Discos

Barbirolli, el director amable

Maruxa Baliñas
viernes, 3 de mayo de 2002
John Barbirolli, Maestro gentile. Wolfgang Amadé MOZART, Concierto para piano nº 22 en si bemol mayor KV 482. Edwin Fischer, piano. John Barbirolli Chamber Orchestra [grabado el 6 de junio de 1935]; Concierto para piano nº 27 en si bemol mayor KV 595. Robert Casadesus, piano. New York Philharmonic Orchestra [grabado el 3 de noviembre de 1941]; Sinfonía nº 33 en si menor KV 319. New York Philharmonic Orchestra [grabado en vivo en el Carnegie Hall de Nueva York el 29 de noviembre de 1936]; Concierto para violín nº 5 en la mayor KV 219 (cadencias de J. Joachim). Jascha Heifetz, violín. London Philharmonic Orchestra [grabado el 23 de febrero de 1934]. Henry PURCELL, Suite for Strings, Flutes and Horns, arreglo de John BARBIROLLI sobre óperas y fantasías de Henry Purcell. New York Philharmonic Orchestra [grabado el 7 de febrero de 1938]. Joseph HAYDN, Sinfonía nº 83 en sol menor 'La gallina'. Hallé Orchestra [grabado los días 15 al 17 de diciembre de 1949]. Ludwig van BEETHOVEN, Sinfonía nº 4 en si bemol mayor op. 60. New York Philharmonic Orchestra [grabado en vivo en el Carnegie Hall de Nueva York el 13 de diciembre de 1936]; Concierto para violín en re mayor op. 61. Fritz Kreisler, violín. London Philharmonic Orchestra [grabado en 1936]. Hector BERLIOZ, Sinfonía fantástica op. 14. Hallé Orchestra [grabada en 1947]. Richard WAGNER, arreglo de John BARBIROLLI, Suite orquestal del acto III de 'Die Meistersinger von Nürnberg'. Hallé Orchestra [grabada el 18 de septiembre de 1944]. Frédéric CHOPIN, Concierto para piano nº 1 en re menor op. 11. Arthur Rubinstein, piano. London Symphony Orchestra [grabado el 5 de abril de 1937]. Max BRUCH, Concierto para violín en sol menor. Nathan Milstein, violín. New York Philharmonic Orchestra [grabado el 12 de abril de 1942]. Robert SCHUMANN, Sinfonía nº 4 en re menor op. 120. New York Philharmonic Orchestra [grabado el 7 de noviembre de 1937]. Johannes BRAHMS, Concierto para violín en re mayor op. 77. Fritz Kreisler, violín. London Philharmonic Orchestra [grabado en 1936]. Henry VIEUXTEMPS, Concierto para violín nº 4 en re menor op. 31. Jascha Heifetz, violín. London Philharmonic Orchestra [grabado el 14 de marzo de 1935]. Henryk WIENIAWSKI, Concierto para violín nº 2 en re menor op. 22. Jascha Heifetz, violín. London Philharmonic Orchestra [grabado el 18 de marzo de 1935]. Piotr Ilich CHAICOVSQUI, Concierto para violín en re menor op. 35. Jascha Heifetz, violín. London Philharmonic Orchestra [grabado el 25 de marzo de 1937]. Alexander GLASUNOV, Concierto para violín en la menor op. 82. Jascha Heifetz, violín. London Philharmonic Orchestra [grabado el 28 de marzo de 1934]. Camille SAINT-SAËNS, Havanaise op. 83. Jascha Heifetz, violín. London Symphony Orchestra [grabado el 9 de abril de 1937]. Edvard GRIEG, Concierto para piano en la menor op. 16. Wilhelm Backhaus, piano. New Symphony Orchestra [grabado en octubre de 1933]. Jean SIBELIUS, Sinfonía nº 2 en re mayor op. 43. New York Philharmonic Orchestra [grabado el 24 de junio de 1940]. Ottorino RESPIGHI, Fuentes de Roma. New York Philharmonic Orchestra [grabado el 21 de febrero de 1939]. Ralph VAUGHAN WILLIAMS, Sinfonía nº 5 en re mayor. Hallé Orchestra [grabada el 17 de marzo de 1944]. Igor STRAVINSKY, Concierto en re. Hallé Orchestra [grabada el 10 de marzo de 1944]. Producción de TIM The International Music Company AG, 2001. Diez discos compactos con una duración total de 10 horas y 41 minutos. TIN CZ 205633-324
0,0001714 Citando a los LGM de la nevera del editor: "Si Giovanni Battista Barbirolli (Londres, 2 de diciembre de 1899; Londres, 29 de julio de 1970), hijo de un músico italiano y una francesa, viviese en nuestros días, sólo por su fraseo infinitamente dúctil, sería reconocido como el mejor director de orquesta del mundo. Pero el calendario y la geografía concitaron una gamberrada contra él pues fue a nacer en el momento y el país menos oportuno para su manera de entender la música que reunía lo mejor del pragmatismo inglés, el lirismo italiano y el sentido francés del color, las virtudes idóneas para interpretar la gran música escénica y sinfónica de la Belle Époque: Mahler, Delius, Elgar y Puccini, las grandes especialidades de Barbirolli junto con Brahms. A pesar de estar muy poco interesado en la música contemporánea, le fascinaba el mundo metafísico de Ralph Waughan Williams, quien escribió su ambiciosa Octava Sinfonía para Barbirolli. También estrenó el Concierto de violín y la Sinfonía da Requiem de Britten.""Si Barbirolli, director musical de Covent