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Paolo Pinamonti, nuevo director de la Zarzuela
Redacción
Durante la rueda de prensa, Palomero ha destacado que es la cuarta vez que el INAEM lleva a cabo un proceso abierto y transparente para la selección de la dirección de uno de sus centros artísticos, tras el realizado para la Compañía Nacional de Danza, el Ballet Nacional de España y la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
El responsable del INAEM ha recordado que el proceso de selección, cuya presentación de propuestas se inició el pasado 8 de marzo, finalizó el 6 de mayo de 2011 con 27 candidaturas presentadas. Como en todos los anteriores procesos de selección, las propuestas debían estar acompañadas de un proyecto integral de gestión para el Teatro de la Zarzuela, según establece el nuevo estatuto del Teatro de la Zarzuela publicado el pasado 5 marzo en el BOE. El proyecto de gestión de Pinamonti pasará, por tanto, a ser la base del Plan Director que marcará las líneas generales de actuación del Teatro en los próximos cinco años.
De igual forma, Palomero ha explicado que, tras el periodo habitual de consultas técnicas al INAEM por parte de las candidaturas, el pasado mayo se sometió la totalidad de los proyectos presentados a la valoración del Consejo Artístico de la Música. Éste órgano asesor seleccionó un número muy reducido de candidaturas, recibiendo la de Paolo Pinamonti el respaldo unánime de todos sus miembros.
El proyecto de Pinamonti para el Teatro de la Zarzuela
El director general del INAEM considera el proyecto presentado por Pinamonti como una propuesta que pretende dar el impulso definitivo al teatro lírico español dentro y fuera de nuestro país. De igual forma, Palomero ha valorado “la contrastada capacidad de gestión artística de Paolo Pinamonti en distintas y prestigiosas instituciones internacionales y su estrecha vinculación a la música española a lo largo de su carrera”.
Las tres grandes líneas del proyecto de Pinamonti son la ampliación del repertorio lírico español con especial atención a la zarzuela y a nuevas propuestas escénicas; la difusión nacional e internacional de este patrimonio mediante coproducciones y giras; y la formación a través de la puesta en marcha en el propio teatro de un Centro de Interpretación de la Zarzuela. En su propuesta señala, de igual forma, la necesidad de “fortalecer la colaboración con las compañías de danza del INAEM y llevar a cabo proyectos artísticos conjuntos”.
Renovación del repertorio
En el ámbito de la recuperación, Pinamonti, considera de gran importancia en su propuesta “realizar un esfuerzo en ampliar el repertorio lírico del Teatro como medida básica para rescatar y preservar este patrimonio”. Una ampliación que tiene que plantear sus proyectos “en estrecha colaboración con reconocidas instituciones académicas y de investigación de este ámbito, y con un calendario y un plan de ediciones bien definidos”. En este sentido, los principales campos de actuación serán:
a) Recuperación de títulos del teatro lírico español del siglo XVIII hasta el inicio del siglo XIX;
b) Revisión de las óperas y de las zarzuelas que están en el origen específico de este género;
c) Recuperación de títulos de la época áurea de la zarzuela, entre la segunda midad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX;
d) Recuperación de importantes y significativos obras líricos del final del siglo XIX y del inicio del siglo XX relacionados a la ópera lírica española y la ópera de cámara.
En su proyecto, Pinamonti hace hincapié en la necesidad que el teatro lírico español tiene, en esta fase de su larga e importante historia, de invertir en su difusión no sólo nacional, sino, sobretodo, internacional: “Por su carácter castizo, propio y único de este género, la zarzuela debe someterse a un proceso de renovación, y establecer un diálogo serio a nivel internacional con el resto de géneros musicales”. Esta internacionalización, señala, puede llevarse a cabo a través de coproducciones, giras internacionales en los grandes festivales líricos y nuevas propuestas en la realización escénica ligadas a la creación actual.
Pinamonti propone la creación de una academia de interpretación lírica de la zarzuela que mantenga y actualice las específicas modalidades interpretativas del género, “abierta también a los jóvenes de otros países, no sólo puede constituir un vivero de voces para la temporada del Teatro sino que, además, puede ayudar a difundir la zarzuela en otros países de nuestro entorno cultural”.
Colaboraciones con el BNE y con la CND
En su proyecto, Pinamonti califica de fundamental la planificación de un proyecto de colaboraciones con los dos centros de creación de Danza del INAEM en un doble sentido: como sede natural de las dos compañías y para puesta en marcha de proyectos puntuales de colaboración para la recuperación de las grandes páginas musicales de la danza española.
