España - Canarias

Afortunada bohemia

Sergio Corral
lunes, 1 de julio de 2013
Las Palmas de Gran Canaria, miércoles, 19 de junio de 2013. Teatro Pérez Galdós. La Bohème , ópera en cuatro cuadros. Libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica basado en la obra teatral ‘La vie de bohème’ de Henri Murger (1849). Música de Giacomo Puccini. Estrenada en el Teatro Regio de Turín el 1 de febrero de 1896. Edición Kalmus. Mario Pontiggia, dirección artística y escénica. Claudio Martín, coreografía y vestuario. Antonella Conte , diseño escenográfico. Alfonso Malanda, diseño de iluminación. Andrea Albertin, repetidor y banda. Raúl Vázquez, asistente de dirección escénica. Laura Navarro, regiduría general. Elenco: Fiorenza Cedolins (Mimì), Massimiliano Pisapia (Rodolfo), Beatriz Díaz (Musetta), Giorgio Caoduro (Marcello), Simone Del Savio (Schaunard), Felipe Bou (Colline), Jeroboám Tejera (Benoît y Alcindoro), y Rubén Pérez Rodríguez (Parpignol). Coro infantil de la OFGC (Marcela Garrón, dirección). Coro de la Ópera de Las Palmas de Gran Canaria (Olga Santana, dirección). Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Stefano Ranzani, dirección musical
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Cualquier persona que hubiera asistido únicamente a la representación de este título, dentro de toda la actual temporada de ópera, sin conocer los problemas económicos que atraviesa la asociación encargada de programar estos eventos, te miraría con extrañeza si intentaras abrirle los ojos a la realidad. Nada de lo presenciado en esta nueva producción de ACO nos permite hacer mención de la crisis, y si la nombramos ahora es para referirnos a la sorpresa y extrañeza originada ante lo que pudimos contemplar.

Una extrañeza imbuida de alegría, y esperanza por una aparente normalidad de la situación, ya que lo observado nos remite a momentos “habituales” vividos en muy anteriores ediciones del Festival. El despliegue de medios para la escenografía y la inteligente disposición de los mismos para recrear las atmósferas de cada cuadro, el vestuario, el nutrido elenco de participantes compuesto por los miembros del coro adulto e infantil, más bailarines, figurantes y voces solistas, nos llevaban a otro momento que no era el actual.

No existió la estrechura de medios y la austeridad de la que hicieron gala las otras producciones de esta temporada. Aquí podríamos decir aquello de “se tiró la casa por la ventana”; y de manera acertada ya que dio sus frutos, para alegría de los aficionados y de las arcas de la asociación.

 

Momento de la representación de 'La Bohème' de Puccini. Las Palmas de Gran Canaria, Teatro Galdós, junio de 2013. Mario Pontiggia, dirección escénica. Stefano Ranzani, dirección musical

No sólo hablamos de cantidad, sino también -y fundamentalmente- de la calidad artística ofrecida por todos los miembros que participaron en esta producción. Y es aquí donde destacaremos, en primer lugar, la magnífica labor llevada a cabo por Stefano Ranzani al frente de la O.F.G.C. El maestro milanés supo plasmar con mesurada intensidad todos los matices líricos y expresivos de la música de Puccini, subrayando con ello la profundidad de las arias y coros gracias a unas cuerdas de suaves texturas, sin aristas. Coros que se mostraron ágiles y bien entonadas en cuanto a las voces infantiles; y moderados en intensidad y bien conjuntadas las voces de las distintas tesituras del coro de los adultos.

La Musetta de Beatriz Díaz, aunque no sentó cátedra, fue memorable porque supo aunar en su papel las dotes excepcionales de su limpia voz con una adecuada actitud dramática, pudiendo afirmar lo mismo, en cuanto al binomio voz-interpretación, del barítono Giorgio Caoduro en el rol de Marcello, uno de los papeles mejor perfilados de la noche.

 

Momento de la representación de 'La Bohème' de Puccini. Las Palmas de Gran Canaria, Teatro Galdós, junio de 2013. Mario Pontiggia, dirección escénica. Stefano Ranzani, dirección musical

La soprano Fiorenza Cedolins inició su actuación con ligeros problemas de impostación que paulatinamente fueron superados una vez ya entrada en calor, y que a partir del segundo acto se olvidaron completamente, exhibiendo las excelentes dotes de una voz con cuerpo y expresivo vibrato. Por su parte, Massimiliano Pisapia, sin tener una demoledora potencia canora ofreció otras cualidades que compensaron con creces esta aparente carencia, como son el hermoso timbre de una voz bien afinada, templada y con un gran fiato, como el mostrado durante el aria de Rodolfo “Che gelida manina” del primer acto.

Momento de la representación de 'La Bohème' de Puccini. Las Palmas de Gran Canaria, Teatro Galdós, junio de 2013. Mario Pontiggia, dirección escénica. Stefano Ranzani, dirección musical

Feliz cierre de temporada con casi “llenos” en la venta de localidades con visibilidad, para las cuatro representaciones de esta ópera. Una obra y una ejemplar producción que resultaron ser una propicia combinación si se buscaba crear adeptos a un género artístico que -como ya comenté en anteriores críticas- es especialmente sensible a una situación de crisis económica, al verse afectado no sólo el nivel de disponibilidad de medios, sino también, porque esta carencia contribuye a desfigurar todo un estatus, o entramado social, erróneamente construido en torno a él, y que puede ser el origen de la actitud de distanciamiento del gran público hacia este arte.

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