Garden entre 1929 y 1933, hubiera permanecido en este puesto hasta después de la guerra, la Royal Opera House hubiera conseguido la primacía mundial en los años cincuenta y la 'revolución' de Solti no hubiera existido. Pero Londres era insuficiente para dos directores geniales y teniendo en cuenta el apacible, casi manso, carácter de Barbirolli y la extremada pericia de Sir Thomas Beecham en materia de zancadillas, Barbirolli bien pudo darse por satisfecho en tener al menos una orquesta propia en su pais: la Hallé Orchestra (1943-70) de Manchester con la que Barbirolli mantuvo una relación idílica durante más de veinticinco años, asentada firmemente sobre dos columnas: el mantenimiento de las tradiciones propias de la Hallé, entre ellas la devoción por la música de Brahms, y la consecución de una calidad interpretativa y técnica espectacular.""Invitado por la Orquesta Sinfónico-Filarmónica de Nueva York en la temporada 1936-37, su éxito fue tan grande que la orquesta lo contrató para suceder a Toscanini, puesto que desempeñó hasta 1942, no pudiendo renovar su contrato a causa de la situación bélica. Al año siguiente, Barbirolli 'fichaba' con la Hallé Orchestra, que estaba sin director titular desde 1933, año de la dolorosa marcha de Hamilton Harty del puesto. Barbirolli no mantendría ningún otro compromiso estable salvo los seis años en los que fue director principal de la Orquesta de Houston (1961-67) y su asociación con la Orquesta Filarmónica de Berlín desde 1961 hasta su muerte.""Su interpretación con la Hallé de las Variaciones Enigma está considerada la mejor de las cuatro grabaciones de Barbirolli de la obra maestra de Elgar y la versión canónica de la misma. Sus grabaciones romanas de 1966 de Madama Butterfly y Otello con Scotto y Bergonci, son sendos hitos en la interpretación de estos dos títulos. En 1969 volvería a la ópera de Roma para dirigir una extraordinaria Aida, ya gravemente enfermo pero sobradamente lúcido como para que maldigamos la frustración del que hubiera sido uno de los mejores directores de repertorio italiano de la historia de la ópera.". no se recogen aquí ninguna de sus grabaciones operísticas, pero si aquellas características que lo convirtieron en uno de los mejores acompañantes de la época: flexibilidad, capacidad de adaptarse al cantante o virtuoso, pero aun más importante, de conseguir que sea éste el que se adapte a su idea.Su interpretación de la Sinfonía nº 83 'La gallina' de Haydn, junto con el Concierto para orquesta de Stravinsky son dos de los grandes momentos musicales de esta caja de discos, porque permiten disfrutar además de su orquesta, la Hallé, que Barbirolli consiguió convertir en una de las grandes orquestas mundiales. Desgraciadamente la mayoría de las grabaciones aquí recogidas son de orquestas en las que Barbirolli era sólo invitado, y su impronta se nota menos que en las de la Orquesta Hallé.Pero aunque haya grandes grabaciones sinfónicas del repertorio clásico (se podría añadir a las ya citadas esa Sinfonía Fantástica de Berlioz), esta caja se centra sobre todo en Barbirolli como acompañante de algunos de los mejores solistas de su època: Heifetz, Backhaus, Rubinstein, Kreisler, Casadesus, Fischer, Milstein, etc. En ese momento el acompañamiento orquestal era considerado por las fonográficas una tarea "modesta", pero Barbirolli grabó versiones prodigiosas de algunas obras, y creó varios hitos en la historia del fonógrafo. Son antológicas por ejemplo sus interpretaciones con Jascha Heifetz, hay dos discos completos dedicados a su colaboración, ambos redigitalizados ya por Naxos en su edición de 'Grandes violinistas-Jascha Heifetz', en general con una calidad técnica mejor. Personalmente disfruté sobre todo con el Concierto para violín op. 35 de Chaicovsqui, difícilmente mejorable por ninguna versión actual. E igualmente memorables son sus grabaciones con Fritz Kreisler, sobre todo el Concierto para violín de Beethoven. Y pasando a los pianistas, el Concierto nº 1 de Chopin con Rubinstein, en una de las primeras grabaciones que se hicieron de esta obra, o los Mozart de Casadesus y Fischer.Muy interesantes son también sus arreglos, una faceta de la dirección de orquesta que ya se ha perdido totalmente, como ha pasado en menor medida con los grandes virtuosos instrumentales, que aun a veces nos dan alguna sorpresa agradable, ... o no tanto. Aquí se recogen dos arreglos 'operísticos', de Purcell y Wagner, que demuestran el buen gusto de Barbirolli, tanto en la elección de los fragmentos como en el arreglo propiamente dicho.
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