Canadá
El primer Porgy and Bess
Horacio Tomalino
La ópera de Montreal decidió echar un vistazo -y de paso hacer justicia- sobre la música americana proponiendo por primera vez en la historia de la compañía la opera Porgy and Bess del compositor estadunidense George Gershwin, coincidiendo además con las festividades del ‘mes de la historia de los negros’ que se celebra en la ciudad durante este mes. La propuesta fue un éxito que logró reunir un público heterogéneo y entusiasta que colmó en cada una de las representaciones la enorme sala Wilfrid-Pelletier de la Place des Arts y aplaudió a rabiar a todos y cada uno de los participantes en esta presentación.
La detallista y conservadora producción escénica de Lemuel Wade -que ha circulado con gran éxito por buena parte de los Estados Unidos- recreó con mucha sabiduría el ambiente del pueblito de pescadores de Catfish Row, en Charleston, Carolina del Sur, donde tiene lugar la acción. Los bellísimos decorados de Kenneth Foy con sus casitas de maderas y sus patios interiores girando y desplazándose sobre la escena fueron una solución eficaz para resolver los muchos cambios de escena que exigió la trama sin detener la acción. El cuidado vestuario de Judy Dearing agregó otro atractivo visual a la escena.
Desde el foso y al frente de la Orquesta Sinfónica de Montreal, el maestro Wayne Marshall dejó clara tanto su afinidad por la música del compositor americano como su minucioso conocimiento de la misma. Su lectura musical de bello sonido, plena de inspiración e intensidad, fue un factor clave para el éxito de la presentación.
En lo vocal, del primero al último de los intérpretes supieron estar a la altura de las circunstancias.
Kenneth Overton (Porgy) y Measha Brueggergosman (Bess) en 'Porgy and Bess' de Gershwin. Dirección musical, Wayne Marshall. Dirección escénica, Lemuel Wade. Montreal, Ópera, febrero de 2014
© Yves Ren - Ópera de Montreal, 2014
A comenzar por el barítono Kenneth Overton, quien reemplazando a Jonathan Lemalu, originariamente previsto, compuso al tullido mendigo Porgy con una vocalidad cuidada, dúctil y homogénea buscando siempre encontrar el color más adecuado para delinear los sentimientos de su personaje. Poseedor de gran carisma, el barítono americano se ganó al público con un impecable ‘I got plenty o’ nuttin’...’ pleno de emoción y sentimiento, para luego enamorar con su ‘Bess, you is my woman now...’ no sólo a Bess sino a toda la audiencia.
Como era de esperar y en un rol que le calza como anillo al dedo, la multifacética Measha Brueggergosman fue la gran figura de la noche dando vida a una Bess de exuberante vocalidad y de una sensibilidad a flor de piel que hizo que cada de sus intervenciones fueran un deleite para los oídos. De su labor, destacó particularmente la madurez de un canto siempre franco, refinado y comunicativo, y la musicalidad que Brueggergosman despliega y enriquece con su notable personalidad y fuerte temperamento dramático.
Momento de la representación de 'Porgy and Bess' de Gershwin. Dirección musical, Wayne Marshall. Dirección escénica, Lemuel Wade. Montreal, Ópera, febrero de 2014
© Yves Ren - Ópera de Montreal, 2014
A cargo del personaje del matón Crown, Lester Lynch le dio a la noche momentos de muy bello canto. El barítono americano lució una voz de gran calidad, oscura y de enorme volumen que condujo con buen bagaje técnico y que no mostró dificultad alguna para sortear los requerimientos vocales de su parte.
El tenor Jermaine Smith dio todo un show en la piel del vendedor de drogas Sportin’Life. Cantó, bailó y actuó con gran solvencia. Se divirtió y divirtió. Su célebre 'It ain’t necessarily…', aunque en muchos momentos más declamado que cantado, fue celebradísimo por el público.
La muy popular soprano local Marie-Josee Lord ofreció una muy elaborada composición del personaje de Serena sacándole buen partido -más allá de un muy molesto vibrato en los agudos- a su ‘My man’s gone now…’ y lo mismo puede decirse del trabajo de Chantal Nurse a cuya excelente Clara le correspondió interpretar el aria más famosa de la obra, el ‘Summertime…’.
El coro de Gospel Jubilation de Montreal dirigido por Trevor W. Payne y asociado a la casa para la realización de esta ópera tuvo una gran noche en la que presumió de su solidez y preparación vocal, así como de su buena predisponían para colaborar en los requerimientos del director de escena.
Los aplausos y las ovaciones se hicieron interminables y casi hubo que echar al público para que desalojara la sala.
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