Discos

El mejor es el malo

Raúl González Arévalo
jueves, 30 de noviembre de 2017
George Friedrich Handel: Lotario, ópera en tres actos (1726). Sophie Renner (Lotario), Marie Lys (Adelaide), Ursula Hesse von den Steinen (Matilde), Jorge Navarro Colorado (Berengario), Jud Perry (Idelberto), Todd Boyce (Clodomiro). Festipiel Orchester Göttingen. Laurence Cummings, dirección. Tres CD (DDD) de 187 minutos de duración. Grabado en vivo en el Göttingen International Handel Festival el 19 de mayo de 2017. ACCENT ACC 26408. Distribuidor en España: Semele Music.
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El catálogo handeliano se enriquece a pasos agigantados cada año. Si hace muy poquito comentaba el lanzamiento de Lucio Cornelio Silla y el verano pasado Ottone, re di Germania, ahora le toca el turno a este Lotario. A pesar del nombre, que podría hacer pensar en Lotario I, emperador de Occidente en la primera mitad del siglo IX, en realidad el libreto se basa en hechos acontecidos durante el reinado de Otón I un siglo más tarde y padre del Otón II protagonista de la ópera apenas citada. En consecuencia, y para evitar confusiones sobre el título, se decidió cambiar el nombre del protagonista por el de otro emperador germánico.

No cabe duda de que ambos tienen una buena factura, con momentos sobresalientes, aunque no están plagados de melodías memorables que caracterizan otras óperas que sí son auténticas obras maestras de Handel. Con todo, no cabe duda de que en música la interpretación lo es todo e influye decisivamente en la percepción de la calidad por parte del oyente. En este caso, a partir de las grabaciones que comento Ottone resulta una ópera netamente superior a Lotario.

Dejando de lado la selección publicada hace un par de años por Oehms con Lawrence Zazzo y Nuria Rial, la referencia hasta el momento era la grabación de Alan Curtis en Deutsche Harmonia Mundi en 2004. Las exigencias comerciales para que cupiera en dos discos le llevaron a cortar buena parte de los recitativos y algunos da capo, por lo que el título no se ofrecía completo. La nueva propuesta de Accent, grabada en directo en el Festival de Göttingen, por el contrario, se presenta en toda su extensión, lo que es de agradecer. Siempre he sido defensor a ultranza de la interpretación íntegra de las óperas barrocas para respetar el equilibrio dramático y musical ideado por libretista y compositor sobre unos parámetros artísticos muy concretos, al margen de que puedan resultar más pesados por extensión o no al público contemporáneo. Al fin y al cabo, no se puede decir que no esté sobre aviso. Sin embargo, con una competencia discográfica tan fuerte, era necesario que la parte musical volara más alto.

Como en todas las grabaciones, Alan Curtis se rodeó de un reparto de auténticas estrellas barrocas: Sara Mingardo (Lotario), Sonia Prina (Matilde) y Simone Kermes (Adelaida) asumían los papeles principales. Las dos mezzos de la producción alemana, Sophie Rennert y Ursula von den Steinen, conocen el estilo y son cantantes correctas, pero sus interpretaciones no son interesantes y la calidad vocal es inferior a la de las italianas. Respecto a Marie Lys, a pesar de una voz más ligera que la de Simone Kermes, aguanta la comparación sin problemas y se impone como la mejor de las voces femeninas claramente.

Donde difieren Curtis y Cummings es en ldelberto, pues el americano lo confió a una mezzo, Hilary Summers, y el británico a un contratenor, Jud Perry. A estas alturas la discusión ya no se centra en la idoneidad de una tipología vocal u otra, los falsetistas actuales han demostrado de lo que son capaces hoy día. Sin embargo, Jud Perry presenta todas las características de la escuela anglosajona: voz blanquecina y poca fantasía en el canto y la interpretación, que le hacen más adecuado para el oratorio que para la ópera. Afortunadamente Todd Boyce, sin llegar a los medios de Vito Priante, encarna un buen Clodomiro.

Con todo, la campanada la da Jorge Navarro Colorado. El tenor español supera ampliamente a Steve Davislim como Berengario con un canto más flexible, para nada duro, ágil en la coloratura y fácil en los agudos. Sin duda se trata del descubrimiento de la grabación y habrá que seguirle de cerca.

Alan Curtis nunca me ha provocado una especial adhesión. Más allá de una labor de recuperación encomiable de títulos menores y de rodearse bien en la elección de los repartos, encontraba por lo general sus direcciones en exceso académicas y faltas de mayor contraste y dinámicas. Con su Lotario también. Sin embargo, Cummings no demuestra mayor capacidad en este punto y el reparto, como he señalado, es netamente inferior. La orquesta del festival suena convincente a sus órdenes, pero desde el punto de vista de la interpretación falta garra en los recitativos y drama en las arias: Handel no es Bononcini y su estilo pastoral.

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