Canadá

Digno homenaje a Wagner

Horacio Tomalino
viernes, 1 de febrero de 2013
Montreal, jueves, 15 de noviembre de 2012. Opera de Montreal. Place des Arts. Sala Wilfried Pelletier. El holandés errante (Der Fliegende Hollander). Opera romántica en tres actos con música y libreto de Richard Wagner (1813-1883) basado en una obra de Heinrich Heine (1797-1856) titulada "Las Memorias del Señor Von Schnabelewopski" (1834) cuyo capítulo VII contiene la "Historia del Holandés Errante". Estreno: Hofoper de Dresde, el 2 de enero de 1843. Christopher Alden, dirección escénica. Elenco: Thomas Gazheli (El holandés), Rheinhard Hagen (Daland), Maida Hundeling (Senta), Endrik Wottrich (Erik), Emilia Boteva (Mary), Kurt Lehmann (Timonel). Coro y Orquesta del Teatro. Keri-Lynn Wilson, director musical. Temporada 2012-13
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Digno homenaje rindió la Opera de Montreal al compositor alemán Richard Wagner en el bicentenario de su nacimiento, programando una producción de El Buque Fantasma que tuvo mucho de meritorio y que debería alentar a la compañía a apostar más frecuentemente por este tipo de repertorio.

En primer lugar, significó un gran acierto convocar a la talentosa Keri-Lynn Wilson -quien además en esta ocasión dirigió el primer Wagner de su carrera -a asumir la dirección musical de la representación. Pilar fundamental en el éxito de la noche, la directora musical supo al frente de una orquesta metropolitana en inmejorable estado, sostener con buen pulso el drama y brindar una lectura vibrante -aunque no por ello exenta de detalles y delicadezas-, rica en esmaltes de colores sonoros y de gran sabiduría. A contar por lo oído, puede augurársele un prometedor futuro en este repertorio.

A cargo del rol del atormentado holandés, fue altamente satisfactoria la labor del barítono alemán Thomas Gazheli, quien dominó la escena con una voz sólida, generosa y homogénea en todo el registro que condujo con gran clase, siempre dentro de la más estricta tradición alemana.

 

Gazheli, Hundeling y Hagen en 'El holandés errante'. Producción de Christopher Alden

Todos estos calificativos caben asimismo para el bajo Reinhard Hagen, un calculador Daland de enorme autoridad tanto vocal como escénica.

Una muy grata impresión dejó el tenor Endrick Wottrich como el cazador Erik, parte en la que lució seguros medios, un agudo vigoroso y una gran prestancia sobre el escenario. El tenor Kurt Lehmann demostró su profesionalismo interpretando al timonel del buque fantasma.

 

Hundeling en 'El holandés errante'. Producción de Christopher Alden

De las voces femeninas, la soprano Maida Hundeling convenció aunque con reparos como Senta, parte en la cual supo ir siempre de más en más a medida que avanzó la ópera. Su voz rica y bien timbrada en la zona central le dio satisfacciones al oído fundamentalmente en su aria de entrada ‘Johohoe!... Traft ihr das Schiff im Meere…’, sin embargo, y a pesar de que se le vio muy cuidadosa en las zonas de pasaje, no pudo evitar que su voz mostrase varios colores y sonara chillona en los agudos así como descolorida en los graves.

La siempre solvente Emilia Boteva fue efectiva como la nodriza Mary.

El coro de la casa dirigido por Claude Webster tuvo una de las mejores prestaciones que se le recuerden en mucho tiempo.

 

Gazheli en 'El holandés errante'. Producción de Christopher Alden

La producción escénica proveniente de la ópera de Toronto que firmó Christopher Alden, y que tanta controversia generó en su estreno hace pocos años atrás, pareció mucho menos transgresora que antaño. Con una decorado único y pocos elementos, el director de escena americano obtuvo un trabajo excepcional y que -a pesar de sus tintes actuales- no traicionó en la esencia de la trama, con la única salvedad que en esta versión escénica Senta muere acribillada por las balas que le propina Erik al final de la ópera.

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