Italia

El tango romano de Dido Bausch

Xoán M. Carreira
viernes, 3 de diciembre de 1999
Madrid, domingo, 28 de noviembre de 1999. Teatro Argentina. O Dido Direccion y coreografia de Pina Bausch. Escena de Peter Pasbst. Vestuario de Marion Cito. Bailarines: Ruth Amarante, Rainer Behr, Andrey Berezin, Stephan Brinkmann, Raphaelle Delaunay, Chrystel Guillebeaud, Na Young Kim, Daphnis Kokkinos, Jan Minarik, Cristiana Morganti, Nazareth Panadero, Jorge Puerta Armenta, Julie Shanahan, Shantala Shivalingappa, Fernando Suels, Aida Vanieri. Coproduccion del Thanztheater Wuppertal Pina Bausch y el Teatro di Roma con ocasion del Jubileo del 2000.
0,0001148 Según explica Luca Ronconi en La porta aperta, la revista bimestral del Teatro di Roma, uno de los objetivos del proyecto Giubileo era la realización de un ciclo de doce obras teatrales sobre La Eneida, una por cada uno de los libros del poema de Virgilio. Distribuidos entre los doce meses del año jubilar del 2000, serían realizados por otras tantas personalidades del panorama teatral internacional que tuvieran fuertes vinculos profesionales con la ciudad de Roma. Una de las primeras candidatas fue Pina Bausch, creadora de Viktor, un espectáculo romano estrenado en 1986.Interesada en el proyecto virgiliano desde el primer momento, Pina Bausch propuso una coreografía sobre el personaje de Dido, la seductora reina de Cartago que protagoniza el libro cuarto de La Eneida. La coproducción del Teatro di Roma y el Thanztheater Wuppertal de Pina Bausch, ha costado 13.000 millones de liras y ha obtenido un gran éxito de público. En la función de clausura, a la que asistí, el Teatro Argentina se inundó con los bravos y las ovaciones que fueron recibidas por la compañía al completo, incluyendo la totalidad de los técnicos, que arropaban la menuda figura de Pina Bausch vestida, como acostumbra, de negro riguroso.Sinceramente he de reconocer que no he conseguido entender la relación entre O Dido y la reina cartaginesa y dado que Pina Bausch nunca escribe textos de presentación para sus espectaculos, no me queda otra alternativa que ofrecerles la versión de un amigo romano: Eneas tiene un sueño acerca de como será Roma dos mil quinientos años posteriores y decide no fundar la ciudad y quedarse en Cartago disfrutando de la compañía de Dido. Interpretación subjetiva y no exenta de mordacidad, pero tan válida como otra cualquiera de las que pude escuchar en el foyer del Teatro Argentina, alguna en boca de personajes de fama internacional.En O Dido prima la danza sobre el teatro, lo cual no es habitual en las últimas creaciones de Pina Bausch, cuyo oficio brilla e incluso deslumbra por momentos. Pero en ningun momento alcance a ver en el escenario otra cosa que un espléndido métier y en casi todo momento lamenté la ausencia de creatividad e imaginación por mas que agradecí la abundancia de humor. En ocasiones con dosis nada razonables de sal gorda que contribuyeron a espabilar el aburrimiento producido por más de dos horas de escenas encadenadas sin nexos dramáticos aparentes.Con un tango de Piazzola tocado por Gidon Kremer como hilo conductor, Pina Bausch seleccionó canciones sefarditas, angolennas, argentinas y mexicanas, temas de Cyro Baptista, Nnenna Freelon, Joao Gilberto, Bobby Mc Ferrin, Portishead, Marc Ribot, Virginia Rodrigues, John Zorn, Chet Baker, Eartha Kitt, Roberto Murolo, Assalti Frontali y Paolo Modugno. Tampoco entendí la lógica de la seleccion. Incluso, por momentos, llegué a pensar que la elección de una música habia condicionado tanto la danza como la dramaturgia, al igual que parece haberlo hecho la elección de la espléndida y dúctil bailarina indostánica Shantala Shivalingappa, auténtica estrella de esta producción.
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