El Espía de Mahler

36. Artientrevistáculo

Jordi Cos / Monclassic.com
miércoles, 20 de marzo de 2002
0,0002784 Ayer, 19 de marzo, día del Padre, hizo justamente un año que Joan Oller (1967) aceptó la patria potestad de la sede de, (cojan aire por favor) la "Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC)", (si han logrado nombrarla sin respirar antes de la conjunción, enhorabuena), esto es, el Auditorio de Barcelona. Una entidad que desde su inauguración en marzo de 1999 hasta que Oller tomó posesión de su cargo, según informaciones recogidas en la prensa, había acumulado un déficit de 400 millones pesetas. Una barbaridad, en fin, aunque la aplicación del formato euro te permita disimularlos comprimiéndolos hasta sólo un poco mas de dos millones.Un amigo me dijo que para cualquier director general gestionar una empresa con esos números era como entrar en el infierno. Creí que exageraba hasta que descubrí que el número de móvil de Oller lo encabezaba el diabólico 666. El caso es que la primera propuesta de trabajo que este joven gestor recibió después de licenciarse en administración de empresas ya le dejaba más cerca del infierno que del paraíso de los creyentes: gerente de una empresa farmacéutica dedicada a la prevención del embarazo. Lo curioso es que si bien no aceptó, convirtió su actividad profesional posterior en una metáfora de esa oferta al dedicarse a gestionar un tipo de entidades de costumbres muy tradicionales que por no tomar cuando debían las oportunas medidas profilácticas, -el método Ogino, a lo sumo y sin mucho conocimiento- habían engendrado una numerosa descendencia de traviesos números rojos: las orquestas.Así, su primer logro fue salvar de la ruina a la Sinfónica del Vallés elevándola, como el gran Groucho dejó escrito "desde la nada hasta las cotas más altas de la miseria". O dicho sin ápice de ironía y con algo de lírica al por mayor, le cambió las pesadillas por sueños. Desde entonces no ha dejado de confeccionar planes de control de natalidad de balances negativos, más conocidos en la jerga empresarial por planes estratégicos, para gozo de diversas agrupaciones sinfónicas españolas -Pamplona, primero, Castilla-León, después- reiterando en todas ellas, una vez consiguió ponerle freno a su propensión a quedarse embarazadas de unos números de pesadilla, la imperdonable cursilada hollywoodiense de dotarlas de sueños.Ahora, Oller, acaricia un nuevo sueño a la medida de su estatura, casi dos metros según me informan con esa tendencia a exagerar que tienen unos ojos de miope como los míos. A saber, convertir el Auditorio de Barcelona en un referente europeo. Él matiza la tonalidad de esta melodía: "la prensa destacó lo del referente europeo con más énfasis del que yo le puse. Quería decir que el auditorio tenía que entrar en una dinámica de ofrecer cosas interesantes y de calidad que la vincularan con la ciudadanía"Sí, la vinculación ciudadana, es decir, atraer más público es la actual obsesión de Oller, su leitmotive wagneriano, el centro neurálgico al que por muy diferentes que sean los caminos que tome en este "artientrevistáculo" para alejarme de él, acabo siempre llegando, como confluyen en la plaza mayor las calles del casco antiguo de un pueblo pequeño.Para cosificar su sueño, Oller ha elaborado un plan estratégico que consta de siete puntos, dos de los cuales, el pedagógico y el creativo, son los que centran ahora su atención."El elemento pedagógico es fundamental. Es la primera piedra sobre la que hay que construir el edificio" dice Oller desvelando la materia prima de su sueño. "Crear un publico del futuro que tenga criterio para valorar después lo que hacemos en el Auditorio." "También el elemento creativo guarda una estrecha relación con el pedagógico, pues no sólo se trata de realizar encargos de obras a compositores para ser estrenadas en la temporada de la OBC, sino que también encargamos a escritores y a músicos la creación de nuevos productos que se adapten a las familias de nuestra época para estrenarlas en el ciclo "Concerts en família".Un año después, las cifras acompañan. No sólo los "Concerts en Familia" son un éxito de público sino que la cifra de abonados a la temporada de la OBC también se ha incrementado en más de un 10%. Oller apunta otro dato fundamental "también las instituciones públicas han aumentado la subvención de manera significativa, lo cual nos permite afrontar el futuro con optimismo"Cualquier buen barcelonés con inquietudes culturales se pondría contento ante estos