Por último, el próximo director del Teatro de la Zarzuela considera importante poner en marcha, con la idea de dirigir la programación del Teatro de la Zarzuela hacia una significativa ampliación y diversificación del público, otras iniciativas para hacer del Teatro de la Calle Jovellanos una casa lo más abierta posible como ciclos de conferencias o conciertos de cámara, al margen del mantenimiento de los ciclos ya consolidados que se desarrollan en el Teatro.
Paolo Pinamonti
Paolo Pinamonti (Venecia, 1958) se licenció en filosofía, piano y estudió composición. Desde 1992 a 1996 fue asistente de la dirección artística del Festival de Música Contemporánea de la Bienal de Venecia. Como director artístico ha sido responsable, entre 1997 y 2000, del Teatro La Fenice de Venecia; director general y director artístico del Teatro Nacional São Carlos de Lisboa entre 2001 y 2007; director artístico del «Festival Mozart» de A Coruña entre 2007 y 2010; y, desde 2010, es el director artístico del «Festival de Música sacra del Baixo Alentejo – Terras sem Sombra».
En el ámbito académico es, desde 1992, profesor e investigador de Musicología en la Universidad «Ca’Foscari» de Venecia, donde imparte los cursos de «Teoría y técnicas de los lenguajes musicales contemporáneos» y de «Historia de la música contemporánea» y, desde 2009, miembro del Consejo del Patronato de la Fundación Archivo Manuel de Falla.
Su labor de investigación se ha dedicado principalmente, en estrecha colaboración con el Archivo Manuel de Falla de Granada, al estudio de la figura de este compositor, organizando en 1987 en Venecia una Conferencia Internacional sobre la relación entre su producción y la vida musical europea de esos años, siendo publicados sus trabajos en 1989 en la editorial Olschki de Florencia baja el título “Manuel de Falla tra la Spagna e l'Europa”. Otro fruto de esta investigación, fue la publicación en 1988 de las composiciones musicales inéditas de Manuel de Falla para El gran teatro del mundo de Calderón de la Barca (Venecia Marsilio), así como la publicación de sus escritos en primera edición italiana (Milán, Ricordi 1994) y la revisión de la primera monografía crítica importante sobre Falla, redactada por Jaime Pahissa (Milán, Ricordi 1996), año del cincuentenario de la muerte de Manuel de Falla.
De igual forma, su vinculación e interés hacia la música española se ha puesto de manifiesto a lo largo de su carrera en numerosas ocasiones. Ya en 1987, coordinó en el Teatro de la Fenice un gran homenaje a Manuel de Falla con varios conciertos, que incluyeron el estreno en los tiempos modernos de la primera versión de El amor brujo, o el estreno italiano de la pantomima El corregidor y la molinera.
Más tarde, en 1988 en Vincenza, llevó a cabo otro homenaje a la rica tradición musical de España, organizando en el Teatro Olimpico, otro festival con el estreno del Gran Teatro del Mundo de Calderón y la música escénica de Falla, o con conciertos desde la polifonía del siglo XVI hasta la primera presentación en Italia de la música de Gerhard o de las nuevas voces españolas contemporáneas. En la Biennale de Venecia de 1995 promovió el estreno italiano del Officum Defuctorum de Cristóbal Halffter.
También reseñar, para la temporada 2006-07, la organización del I Festival de Flamenco del en colaboración con el Ministerio de Cultura de español, siendo director artístico del Teatro de São Carlos de Lisboa.
Sus primeras responsabilidades artísticas fueron en las ediciones de 1984-1985 y 1992-1996 de los Festivales de Música Contemporánea de la Bienal de Venecia, donde fue asistente de dirección artística haciéndose cargo no sólo de la secretaría artística del Festival, sino también de los aspectos de producción como el del estreno mundial del Prometeo. La tragedia dell’ascolto di Luigi Nono; de la coordinación científica y editorial en los festivales de 1985; de la dirección técnico-artística del festival “Con Luigi Nono” (1992-1993) y de la programación artística en el 46º Festival, el del centenario de la Biennale de Venecia: “L’ora di là dal tempo” (1995).
