The Ice House´s Tales
Dos extraños compañeros de caja
The LGM Golden Quartet
Carl NIELSEN: Cuarta sinfonía, Op. 29 'La inextinguible' y Concierto para violín y orquesta, Op. 33; Arve Tellefsen, violín. . John H. West y Andrew Keener, productores. Mike Harch, ingeniero de sonido. Grabación en el Henry Wood Hall de Londres en diciembre de 1988 y enero de 1989.Ralph Vaughan WILLIAMS: Tercera sinfonía en re mayor y Concierto para dos pianos y orquesta. Ralph Markham y Kennet Broadway, pianos. Andrew Keener, productor. Mike Clemens y Mike Harch, ingenieros de sonido. Grabación en la Iglesia de todos los santos de Tooning, Londres, en diciembre de 1987. Royal Philharmonic Orchestra. Sir Yehudi Menuhin, director. Producción de EMI Records/Virgin Records, 2001 Dos compactos DDD de de 143 minutos de duración. Virgin Classics 7423 5 61925 2 2
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La industria hace a veces extraños aparejamientos. A pesar de su escasa diferencia de edad, pocas cosas parecen tener en común el danés Carl Nielsen (1865-1931) y el británico Ralph Vaughan Williams (1872-1958)salvo el optimismo y el calor afectivo, virtudes de las que estaba sobrado Lord Yehudi Menuhin, cuyo excepcional feeling, sensualidad sonora y profundo conocimiento de la época en la que se compusieron estas obras compensa sobradamente sus bien conocidas limitaciones técnicas como director sinfónico. Menuhin era además un estupendísimo acompañante que sirve en bandeja toda ocasión posible de lucimiento a Tellefsen y al dúo Markham-Broadway.Carl NielsenLa alegría de vivir de Nielsen, tan característica de la Belle Époque, no es en modo alguno una forma de reacción contra el lenguaje del último romanticismo en general y en particular contra la escuela danesa de composición. Nielsen era un racionalista que negaba la existencia de evolución en el arte y su lenguaje está profundamente enraizado en los códigos del clasicismo y primer romanticismo, a partir de los cuales desarrolló su personal lenguaje armónico (basado en una teoría biologicista) en el cual "cualquiera de los doce semitonos pueden ser utilizados dentro de una escala tonalmente centrada" (T. Schousbe, 1980).Nielsen utilizaba el término 'orgánico' para describir sus propios procesos armónicos y polifónicos de composición que comparaba con el proceso de florecimiento en tanto que por si mismos darían lugar a una obra sin necesidad de trabajar con formas predeterminadas. Entre 1914 y 1916, la correspondencia de Nielsen está plagada de largas reflexiones sobre procedimientos compositivos que emulen la 'fuerza vital' de los procesos biológicos que superan los obstáculos naturales y hacen posible la vida. De forma similar, según la idea de Nielsen, de los conflictos entre el material temático surge la forma sinfónica.Las dos obras aquí grabadas fueron compuestas precisamente en los momentos en los que Nielsen maduraba su teoría: el Concierto de violín en 1911 y en 1914-16 la Cuarta sinfonía, la primera composición en la que desarrollaría estos principios, a los que responde su apelativo Inextinguible, según explica el propio Nielsen:"El título Inextinguible intenta sugerir algo que la propia música, por sí misma puede expresar enteramente: la elemental fuerza vital. Sólo la música puede expresar esta abstracta expresión vital, en contraste con las otras artes que pueden construir modelos y símbolos. La música resuelve el problema exclusivamente por sus propios medios, para la música es vida mientras que las otras artes sólo describen la vida. La vida es inextinguible y no se puede apagar; ayer, hoy y siempre, la vida es, y lucha por ser, conflicto, procreación y destrucción; y siempre retorna. La música es vida, y como tal, inextinguible."Ralph Vaughan WilliamsJunto al neoclasicismo, el fenómeno musical más relevante de la época de entreguerras fue la emergencia de grandes compositores activos en países considerados periféricos desde las perspectivas centroeuropea y francesa. Sin el menor ánimo de exhaustividad, recordemos los nombres de Alfredo Casella (1883-1947), Manuel de Falla (1876-1947), Luis de Freitas Branco (1890-1955), Alejandro García Caturla (1906-1940), Zoltán Kodaly (1882-1967), Carl Ruggles (1876-1971), Silvestre Revueltas (1899-1940), Amadeo Roldán (190-1939), Karol Szymanowsky (1882-1937), Héitor Villalobos (1887-1959) y, desde luego, Ralph Vaughan Williams.El prestigio de este compositor se asentó en los años anteriores a la I Guerra Mundial, después de su estancia en París para estudiar con Ravel (1908): el Cuarteto en sol menor, el ciclo de canciones On Wenlock Edge, la London Symphony y The Lark Ascending, en las que el material melódico de la música tradicional inglesa es envuelto en cromatismos e integrado en un discurso de poderosa emotividad, características de la Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis para una doble orquesta de cuerdas (1919), su primera obra maestra, en la que se rompe con el canon bucólico del nacionalismo inglés y adopta estrategias armónicas arcaizantes típicas del neoclasicismo.Plenamente neoclásicas son las dos obras aqui grabadas, tal como nos lo revelan la 'Passacaglia' lenta que ocupa el lugar del tradicional Finale rápido en la su Quinta sinfonía en re mayor (1938-43), dedicada a Jan Sibelius, así como en la 'Toccata' inicial y en la Fuga cromática final de su Concierto piano y orquesta en do mayor (1926-31), aquí interpretado en la versión del propio compositor para dos pianos (1933).
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