Musicología
La historia de la música clásica latinoamericana
Redacción

Después de la independencia, hubo en el continente una época de reestructuración geopolítica realizada por la mayoría de las ex colonias de América Latina y la música clásica en latinoamericana también continuó su desarrollo, en otras palabras: su historia. Me gustaría mencionar algunos ejemplos como la Escuela de Chacao en Venezuela, dirigida por el Padre Sojo, los compositores de Minas Gerais como José Joaquín Emerico Lobo de Mesquita en Brasil, los compositores de la Escuela de Puebla, o la escuela cubana dirigida por Manuel Saumell, Ignacio Cervantes y Nicolás Espadero. La música durante este período de la historia sigue estando fuertemente influenciada por la estética europea. Sin embargo, este fenómeno no se mantendrá por más tiempo porque con el nacimiento de cada estado-nación en América Latina un particular enfoque hacia la composición de la música por parte de los compositores autóctonos estaba naciendo. Este punto de inflexión cultural e histórica se conoce como "Nacionalismo". Por ejemplo; en Brasil, Ernesto Nazareth y Alberto Nepomuceno escribieron música inspirada en el folclore brasileño y alentaron a los compositores a expresar sus ideas musicales usando elementos de la cultura autóctona brasileña. En este período, Alberto Williams de la Argentina, Agustín Barrios Mangoré en el Paraguay, Amadeo Roldán y Alejandro Caturla en Cuba, y Vicente Emilio Sojo en Venezuela comenzaron a hacer lo mismo ya que ellos deseaban crear y consolidar un estilo nacional que distinguiera la música de sus respectivos países.
Durante el siglo XX un grupo significativo de compositores de América Latina, así como intérpretes, alcanzaron el reconocimiento internacional. Alberto Ginastera, Carlos Guatavino y Astor Piazzolla de Argentina, Heitor Villalobos, Lorenzo Fernandez y Camargo Guarnieri de Brasil, Antonio Estevez, Inocente Carreño y Antonio Lauro de Venezuela, Manuel Ponce, Carlos Chávez y Silvestre Revueltas de México, entre otros, son una muestra de esta sinergia de creación latinoamericana. Además, ellos fueron invitados para interpretar y dirigir sus obras con las principales orquestas del mundo en Berlín, Nueva York, Boston, París, Viena, Barcelona, Leipzig, Madrid, Londres, Filadelfia.
Prominentes intérpretes como Arthur Rubinstein, Andrés Segovia, Nicanor Zabaleta, Erik Kleiber, Ernest Arsemet y Leonard Bernstein, han dedicado programas y grabaciones a compositores latinoamericanos. Aun más, la música de América Latina ha sido una fuente de inspiración para los compositores del siglo XX. Igor Stravinsky escribió un tango en su ópera The Rag Progress, Leonard Bernstein, escribió un mambo en su obra West Side Story. Por otra parte, Aaron Copland, que viajó extensamente por América Latina intercambiando ideas y amistad con muchos compositores latinoamericanos, escribió piezas inspiradas en este continente como Three Latin American Sketches, Danzón, y el Salón México. Hay más ejemplos como: Darius Milhaud Saudades do Brazil, Hans Werner Henze Memorias del Cimarrón, o Xavier Montsalvatge Cinco canciones negras, entre otros.
El mundo de la música clásica ha tenido destacados solistas de América Latina desde el siglo XIX. Vale la pena mencionar a la pianista venezolana Teresa Carreño, cuyo talento le permitió presentarse con las principales orquestas en Europa y EE.UU., además de ser admirada por músicos como Franz Liszt y Hans von Bülow. Más recientemente los melómanos en el mundo se han deleitado musicalmente con las interpretaciones de Martha Argerich, Claudio Arrau, Alirio Díaz, Aldo Parrisot, Rafael Puyana, Daniel Barenboim, EL Cuarteto Latinoamericano o actualmente por Gustavo Dudamel. Estos representan sólo algunos de los cientos de talentosos artistas de América Latina, que han sobresalido con sus interpretaciones en el mundo de la música clásica.
Otra contribución que América Latina ha hecho a la música clásica occidental es "El Sistema". El maestro Dr. José Antonio Abreu, un educador musical, compositor y director, creó en Venezuela hace más de 35 años un programa de música para potenciar y fomentar los valores positivos con niños y jóvenes mediante la práctica de la música en orquestas. Después de muchos años de duro trabajo "El Sistema" incluye a más de 250.000 personas y se está expandiendo por todo el mundo utilizando la música como una herramienta social constructiva que ofrece a niños y jóvenes la experiencia de aprender a vivir con dignidad y alejarlos de males sociales como la criminalidad, la drogadicción y el analfabetismo.
Durante los años ochenta, la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, liderada por dos distinguidos músicos, Eduardo Mata de México y Max Valdés de Chile, comenzó a publicar con el sello discográfico Dorian Records una serie de grabaciones de compositores de América Latina. Estas grabaciones alcanzan el nivel más alto en la interpretación musical y marcan un paradigma, porque empezaron a difundir a las audiencias en todo el mundo la calidad de la música de estos compositores.
Quisiera mencionar también que América Latina posee salas de concierto y opera de primera clase como el Teatro Colón de Buenos Aires y en el Teatro Teresa Carreño en Caracas, sólo para mencionar dos de ellos, donde el público ha disfrutado de ópera, música de cámara, ballet y conciertos. La educación musical universitaria ha crecido ya que los países tienen departamentos de música y conservatorios en donde forman a los músicos profesionales. Asimismo existen instituciones musicológicas como la Fundación Vicente Emilio Sojo en Caracas, Venezuela o el Instituto Nacional de Musicología "Carlos Vega" de Buenos Aires, Argentina. Además, en los EE.UU. hay instituciones como la Universidad de Indiana, la Universidad de Texas y la Universidad Católica en Washington D.C., que tienen centros de estudios e investigaciones sobre la música latinoamericana. De hecho, la Universidad de Texas publica una revista llamada The Latin American Music Review y en América Latina la Universidad de Chile publica la Revista Musical Chilena. Por otra parte, muy eminentes musicólogos como Robert Stevenson Murrell, Francisco Curt Lange, Malena Kuss, Gerard Behague, entre otros, han escrito libros sobre la música en América Latina desde la música barroca a la época moderna.
Quisiera concluir con la afirmación de que creo firmemente que el público y los músicos disfrutarán y se beneficiarán de la experiencia de escuchar e interpretar la música clásica de América Latina. Obras como: Sensemayá de Silvestre Revueltas, Sinfonía India de Carlos Chávez, La Cantata Criolla de Antonio Estévez, Bachianas brasileñas y Choros de Heitor Villa-Lobos, Estancias de Alberto Ginastera, María de Buenos Aires de Astor Piazzolla, han extasiado a los amates de la música y las artes en el mundo entero. Su historia ha sido un camino silencioso, pero sólido a través de los siglos.
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