Italia
Monteverdi a ritmo de hammond
Alejo Palau
Adentrarse al conjunto arqueológico de Caracalla siempre es una maravilla, y más cuando es para disfrutar de una producción de interesante calado, como es el caso.
El Festival de las Termas ha inaugurado con este espectáculo el nuevo espacio de la Palestra Oriental, que, con una capacidad para 300 personas, permite hacer funciones más íntimas y de menor formato.
Antes de entrar al área de la Palestra, en una sala previa, nos reciben los percusionistas Antonio Caggiano y Gianluca Ruggeri, que interpretan la obra Orazi e Curiazi de Giorgio Battistelli. Una compleja partitura de tintes tribales que mezcla voz y música y se inspira en los orígenes de Roma y la lucha por el poder de las primeras comunidades del Lazio. El público, de pie, rodea a los intérpretes, que durante 15 minutos, hacen sonar la peculiar composición.
Antonio Caggiano y Gianluca Ruggeri
© 2012 by Lelli y Masotti
Una vez finalizado, es el momento de tomar asiento. Los personajes están actuando a nuestra llegada. Cristina Zavalloni, que interpreta a Clorinda, se encuentra sobre un montículo. Viste una armadura y está de rodillas. Tras ella, sentado en una silla y de espaldas, Roberto Abbondanza, que es Il Testo, caracterizado como un monje, espera el inicio de la función. Y es que ha quedado demostrado que, pese a su antigüedad, los directores de escena saben sacar mucho partido a Il Combattimento di Tancredi e Clorinda de Monteverdi.
Zavalloni y Carola
© 2012 by Lelli y Masotti
Cuando empieza, todos se moverán y la acción cobrará un brillante realismo. Tancredi, representado por Lorenzo Carola, hará su aparición a lomos de un gran caballo negro. También armado, luchará de forma salvaje y encarnizada con Clorinda mientras Il Testo narra su historia. Se tirarán por el suelo, embarrándose y arrastrándose.
El apartado escénico, diseñado por Mario Martone, fue lo más notable de la velada, a excepción del veterano Abbondanza y de la Orchestra, pues Carola tiene una voz muy pequeña y Zavalloni, antigua cantante de jazz reconvertida en lírica, tiene que terminar de trabajar su instrumento, aunque estuvo correcta.
Zavalloni y Carola
© 2012 by Lelli y MasottiEl madrigal operístico ha llegado a Caracalla bajo una versión revisada del mismo Battistelli que incluye un continuo con órgano hammond, bajo y slide guitar. También se burla la tradición con el personaje de Il Testo, que no es interpretado por un tenor, sino por un barítono. Una licencia que, pese al escepticismo que me provocó al principio, no interfiere en la esencia de la obra. Es más, funciona muy bien con el montaje e incluso aporta cierto misticismo.
La dirección musical corrió a cargo de Erasmo Gaudiomonte, que estuvo frente de la impecable Orchestra del Teatro dell’Opera.
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