la ópera "Carmen", de Távora, programado para el sábado, 11 de agosto, en la plaza de toros.Ahora me dirijo a usted en su calidad de sacerdote, y lo hago así en la esperanza de que, si mi anterior petición no fuese atendida, sea la autoridad de la Iglesia y el Derecho canónico vigente los que se impongan.El papa Juan Pablo II, en locución dominical, publicada en "L'Osservatore Romano" (14/01/1990), dijo que "los animales poseen un soplo vital recibido de Dios", citando los Salmos 103 y 104, siéndoles reconocida, por tanto, el "alma sensitiva" (griego 'pneuma', soplo, aire), sin olvidar que el vocablo "animal" proviene del latín "anima" (alma).En este sentido, dice el Artículo 2418 del Catecismo Católico vigente que "ES CONTRARIO A LA DIGNIDAD HUMANA HACER SUFRIR INÚTILMENTE A LOS ANIMALES Y SACRIFICAR SIN NECESIDAD SUS VIDAS". siendo evidente que la ópera "Carmen" reúne ambos elementos: se hace sufrir inútilmente a un animal, y se sacrifica sin necesidad su vida.Abajo, a modo de apéndice, le transcribo completa (en español primero y en latín después), la Bula "De salute gregis dominici" de S. Pío V, "Prohibitio agitationis taurorum aliarumque ferarum bestiarum". (Citada del "Bullarum Diplomatum et Privilegium Sanctorum Romanorum Pontificum Taurinensis editio". Tomo VII, Augustae Taurinorum 1862, páginas 630 y 631).El 1 de noviembre de 1567 quedaron prohibidos los espectáculos taurinos, tanto a pie como a caballo, y la Iglesia no se encuentra autorizada para desobedecer esta Bula, según la obligación impuesta por el papa Pío V, "ad perpetuam rei memorian", eternamente vigente.Atentamente,Alfonso ChillerónPresidente."Pío obispo, para perpetua memoria... en muchísimos lugares no cesan las luchas con toros y otras fieras en espectáculos públicos y privados, para hacer exhibición de su fuerza y de su audacia, lo cual acarrea con frecuencia incluso muertes humanas, mutilación de miembros y peligro para el alma. Por lo tanto, Nos, considerando que estos espectáculos en los que se corren toros y fieras en el circo o en la plaza pública no tienen nada que ver con la piedad y caridad cristiana, y queriendo abolir estos espectáculos cruentos y vergonzosos, no de hombres sino del demonio... prohibimos terminantemente por esta nuestra constitución, que estará vigente perpetuamente, bajo pena de excomunión y de anatema en que se incurrirá por el hecho mismo Ipso facto... Prohibimos que permitan la celebración de estos espectáculos en los que se corren toros y otras fieras en sus provincias, ciudades, territorios y lugares donde se lleven a cabo... Y si alguno de ellos muere allí, no se le dé cristiana sepultura... Dejamos sin efecto y anulamos, y decretamos y declaramos que se consideren perpetuamente revocadas, nulas e irritas todas las obligaciones, juramentos y votos que hasta ahora se hayan hecho o vayan a hacerse en adelante, lo cual queda prohibido, por cualquier persona, colectividad o colegio sobre tales corridas de toros aunque sean, como ellos erróneamente piensan, en honor de los santos o de alguna solemnidad de la Iglesia que deben celebrarse con alabanzas divinas... y no con esta clase de diversiones... A todos nuestros hermanos patriarcas, primados, arzobispos y obispos, y a nuestros ordinarios locales en virtud de santa obediencia, apelando al juicio divino y a la amenaza de la maldición eterna, que hagan publicar suficientemente nuestro escrito en las ciudades y diócesis propias y cuiden de que se cumpla... lo que arriba hemos ordenado. Sin que pueda aducirse en contra cualesquiera constituciones u ordenamientos apostólicos y exenciones, privilegios, indultos, facultades y cartas apostólicas concedidas, aprobadas e innovadas por iniciativa propia o de cualquier otra manera a cualesquiera personas, de cualquier rango y condición, bajo cualquier tenor y forma y con cualesquiera cláusulas, incluso derogatorias de derogatorias, y con otras cláusulas más eficaces e inusuales, así como también otos decretos invalidantes, en general o en casos particulares y, teniendo por reproducido el contenido de todos esos documentos mediante el presente escrito, especial y expresamente los derogamos, lo mismo que cualquier otro documento que se oponga. Queremos que el presente escrito se haga público en la forma acostumbrada en nuestra Cancillería Apostólica... y se cuente entre las constituciones que estarán vigentes perpetuamente y que se otorgue a sus copias, incluso impresas, firmadas por notario público y refrendadas con el sello de algún prelado, exactamente la misma autoridad que se otorgaría al presente escrito si fuera exhibido y presentado... Dado el 1 de noviembre de 1567, segundo año del pontificado.Prohibitio agitationis taurorum aliarumque ferarum bestiarum, cum annullatione votorum et iuramentorum desuper adhibitorum. Pius episcopul servus servurom Dei, ad perpetuam rei memoriam. De salute gregis dominici nostrae curae divina dispensatione crediti, prout ex debito pastoralis officii asdtringimur, sollicite cogitantes, fideles cunetos gregiseiusdem ab imminentibus corporum periculis, etiam animarum pernicie, perpetuo arcere studemus. 