Discos

El Oratorio existe

Raúl González Arévalo
miércoles, 8 de marzo de 2017
Nuria Rial – Valer Sabadus: Sacred duos. Arias y dúos de Scarlatti (San Casimiro, re di Polonia), Pasquini (Sant’Agnese), Colonna (Salomone amante), Gabrielli (San Sigismondo, re di Borgogna), Bononcini (La conversione di Maddalena), Lotti (L’umiltà coronata in Esther), Caldara (La frode della castità; Santa Francesca romana), Porpora (Il verbo in carne; Gedeone; Il martirio di San Giovanni Nepomuceno). Torelli, Concerto grosso. Nuria Rial, soprano; Valer Sabadus, contratenor. Kammerorchester Basel. Julia Schröder, violín. 1 CD (DDD) de 60 minutos de duración. Grabado en Riehen, Landgasthof Riehen, 18-21 de marzo de 2016. Sony Classical 88985323612. Distribuidor en España: Sony Classical Spain.
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En la discografía lírica barroca el oratorio es el hermano pobre de la ópera. Se sabe de su popularidad –incluso de su exclusividad en la Roma de los Papas– pero en la práctica los grandes nombres se limitan básicamente a dos, Bach y Händel. Del primero destacan sus Pasiones. Del segundo, El Mesías y los oratorios de la última etapa de su carrera, una vez que la ópera decayó en popularidad en Gran Bretaña. Todos ellos están debidamente grabados. Fuera de esos dos compositores llama la atención la mayor difusión y representación en el ámbito germánico protestante (Schütz, Buxtehude, Keiser), en especial de oratorios sobre Navidad y Semana Santa, que han encontrado su camino en el disco. Por el contrario, el repertorio italiano goza de menos popularidad que la ópera barroca, mucho más conocida que su homónima alemana. Con todo, las mejores obras de Alessandro Scarlatti, Bernardo Pasquini, Giovanni Paolo Colonna, Domenico Gabrielli y Antonio Caldara, presentes en el programa del disco, tienen grabaciones integrales. Por ello resulta más extraño aún que dos compositores que triunfaron en su momento, Giovanni Bononcini y Nicola Porpora, sigan sin recibir la atención que merecen.

Las notas al programa de Giovanni Andrea Sechi son de lo mejor que he leído en mucho tiempo. Lejos de centrarse en la vida de los compositores seleccionados, hace un recorrido por el género explicando la originalidad musical de las piezas. Así realza el interés y el valor del lanzamiento, que continúa la senda de la colaboración entre Sony y Valer Sabadus iniciada en el anterior álbum del cantante, Caldara – Nuovo Aspetto, con un original programa montado sobre arias de serenatas y oratorios de Antonio Caldara. En este sentido solo cabe aplaudir la constancia del rumano, que frente a otros colegas más conocidos y de mercadotecnia más agresiva, está encontrando una voz discográfica propia fuera de la ópera, aunque sin desdeñar las incursiones en el género, como ocurría con el Artaserse y el Catone in Utica de Leonardo Vinci.

¿Y el resultado? Porque, más allá de la filología, de la historia de la música y del papel cultural del disco como soporte y medio de acceso a estos títulos, también hay un interés comercial (no sólo intelectual) por llamar la atención del melómano. Vaya por delante el gran interés musical y musicológico del programa, perfectamente explicado en las notas, como decía antes. Lo que no quita que no se escuche el genio de un Bach o un Händel. Ambos han demostrado que el oratorio puede ser tan teatral como la ópera. Sin embargo, en esta ocasión falta drama, salvo quizás con Caldara y Porpora, a buen seguro los compositores más operísticos de todo el elenco, con permiso de Bononcini.

De una parte, se podría pensar que la selección de las piezas no ofrece números muy contrastados dramáticamente. De otra, no cabe duda que el temperamento de los intérpretes y su acercamiento no diferencia mucho los enfoques. Hay una sensación de uniformidad, incluso de tibieza, que corre el riesgo de perder la atención del oyente menos interesado por caer en una cierta monotonía, en una sucesión de números que no se diferencian mucho en carácter unos de otros. Y es una lástima porque los dos cantantes están espléndidos vocalmente.

Valer Sabadus posee un timbre menos distintivo que otros colegas en la cresta de la ola como Jaroussky, Cencic o Fagioli, pero es un cantante elegante. Nuria Rial es la gran soprano española del barroco junto con Raquel Andueza. Su timbre cristalino, ligero, la facilidad en las agilidades y la luminosidad de los agudos la hacen una intérprete ideal de este repertorio. Además, las voces de ambos intérpretes empastan a la perfección, de modo que los dúos, precisamente los números de mayor interés musicológico del programa, son una maravilla. La Orquesta de Cámara de Basilea sabe realzar toda la originalidad de la orquestación, reivindicando su papel con el Concerto grosso de Torelli. En definitiva, una oportunidad de lujo para profundizar en este repertorio, aunque se echa de menos mayor implicación dramática en el resultado final.

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