Tras su trabajo en la Bienal, fue nombrado en 1997 Director Artístico del Teatro La Fenice de Venecia, cargo que ocupó hasta el 2000. En ese periodo su trabajo fue reconocido con tres premios «Abbiati», concedidos por la Asociación Nacional de Críticos Musicales (el primero de estos galardones fue otorgado a la mejor novedad, el estreno en Italia de Aus Deutschland de M. Kagel con la puesta en escena de Herbert Wernicke; el segundo, al mejor montaje escénico, La zorrita astuta de Leos Janacek con la puesta en escena de David Pountney, y el tercero, a la mejor iniciativa en el campo de la experimentación teatral, con el ciclo «L’altra scena»).
Entre las nuevas producciones realizadas bajo su dirección artística en el teatro La Fenice destacan: Don Perlimplín, de Bruno Maderna, y El rey de Harlem, de Hans W. Henze, con libretos basados en Los amores de Don Perlimplín y Belisa en su jardín y en Poeta en Nueva York respectivamente, de Federico García Lorca (coproducción del Festival Internacional de Música de Granada, el teatro de la Zarzuela de Madrid y el teatro La Fenice); Fenice 108 de John Cage-Merce Cunningham, dirección de escena de Robert Rauschenberg, dirección musical Arturo Tamayo, estreno absoluto; o Entführung im Konzertsaal de Kagel, dirección de escena de Herbert Wernicke, dirección musical Johannes Haneit, estreno absoluto.
Al frente de este teatro promovió las giras internacionales de sus cuerpos estables al Festival de Dresde (Vicente Martin y Soler, Una cosa rara, dirección de escena de Toni Servillo, dirección musical Giancarlo Andretta); Festival de Granada y a los teatros de ópera de Tokio y Osaka.
Internacionalización del Teatro Nacional São Carlos de Lisboa
En abril de 2001 fue nombrado por Antonio Guterres, Primer Ministro de de Portugal, para asumir la doble responsabilidad de sobreintendente y director artístico del Teatro Nacional São Carlos de Lisboa. Cargo en el que fue ratificado de nuevo para un segundo mandato por el primer ministro José Manuel Durão Barroso para los años 2004-2007. Durante estos seis años, realizó numerosas nuevas producciones líricas, entre las que se cuentan: Four Saints in Three Acts, de Virgil Thomson, dirección de escena de Bob Wilson, dirección musical Jonathan Webb, estreno en Portugal. De Chaicovsky, Charodeika, dirección de escena de David Pountney, dirección musical Zoltán Peskó, primer estreno fuera de San Petersburgo; De Azio Corghi con libreto de José Saramago, Il Dissoluto assolto, dirección de escena de Andrea de Rosa, dirección musical Marko Letonja, estreno absoluto; Montezuma de Antonio Vivaldi, dirección de escena de Stefano Vizioli, dirección musical Alan Curtis, primera audición en los tiempos modernos.
En ese periodo fue responsable de poner en marcha la primera Tetralogía wagneriana asumida en su historia por el Teatro Nacional São Carlos de Lisboa, cuya dirección de escena fue encomendada al director inglés Graham Vick, y que obtuvo un rotundo reconocimiento del público y la crítica nacional e internacional.
Entre 2007 y 2010 fue director artístico del «Festival Mozart» de A Coruña. A lo largo de cuyas ediciones promovió homenajes a los directores de escena Herbert Wernicke, Giorgio Strehler y Graham Vick, con los estrenos en España de las óperas: Actus Tragicus de Bach, dramaturgia y dirección escénica de Wernicke; Le Nozze di Figaro de Mozart con la dirección escénica de Strehler; y tres producciones de Vick: Mitridate re di Ponto, Zaide de Mozart y Werther de Massenet, inéditas en España..
Ediciones críticas
En el terreno de la ópera, Paolo Pinamonti ha efectuado varias ediciones de partituras melodramáticas del Siglo XIX. Ejemplo de ello son la restauración de la versión del estreno, Venecia 1833, de la Beatrice di Tenda de Bellini, o Le convenienze ed inconvenienze teatrali de Donizetti, representadas ambas en el teatro de La Fenice en 1987 y 1988, respectivamente. En esta misma corriente, se inscribe la edición crítica de la ópera Sigismondo de Rossini, edición que se encuadra dentro de las ediciones críticas rossinianas “Fondazione Rossini” de Pésaro y de la Ricordi de Milán de inminente publicación, cuya representación se estrenó en el “Rossini Opera Festival” de Pésaro en agosto de 2010.
El 13 de febrero de 2006 fue condecorado con el grado de Comendador de la Orden del Infante Don Enrique por el Presidente de la República Portuguesa, Dr. Jorge Sampaio.
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