progresos, pero, curiosamente, noto que me estoy deprimiendo. Aunque no por el contenido de su discurso sino por el entorno que lo rodea. Hablamos, a la última hora de la tarde, en su despacho, un pequeño habitáculo sin vistas y con muy poca luz natural, iluminado permanentemente por unos asépticos fluorescentes. "Hay que dar ejemplo de austeridad" se justifica Oller. Vale, pero tampoco hay que darle facilidades a la depresión para que se meta en el cuerpo del visitante, digo yo, pues entras aquí con la intención de pedirle un aumento de sueldo, pongo por caso, y con tal de poder salir lo antes posible de este entorno claustrofóbico, no sólo acabas por aceptar una rebaja en tu nómina, sino que incluso le das unas monedas a Oller para que se compre al menos un geranio, por Dios, aunque sea de plástico.Y es que, teléfono aparte, un pequeño televisor es la única ventana abierta de esta oficina al mundo exterior. Su cobertura es modesta, no tiene ni decodificador del Plus, pero entre todos los canales hay uno que nunca destacará por batir índices de audiencia. Sólo tiene un espectador, muy fiel eso sí: él. Se trata de una imagen del escenario del Auditorio donde ensaya la OBC, su canal de "Operación Triunfo" particular.De hecho, el plan estratégico culmina con una mención a la orquesta pegada a su sueño: "convertirla en una embajadora de primera categoría de Barcelona y Cataluña y al Auditorio en un referente a escala europea". Le pregunto por la reciente gira de la OBC por Estados Unidos y esa obsesión de su director titular, Lawrence Foster, que finaliza su contrato esta temporada, en crearle a la orquesta durante todos estos años una sana vocación excursionista: "a Foster se le pidió que situara a la orquesta en el contexto internacional, y lo ha conseguido por tres vías: invitar a solistas de prestigio internacional en la temporada, consiguiendo contratos bien remunerados con sellos discográficos internacionales, y llevarla a los auditorios más prestigiosos del mundo, -Viena, Nueva York, y próximamente, los Proms de Londres, -gracias a que los solistas que él invitó hablaron bien de la orquesta a los programadores."Váyanse acostumbrando a respuestas de tres vías durante su estancia en este "artientrevistáculo". Porque Oller siempre tiene a mano tres buenas razones para contestar a cualquier pregunta, por muy difícil que ésta sea. Sin duda, es el director general más rápido del oeste a orillas del río Llobregat, a la hora de desenfundar argumentos. Crees que le has puesto en un aprieto formulándole una cuestión impertinente y después de desarmarte la impertinencia con una sonora risa, te fulmina muy serio con tres motivos de grueso calibre que no admiten réplica.Antes de fulminarme otra vez, me da un respiro recordándome, por si se me hubiera olvidado, el leitmotive de esta entrevista tan wagneriana "la OBC ha convencido fuera, pero no dentro. Aún no estamos lo suficientemente bien valorados por nuestro público. Esta es la gran asignatura pendiente." En este sentido, el espejo de Oller es: "Simon Rattle y la Orquesta de Birminghan, una orquesta vinculada a su comunidad que guarda una estrecha relación con las actividades que celebran otras entidades de la ciudad"Pero cuando intento que me confirme lo que publicó el pasado viernes la prensa asegurando que el sustituto de Foster, o lo que es lo mismo, la encarnación de Rattle en Barcelona, sería Ernest Martínez Izquierdo, con quien ya coincidió en Pamplona, me dispara a cambio, sin confirmarlo ni desmentirlo, y prologados por su desarmante sonrisa, tres motivos disfrazados de virtudes que tendrá que reunir el nuevo director titular: pim "un compromiso profundo por aumentar la calidad de la orquesta", pam: "asumir el plan estratégico del auditorio", y pum "capacidad para comprender la realidad musical de Cataluña."Algunos músicos ya han expresado su disconformidad con la posible próxima titularidad de Martinez Izquierdo, como el concertino de la orquesta, el incombustible Angel Jesus García quien declaró en un periódico: " ahora estamos tocando en la Champions League, actuando en el Carnegie Hall de Nueva York, lugares donde toca la élite. Pero según quien venga podríamos quedarnos sólo con la Copa Catalunya".Lo que no yo entiendo es como se puede jugar la Champions League si, como acaba de decirme Oller, la OBC aún no sólo no ha ganado la Copa Catalunya sino ni tan siquiera la Liga Española de las orquestas. Estoy seguro que el Presidente del Barça pagaría una millonada por la fórmula. Ni