Alemania
Las nostalgias latinoamericanas de Erwin Schrott
Juan Carlos Tellechea
Erwin Schrott nos promete tangos y una incursión por la música de Brasil y del Caribe, así como por las canciones políticamente comprometidas de Iberoamérica esta tarde del viernes 20 de mayo en el teatro de la Festspielhaus de Baden-Baden, a sala colmada de público. El entretenido espectáculo de más de dos horas de duración abarca composiciones de autores que van desde Carlos Gardel y Juan Carlos Cobián, pasando por Astor Piazzolla, Antonio Carlos Jobim y Caetano Veloso, hasta desembarcar con Ernesto Lecuona, Consuelo Velázquez, Alberto Domínguez, Osvaldo Farrés, Carlos Puebla (Hasta siempre, a la memoria del comandante Che Guevara) y Violeta Parra (Gracias a la vida).
El barrio montevideano de trabajadores La Comercial, donde nació y se crió (calle Hocquart esquina Juan Paullier) Erwin Esteban Schrott Baladon (1972) en el seno de una familia de inmigrantes austríaco-alemanes, es célebre por haber dado grandes músicos y cantores al tango rioplatense, además de célebres figuras al fútbol uruguayo. Las barriadas vecinas en torno a La Comercial no le van a la zaga: Jacinto Vera, La Figurita, Goes, Villa Muñoz, Reus, El Reducto.
Ese género musical, así como ese deporte, han imbuido e imbuyen todavía hoy la vida de sus habitantes, muchos de ellos hijos de inmigrantes españoles, italianos, rusos, polacos, alemanes, libaneses, sirios, armenios, turcos y de confesiones religiosas muy diversas y en todas sus variedades: cristianos, judíos, musulmanes. De ahí la pasión que siente desde muy pequeño este agraciado barítono por los cultores de la música típica de Buenos Aires y Montevideo.
En esta última semana (13, 16 y 19 de mayo) Schrott interpretó en Baden-Baden por enésima vez y con sobresaliente crítica el papel protagónico de Mefistofele, de Arrigo Boito, en una nueva producción de Philipp Himmelmann, con la Orquesta Filarmónica de Múnich (Münchner Philharmoniker) dirigida por Stefan Soltesz, y el Philharmonia Chor de Viena, preparado por Walter Zeh. El papel de Elena lo encarnó en esta oportunidad la exquisita soprano estadounidense (y artista crossover) Angel Joy Blue, quien acompaña a Schrott en esta velada con mucho romanticismo, sentimiento y swing en dos temas de compositores cubanos: el bolero Acércate más, de Farrés (1902- 1985), y Canto Indio, de Lecuona (1895 - 1963). Los originales arreglos orquestales que presenta fueron realizados por Schrott junto con Pablo Ziegler, Natalia Villanueva-Garcías, Claudio Constantini y Christian Kolonovits.
Excepto la mala pasada que le juega el micrófono (hubo que cambiarlo de inmediato) al comienzo del recital, desfigurando extremadamente su excelente voz, Schrott sabe desenvolverse bastante bien como entertainer, contando (en inglés) y haciendo participar con humor y de forma muy amena a un público europeo, ya entrado en años, en múltiples detalles de los compositores iberoamericanos y de las canciones que iba desgranando con gran soltura sobre el escenario.
Así deleita a los espectadores cantando en un estilo muy propio y natural, para nada engolado o afectado, El día que me quieras, de Gardel (1890 - 1935), con texto de Alfredo Lepera; Nostalgias de Cobián (1896 - 1942), con versos de Enrique Cadícamo; Milonga del Ángel (de la operita María de Buenos Aires) de Piazzolla (1921 - 1992), con arreglos de Pablo Ziegler (fue pianista en el segundo quinteto de Piazzolla desde 1978) y Schrott; Insensatez , de Antonio Carlos Tom Jobim (1927 - 1994), con lírica (en portugués) de Vinicius de Moráes; Desde que o samba é samba, con música y texto de Caetano Veloso (1942); Rinasceró, de Piazzolla, con versos de Horacio Ferrer (en italiano), con arreglos de Natalia Villanueva-García y el propio Schrott; Oblivion, también de Piazzolla, y Rojotango, de Pablo Ziegler (1944), con texto de Oscar Balducci.
La segunda parte (ya vestidos todos con atuendos caribeños de color blanco) está dedicada principalmente a compositores de México y Cuba, a excepción de la entrañable folclorista y cantautora chilena Violeta Parra (1917 - 1967), y de la contrabajista de jazz austríaca Gina Schwarz, quien compuso un tema instrumental de salsa Pasadlo bien para este programa. Desfilan asimismo Bésame mucho, de Consuelo Velázquez (1916 - 2005); y Perfidia, de Alberto Domínguez (1911 - 1975), además de los títulos más arriba mencionados (Acércate más, Canto Indio, Hasta siempre y Gracias a la vida).
Sobre el pasaje por Montevideo a comienzos de la década de 1950 de la orquesta de los Lecuona Cuban Boys que fundara Ernesto Lecuona y dirigiera después Armando Oréfiche (1911 - 2000), Erwin Schrott evoca los relatos que le hace su padre sobre aquellas nostálgicas glorias del Carnaval del Uruguay.
Schrott no solo interpreta los temas con mucha sensibilidad y entrega, sino que acompaña rítmicamente con las claves y con un güiro a los músicos (absolutamente todos extraordinarios, especialmente el bandoneonista Claudio Constantini, el pianista Federico Lechner y el violinista Alejandro Loguercio; cabe destacar asimismo las brillantes intervenciones solísticas de Gina Schwarz (contrabajo), Jorge Pérez (percusión), Roberto Pacheco (trombón y percusión), Daniel Morales (batería y timbales), Marcus Collado (guitarra eléctrica) y Hernán Hock (guitarra); pero todos, sin exclusión, brillantes).
El armado y la compaginación del programa es muy buena y los más de 2000 espectadores que asistieron al teatro aplaudieron y ovacionaron (merecidamente) de pie a Erwin Schrott al término de la función, bailando junto con él y con Angel Joy Blue el celebérrimo y ya legendario bolero de Osvaldo Farrés Quizás, quizás, quizás (a menudo inspirado para sus textos por Mary Tarrero-Serrano (1924 - 2010), la segunda esposa del presidente cubano Carlos Prío Socarrás (1903 - 1977), derrocado en 1952 por Fulgencio Batista (1901 - 1973)) que alcanzara gran éxito en 1947 con el puertorriqueño Bobby Capó (en su versión en español) y con el cubano (nacionalizado estadounidense) Desi Arnaz en 1948 (en inglés).
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