Obituario
Mozart volvió a fallecer: el culebrón del verano
Carlos M. Fernández Fernández

Desde luego ningún amante de la música habrá dejado de leer la noticia que en este agosto caluroso propagan todos los medios de información general sobre la nueva causa de la muerte de Mozart: falleció de una infección estreptocócica. Las agencias recogen la referencia de un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine (Vol.151, número 4, 274-278) del que son autores los médicos Richard H.C. Zegers, Andreas Weigl y Andrew Steptoe. El abstract del artículo, único elemento al que hasta ahora he tenido acceso, relata:
La temprana muerte del compositor Wolfgang Amadeus Mozart el 5 de diciembre de 1791 ha fascinado el mundo durante más de 2 siglos. Se ha sugerido que el final de su enfermedad fue causada por envenenamiento, insuficiencia renal, púrpura de Henoch-Schönlein, la triquinosis, y muchas otras condiciones. El diario oficial de registro de muertes en la Viena de Mozart fue evaluado para proporcionar un marco epidemiológico en el que las observaciones de los testigos de la época pueden ser integradas. Todas las muertes registradas en Viena durante el mes de noviembre y diciembre de 1791 y enero de 1792 se analizaron, junto con los correspondientes períodos de 1790 a 1791 y 1792 a 1793. La muerte de 5.011 adultos (3.442 hombres, 1.569 mujeres) se registró en estos períodos. La media de edad de los fallecidos fue los 45,5 años (DE, 18,5) para los hombres y 54,5 años (DE, 19,9) para las mujeres. La tuberculosis y las condiciones asociadas representaron el mayor número de muertes; caquexia y desnutrición en segundo lugar, y el edema fue la tercera causa más común. Según relatos de testigos oculares, el sello distintivo de la enfermedad final de Mozart fue el grave edema. Las muertes por edema aumentaron notablemente entre los hombres jóvenes en las semanas que rodean la muerte de Mozart en comparación con el anterior y los años siguientes. Esta epidemia menor pudo tener su origen en el Hospital Militar. Nuestro análisis es coherente con que la última enfermedad y la muerte de Mozart se deba a una infección por estreptococos a un síndrome nefrítico agudo causado por una glomérulonefritis estreptocócica. La escarlatina, lo que representa la misma enfermedad subyacente de una perspectiva etiológica, es una posibilidad menos probable
La enfermedad final de Mozart y su muerte es sin duda una de los capítulos más fantásticos de su vida y sin lugar a dudas el que ha provocado más ríos de tinta siendo la mayoría especulaciones basadas en documentación de cuestionable autoría. Su enfermedad final se manifestó con síntomas similares a los que había sufrido previamente. Este nuevo estudio no hace más que confirmar una hipótesis ya establecida por Peter Davies (1989) en su obra Mozart in Person: His carácter and Healt. La ultima enfermedad comienza un 20 de Noviembre aunque había estado enfermo desde hacía tiempo atacado de fiebre alta, sudoración abundante, dolores abdominales y vómitos: los pies y las manos estaba muy hinchados y se lamentaba de intensos dolores al moverse: Este cuadro clínico podía asimilarse a un cuadro de artritis y edemas: Mozart fue asistido por Mathias von Sallaba, medico jefe del Hospital General de Viena quien le noto un exantema y diagnóstico una “crisis de fiebre Miliar”. Son muchas las hipótesis sobre la causa del fallecimiento de Mozart, mas hoy parece existir el acuerdo en torno al diagnostico de insuficiencia renal crónica, agravado por una infección terminal, y que el origen de su insuficiencia renal estuviese en infecciones estreptocócicas frecuentes en el curso de su vida. Davies ha demostrado la presencia de hipertensión arterial y uremia en el estado mental de Mozart, los delirios paranoicos y depresiones son comunes en los enfermos de uremia y constituyen una parte esencial del complejo sintomático de Mozart.
Por el momento los resultados de este nuevo estudio solamente confirman que Mozart falleció a causa de las complicaciones de una infección por estreptococos, como ya había dicho Davies, que era una enfermedad frecuente en la sociedad en que vivía. La nueva aproximación diagnostica Zegers, Weigl y Steptoe proponiendo que la causa del fallecimiento es debida a una infección aguda por este germen, carece de fundamento ya que para afirmarlo con esta rotundidad sería necesario realizarle a Mozart una serie de pruebas de laboratorio que confirmaran esta infección.
Por lo tanto sólo la evolución clínica de Mozart, basada en los testimonios de los actores, sería el método para detectar el carácter agudo o crónico de la enfermedad y en este contexto el trabajo de Davies, escrito hace 20 años, parece tomar fuerza ya que este nuevo estudio solo demuestra que la infección estreptocócica era frecuente en la época.
Bibliografía
Davies, Peter. (1983): “Mozart’s illnesses and death”. Journal of Royal Society of Medicine, 76, 776-785
Davies, Peter. (1987): “Mozart’s Left Ear. Nephropathy and Death”. Medical Journal of Australia, 147, 581-585
Davies, Peter. (1989): Mozart in person: His Character and Health. New York, Greenwood Press
Fernández Fernández, Carlos M. (1998): “Precisiones Médicas en torno a Mozart”. En Libro-Programa del Festival Mozart de La Coruña 1998. La Coruña, Consorcio para la promoción de la música. 25-29
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