España - Madrid
Dulces ecos marineros
Germán García Tomás

Tras casi 20 años sin ser representada en su escenario, el coliseo de la calle Jovellanos ha presentado una nueva producción de la versión operística de Marina de Emilio Arrieta. Los musicólogos Ramón Sobrino y María Encina Cortizo se han encargado de la edición crítica para esta producción, para lo cual han consultado las fuentes musicales empleadas en el estreno en 1871 de Marina como ópera en el Teatro Real. Dicha edición crítica incorpora dos números inéditos en el acto segundo (el más mermado de los tres en las versiones tradicionales): un dúo de cierto españolismo a la Barbieri entre Marina y Roque que dota de mayor profundidad psicológica al personaje titular, y una sardana orquestal de inspiración más verdiana que belcantista.
Los afortunados aficionados que tuvieron la dicha de asistir hace dos décadas a aquellas inolvidables representaciones de la ópera en el Teatro de la Zarzuela, recordarán con nostalgia y admiración la huella indeleble del tenor Alfredo Kraus en el papel de Jorge y el barítono Vicente Sardinero como Roque en lo que constituyó una de las últimas apariciones en escena de estos dos grandes titanes de la lírica española. Sobre todo la recreación del genial tenor canario del personaje de Jorge quedará enmarcada en los anales de la interpretación tanto a nivel escénico como discográfico (su última grabación en estudio de 1998, un año antes de su muerte, para Audivis, junto a María Bayo, Juan Pons y Enrique Baquerizo, bajo la batuta de Víctor Pablo Pérez, demuestra que aún conservaba trazas del genuino material canoro de sus gloriosos años: límpido metal y naturalidad pasmosa en el agudo). Evidentemente, las comparaciones del pasado son odiosas con el plantel de voces presentes, pero los sólidos cantantes escogidos para esta producción, íntegramente españoles, consiguieron revivir los dulces ecos de otras épocas doradas para la lírica.
Los cantantes que dan vida a los cuatro personajes principales se alternan en cada una de las funciones, por lo que no existe un primer reparto al uso. El que escribe estas líneas asistió al de Carmen Romeu, Mikeldi Atxalandabaso, Luis Cansino y Rubén Amoretti, aunque estrenaron la obra con éxito clamoroso Mariola Cantarero, Celso Albelo, Juan Jesús Rodríguez y Simón Orfila. La voz de la joven soprano valenciana Carmen Romeu en el papel protagonista fascinó por una frescura que exhibió de forma plena, dibujando sabiamente en su impecable y cadencioso fraseo filados y pianissimos de gran exquisitez, ayudada por su encantadora desenvoltura en el escenario que no hizo en absoluto ñoña su caracterización. Bordó su romanza de salida (“Pensar en él”) y el rondó final con solo de flauta que recuerda el aria de la locura de la Lucia donizettiana.
El papel de Jorge es junto al de Marina el de mayor exposición en el tercio agudo y el tenor vasco Mikeldi Atxalandabaso, ganador del Premio Lírico del Teatro Campoamor de Oviedo en la categoría de mejor intérprete de zarzuela y debutante en el Teatro, supo sobrellevar ampliamente la exigencia vocal del Nemorino a la española. Aunque el personaje de Jorge luciría algo más con una tesitura de mayor carnosidad y robustez en el centro vocal, Atxalandabaso como lírico-ligero, dotó a su caracterización de enorme nobleza de canto, a pesar de cierto filo al atacar los agudos.
Escena de 'Marina' de Arrieta. Ignacio García, dirección escénica. Teatro de la Zarzuela de Madrid, 2013
© Teatro de la Zarzuela
Los personajes de Roque y Pascual, aunque de menor protagonismo vocal que los precedentes, requieren de dos cantantes competentes que sirvan para redondear el cuarteto vocal principal, y los mismos encontraron dignos defensores en Luis Cansino y Rubén Amoretti respectivamente, ambos con voces de gran profundidad (especialmente en el grave la del primero, “terco y rudo trabajador que pulir quisiera” su “áspera voz”), que fueron el contrapunto perfecto a la pareja protagonista. A ambos cantantes se les pudo ver en la pasada temporada de La Zarzuela interpretando papeles secundarios en la nueva producción de la ópera El gato montés de Penella.
Escena de 'Marina' de Arrieta. Ignacio García, dirección escénica. Teatro de la Zarzuela de Madrid, 2013
© Teatro de la Zarzuela
La dirección musical de Óliver Díaz al frente de la Orquesta de la Comunidad de Madrid estuvo desde el primer momento plenamente al servicio de los cantantes, aunque hubiera sido deseable mayor perfilamiento de matices en una partitura plagada de bello melodismo belcantista, así como algo menos de velocidad en ciertos momentos, como las partes finales de los concertantes del primer y segundo actos. La masa coral posee gran protagonismo durante toda la obra, especialmente las voces masculinas, y los integrantes del Coro del Teatro de la Zarzuela se sincronizaron eficazmente con el tempo acelerado que emergía del foso.
Escena de 'Marina' de Arrieta. Ignacio García, dirección escénica. Teatro de la Zarzuela de Madrid, 2013
© Teatro de la Zarzuela
La propuesta escénica de Ignacio García, un tanto oscurantista en el empleo de la iluminación pero que sirve eficazmente para describir un ambiente eminentemente marinero, ha desprovisto al libreto de Francisco Camprodón (adaptado por Miguel Ramos Carrión para su conversión operística) de su acostumbrado carácter almibarado, subrayando especialmente el componente verista, de dureza en el trabajo, en su retrato del puerto de Lloret de Mar, al que igualmente ha ayudado a contextualizar a nivel folclórico la inédita sardana instrumental.
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