Fabio Capello, ni Rexach, ni Cruyff-El Retorno, yo voto por Angel Jesús García para entrenar al F.C. Barcelona. ¿Alguien más se apunta?Los periódicos también citaban entre muchos otros a López Cobos como candidato, él lo confirma "le pedí a López Cobos dos veces que fuera el director titular de la OBC pero me dio tres buenas razones para desestimar la oferta" Razones que no me desvela para no poner al descubierto sus puntos flacos. Y es que a Oller sólo puedes convencerle si tienes a mano tres razones mejores que las suyas. Me pregunto si como él, también López Cobos sonrió antes de dárselas.Como en este momento no se me ocurren tres buenas razones para obligarle a darme el nombre del próximo director, me tengo que conformar con hacerle las tres últimas preguntas que le lanzo con la esperanza de alejarme definitivamente del "leitmotive" de la vinculación ciudadana. Mi primera tentativa es conocer su opinión sobre la crisis que viven las orquestas en todo el mundo, en especial, Estados Unidos: "Son crisis vinculadas a las crisis económicas de las empresas" y cuando creo que por fin he conseguido instalarme en otro paisaje, de pronto, Oller me conduce de nuevo en la misma plaza del mismo pueblo en una frase: "En el futuro, cualquier orquesta que no se preocupe de estar muy vinculada a su comunidad tendrá muy difícil la supervivencia"Como hoy me siento inmune al desaliento, vuelvo a intentarlo preguntándole sobre la polémica que generó en su día la creación de la Escuela Superior de Música de Catalunya (ESMUC), acusada de elitista por muchos estudiantes, y cuya sede definitiva será el Auditorio. Al fin consigo hallar un camino que no termina en la plaza, aunque enseguida me doy cuenta que por esa calle ya he pasado antes pues, acompañadas de su inevitable sonrisa, vuelve a fulminarme con tres razones que justifican la gestión de la ESMUC. Pim: "Ha contratado profesores de prestigio que mantienen una continuada actividad profesional". Pam: "los contratos son temporales para poder hacer correcciones en el caso de que un profesor no consiga comunicarse con los alumnos de manera óptima". Y Pum: "no se ha limitado sólo a la música clásica, sino que se ha abierto a otras músicas, el jazz y la música tradicional."Pero esta vez parece que no tiene bastante, y me remata con el siguiente argumento: "Había dos opciones, apostar por la cantidad o por la calidad, y la ESMUC decidió apostar por la calidad. No hay que olvidar cual es la demanda profesional del país. No tiene sentido que 400 pianistas obtengan el título superior con dinero público. Lo que interesa es que de la escuela salga gente competitiva. Naturalmente, esto causa un lógico disgusto a quien no puede entrar. No es fácil porque es un tema delicado, pero no comparto las críticas a la ESMUC" De lo último me di cuenta enseguida cuando sonrió antes de desenfundar.Le planteo la última pregunta, aun a riesgo de volver a pisar la plaza de la vinculación ciudadana: el papel que la música va jugar en el Fórum de las Culturas que se celebrará en Barcelona en el 2004. Joan Oller está en la comisión: "me comprometo a intentar que lo que suceda en Foro 2004 relacionado con la música no sea sólo algo pasajero, sino que también contribuya a que la vida cultural del país sea más rica una vez se haya clausurado, pero no depende de mí"A causa del ambiente claustrofóbico de su austera oficina advierto que estoy empezando a tener ideas raras, como aceptar rebajar mi nómina, a pesar de que no trabajo para él, o lo que es peor, darle unas monedas para que se compre un geranio, aunque sea de plástico, de modo que le ruego que salgamos de allí y vayamos a tomar algo para celebrar la entrada de la noche.En el fondo del vaso de cerveza al que me invita en un bar, encuentro valor para explicarle mis utópicas ideas sobre los conciertos del futuro. Al verle sonreír, me temo lo peor. Así es, al cabo unos segundos, me desmonta mis utopías con tres golpes argumentales de realismo. Ahora, para que puedan soportar nuevos envites sé que tendré que recomponerlas dotándolas al menos de tres razones de grueso calibre, (pim, pam, pum), y un leitmotive que las sustente. Y quién sabe si también de un Rambo que las proteja y un móvil con prefijo diabólico. Ya veremos. Ahora, mi pensamiento no se siente capaz de abarcar más allá del día de hoy. Es lo malo de cuando te dejan sin utopías, que sólo te queda el presente. Camarero, lléneme la copa hasta el infinito, por favor.
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