1. Sane, licet detestabilis duellorum usus, a diabolo introductus ut cruenta corporum morte animarum etiam perniciem lucretur, ex decreto concilii Tridentini prohibitus fuerit, nihilominus adhuc in plerisque civitatibus et aliis locis quamplurimi, ad ostentationem virium suarum et audaciae, in publicis privatisque spectaculis, cum tauris et aliis feris bestiis congredi non cessant, unde etiam hominum mortes, membrorum mutilationes, animarumque pericula frequenter oriuntur. 2. Nos igitur, considerates haec specula, ubi tauri et ferae in circo vel foro agitantur, a pietate et caritate christiana aliena esse, ac volentes haec cruenta turpiaque daemonum et non hominum specula aboleri, et animarum saluti, quantum cum Deo possumus, providere, omnibus et singulis principibus christianis, quacumque, tam ecclesiastica quam mundana, etiam imperiali, regia vel quavis alia dignitate fulgentibus, quovis nomine nuncupentur, vel quibusvis communitatibus et rebuspublicis, hac perpetuo nostra constitucione valitura, sub excommunicationis et anathematis poenis ipso facto incurrendis prohibemus et interdicimus ne, in suis provenciis, civitatibus, terris, oppidis et locis, huiusmodi spectacula, ubi taurorum aliarumque ferarum bestiarum agitationes exercentur, fieri permitant. Militibus quoque caeterisque aliis personis, ne cum tauris et aliis in prafatis spectaculis, ipsi tam pedestres quam equestres congredi audeant, interdicimus. 3. Quod si quis corum ibi mortuus fuerit ecclesiastica careat sepultura. 4. Clericis quoque, tam regularibus quam saecularibus, beneficia ecclesiastica obtinentibus, vel in sacris ordinibus constitutis, sub excommunicationis poena, ne eisdem spectaculis intersint, similiter prohibemus. 5. Omnesque obligationes, iuramenta et vota, a quibusvis personis, universitate vel collegio, de huiusmodi taurorum agitatione, etiam, ut ipsi falso artitrantur, in honorem santorum seu quarumvis eclessiasticarum solemnitatum et festivitatum, quae divinis laudibus, spiritualibus gaudiis piisque operibus, non huiusmodi ludiscelebrari et honorari debent, hactenus factas e facta, seu in futurum fienda, quae et quas omnino prohibemus, cassamus et annullamus, ac pro cassis, nullis et irritis haberi perpetuo decernimus atque declaramus. 6. Mandamus autem amnibus principibus, comitibus et baronibus sanctae Romanae Ecclesiae feudatariis, sub poena privationis feudorum, quae ab ipsa Ecclesia Romana obtinent; reliquos vero principes christianos et terrarum dominos praedictos hortamur in Domino, et in virtute sanctae obedientiae mandamus ut, pro divini nominis revetentia et honore, praemissa omnia, in suis dominiis ac terris huiusmodi, exactissime servari faciant, uberriman ab ipso Deo mercedem tam boni operis recepturi. 7. Ac universis venerabilibus fratibus patriarchis, primatibus, archiepiscopis et episcopis, aliisque locorum ordinariis, in virtude sanctae obedientiae, sub obtestatione divini iudicii et interminatione maledictionis aeternae, quatenus, in civitatibus et dioecesibus propriis, praesentes nostras literas sufficienter publicari faciant, et praemissa, etiam sub poenis et censuris ecclesiasticis, observari procurent. 8. Non obstantibus quibusvis constitutionibus et ordinationibus apostolicis, ac exemptionibus, privilegiis, indultis, facultatibus et literis apostolicis, quibusvis personis, cuiuscumque qualitatis et conditionis existentibus, sub quibuscumquetenoribus et formis, ac cum quibusvis, etiamderogatoriarum derogatoriis aliisque efficacioribus et insolitis, clausulis, necnon irritantibus et aliis decretis, is genere vel in specie, etiam motu proprio ac alias quomodolibet concessis, approbatis et innovatis, quibus, illorum tenores praesentibus pro expressis habentes, specialiter et expresse derogamus, caeterisque contrariis quibuscumque. 9. Volumus autem quos praesentes literae in Cancellaria nostra Apostolica et acie Campi Florae de more publicentur, et inter constitutiones perpetuo valituras describantur, et earum transumptis, etiam impressis, manu alicuius notarii publici subcriptis, et sigillo alicuius praelati munitis, eadem prorsus fides ubique adhibeatur, quae eisdem praesentibus adhiberetur, si forent exhibitae vel ostensae. Nulli ergo omnino etc. Datum Romae apud Sanctum Petrum, anno Incarnationis dominicae millesimo quingentesimo sexagesimo septimo, kalesdis novembris, pontificatus nostri anno II. Dat. die 1 nov. 1567. pontif. anno II.
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