Discos
Traversa, el deconstructor
Paco Yáñez
Martino Traversa: Bianco, ma non troppo; Quadrato bianco, su sfondo bianco; Dopo il respiro; Rimane, l’eco; Quartetto per viola sola; Quartetto Nº2; Manhattan Bridge, 4:30 am. Roberta Gottardi, clarinete. Mario Caroli, flautas. Garth Knox, viola. Arditti Quartet. Ensemble Algoritmo. Marco Angius, director. Martino Traversa, productor ejecutivo. Antonio Verderi, ingeniero de sonido. Un SACD DDD de 61:41 minutos de duración grabado en el Teatro “G. Moruzzi” de Noceto, Parma (Italia), entre el 14 de septiembre y el 6 de octubre de 2008. NEOS 11023. Distribuidor en España: Diverdi
0,0001625
El italiano Martino Traversa (1960) cuenta en su curriculum formativo, además de su paso por las universidades del Mozarteum de Salzburgo y Stanford, un crucial periodo de aprendizaje con Luigi Nono, desarrollado entre 1987 y 1989, de cuya impronta dan buena fe no sólo algunos rasgos de su estilo como compositor, sino su vocación de activismo en el terreno musical, con proliferación de escritos, investigaciones en electroacústica y espacialización sonora, o la creación de la Fondazione Prometeo, en cuyo ideario se encuentra la promoción de actividades que pongan en estrecha relación las artes, la música y las ciencias, tal y como su mentor veneciano hizo en la magna composición homónima de la fundación italiana.De los años en que sobre Martino Traversa gravitaba con mayor obviedad la influencia de Luigi Nono, es la pieza para flauta baja y banda magnética Bianco, ma non troppo (1995-96), concluida a los seis años de la muerte de su maestro. Es imposible no recordar las obras finales de Luigi Nono escuchando esta composición, tanto por el uso de la electrónica y de la microtonalidad, como por su honda trascendencia, densidad filosófica y profundo sentido de la tragedia de la escucha, como metáfora de la consustancial tragedia humana del ser como ontología finita.
En las restantes obras esa presencia se diluye de algún modo, sin que aflore en la estética de Traversa un lenguaje sustantivo que pueda tomar el relevo de Nono, un genio que entre sus ‘discípulos’ sí cuenta con compositores que han alcanzado un verdadero estilo personal, como el alemán Helmut Lachenmann, el italiano Salvatore Sciarrino o el español Mauricio Sotelo. De algún modo, en Martino Traversa vuelve con fuerza la austeridad weberniana, reforzada por un deconstructivismo muy vinculado a las corrientes de la filosofía posmoderna europea. Ello es claramente audible en su lacónico Quartetto Nº2 (2007), donde el sonido se va atomizando hasta sostenerse a meros saltos entre los atriles, cual impulsos que mantienen un último rasgo de coherencia sonora antes de la disolución.
Según Marco Capra, Martino Traversa une la música y el elemento visual, casi llegando a lo descriptivo, en creaciones como Quadrato bianco, su sfondo bianco (2000), Dopo il respiro (2003), Rimane, l’eco (2004) o Manhattan Bridge, 4:30 am (2008). Todas ellas muestran partituras que parecen desmoronarse hacia la inexistencia, proceso de disolución acústica ya lejano a las ideas de Nono, flotando sobre ellas nuevas influencias de carácter más lírico y tímbrico.
De entre las piezas más recientes de este compacto, brilla con luz propia el Quartetto per viola sola (2006), con una viola desdoblada a través de la banda magnética, en un ejercicio de virtuosismo instrumental y fuerza que se alía con la espacialización para regalarnos una composición de impacto que se agradece dentro de unas obras tardías que parecen divagar algo desnortadas por momentos. Considero que resulta la pieza más sólida, arriesgada y notable de este compacto, junto con la aún noniana Bianco, ma non troppo, cada una de ellas en un estilo plenamente diferenciado.
Las interpretaciones son muy notables, por lo que se refiere a los conjuntos instrumentales, con el Arditti Quartet y el Ensemble Algoritmo dirigido por Marco Angius; y excelentes en lo referido a los solistas, con un soberbio Mario Caroli en las flautas y un increíble Garth Knox en el Quartetto per viola sola, donde lleva a cabo un auténtico tour de force para viola digno de conocer. Siempre he echado de menos en el Arditti Quartet al irlandés tras su abandono del cuarteto londinense, y aunque su puesto está muy bien cubierto en la actualidad, su impecable técnica y musicalidad siguen sonando con contundencia tanto en sus viejas grabaciones con los Arditti, como en sus numerosas apariciones como solista en los últimos años.
Las tomas sonoras son, en general, notables, con alguna pieza registrada de forma especialmente brillante, como la interpretada por Garth Knox, algo que realza aún más su extraordinaria lectura musical. El libreto de NEOS resulta algo escaso en cuanto a análisis de las obras, mientras que en cuanto a biografías de artistas y fotografías es, como siempre, generoso.
Este disco ha sido enviado para su recensión por Diverdi
Comentarios