España - Cantabria
Festival de SantanderPiano de altura
José Amador Morales
Un fantástico recital por parte del pianista Paul Lewis remataba la primera semana de la presente edición del Festival Internacional de Santander. No en vano el interesantísimo programa que presentaba el músico de Liverpool y que ha paseado por diversos escenarios durante la última temporada, ya suponía por sí mismo un auténtico reclamo.
La inicial Sonata nº9 de Schubert impactó sobremanera por su bellísima factura: un equilibrio sonoro asombroso y un acertado tratamiento, danzable o cantabile según el caso. Un sonido incisivo no exento de calidez y transparencia revelaba por otra parte un consistente manejo de los pedales. De la misma forma que el carácter introspectivo, a medio camino entre la búsqueda de intimidad y un romántico ensimismamiento, evidenciaba un serio compromiso expresivo. Aspectos interpretativos todos ellos que con mayor o menor énfasis pudimos advertir a lo largo de todo el recital y que tuvieron su espejo artístico en la Sonata Dante de Liszt, más teatral y narrativa que virtuosística, de una contundencia más cercana a lo dramático que a lo estentóreo. Si algo emborronó este extraordinario Liszt fueron los evitables taconazos del pianista que sonaban demasiado estrepitosamente cada vez que atacaba con contundencia los pedales.
Entretanto, sus baladas e intermezzi de Brahms de gran sobriedad al tiempo que delicado fraseo y cuidado contraste en el color. Para desengrasar después de la Dante, Lewis ofreció un delicioso Andantino S.192 nº4 de Liszt.
Comentarios