Argentina
Excelente noche musical
Gustavo Gabriel Otero

Las iniciativas culturales en la Argentina no soportan, generalmente, el paso del tiempo. En este contexto la continuidad de Conciertos Pilar Golf, que ya transita su octava temporada, es un hecho más que relevante. La inteligente dosificación del repertorio, la inclusión de los mejores artistas nacionales y el respeto por el público ya son sellos indelebles de este emprendimiento, coordinado por Graciela Nóbilo, que ofrece ocho conciertos un sábado por mes entre abril y noviembre para la gente que ha huido de la gran ciudad de Buenos Aires -para refugiarse en barrios cerrados, clubes de campo, quintas y otros de la zona norte- y que de esa forma ha logrado un equilibrio con la naturaleza y el deporte pero no con la cultura y que gracias a Conciertos Pilar Golf tiene la oportunidad de encontrar no sólo algo más de tranquilidad sino también arte y del mejor.
En este séptimo concierto del año 2011 se contó con la presencia de la destacada soprano argentina Verónica Cangemi acompañada por siete solistas de la Orquesta Barroca Argentina.
Es importante destacar que durante veinte años la carrera de Cangemi se ha desarrollado en Europa y, salvo dos pequeñas participaciones a los inicios de sus actuaciones en el Teatro Colón, los argentinos no hemos tenido oportunidad de escuchar en vivo en nuestra patria a la notable cantante mendocina. El puntapié inicial para sus actuaciones en la Argentina de este año lo dieron los organizadores de Pilar Golf. Luego se sumaron otras instituciones que contarán con la artista en sendos conciertos con repertorio similar a éste. Así se presentará el 18 de noviembre en su Mendoza natal, el 22 en el Teatro Colón, el 24 en Rosario (provincia de Santa Fé) y el 25 en el Teatro Argentino de La Plata.
La intimidad que se logra entre los artistas y el público en el Auditorio de Pilar Golf resultó perfecta para el repertorio elegido y así Verónica Cangemi pudo desplegar sus dotes actorales, canoras y expresivas junto a la excelencia de Paula Waisman y Roberto Rutkauskas (violines barrocos), Alejandro Fiore (viola), Dolores Costoyas (archilaud), Juan Manuel Quintana (viola da gamba), Jorge Lavista (clave) y Federico Abraham (contrabajo), quienes se lucieron en los cuatro momentos orquestales solistas: la Obertura de Rinaldo y la Passacaille de Radamisto de Händel, y el Concerto para cuerdas y el Adagio para laúd y cuerdas en Re mayor de Antonio Vivaldi; y fueron adecuado soporte en las diversas arias abordadas.
Momento del concierto
© 2011 by Liliana Morsia
Ya desde su entrada con dos arias de Ariodante de Händel ('Vezzi, lusinghe' y 'Volate amori') Verónica Cangemi impresionó por su dicción perfecta y su excelente comunicatividad. La exacta dosificación de la contenida emoción de las partes lentas y el arrojo canoro de las de bravura signó las interpretaciones de los dos momentos de Giulio Cesare de Händel: ‘Piangeró la sorte mia’ y ‘Da tempeste il legno infranto’.
En la segunda parte sus dotes anteriores se complementaron con una asombrosa capacidad de fiato y sus agilidades perfectas para interpretar 'Alto Giove' de la ópera Polifemo de Nicola Porpora y 'Un raggio di speme' del Orlando Furioso de Vivaldi. El final con 'Agitata da due venti' de Griselda de Antonio Vivaldi fue una lección de brillo, vehemencia y coloraturas barrocas.
Ante el aplauso del público los artistas interpretaron ’Lascia ch’io pianga’ de Rinaldo de Händel en un momento intensa de emoción y que puso punto final a una excelente noche musical en Pilar Golf.
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