Bajo la alfombra de Enrique Granados

35] El capitán Manuel Granados, un regular hombre de paz

José María Rebés
viernes, 6 de julio de 2018
Escudo del Regimiento de la Corona © Derecho público Escudo del Regimiento de la Corona © Derecho público
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“Valor – se le supone”. No es una frase hecha de aquellas con las que acostumbramos a bromear, sino una expresión real de los expedientes militares. El capitán Manuel Granados Espinosa acabó su carrera militar en una Cuba sin guerras, así es que no tuvo ocasión de demostrar su valor. Aquella provincia española no comenzaría su lucha por la independencia, salvo algún conflicto esporádico, hasta 1868, con el Grito de Yara de Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874), con el cual se iniciaron las llamadas Guerras de Cuba, que no fueron una sino tres. Ésta de 1868 vio su fin en 1878, lo que le dio el nombre de Guerra de los Diez Años, pero Manuel Granados ya había muerto antes de la proclama de 1868.

Manuel Granados fue el abuelo paterno del compositor y pianista Enrique Granados Campiña. Los Granados venían residiendo en la isla de Cuba desde antes de su nacimiento, por cuanto en su expediente militar1 se detalla que era “natural y vecino de esta ciudad [La Habana]”. Fue hijo de Juan Anastasio Granados y de Estefanía Espinosa y nació el 12 de marzo de 1803, según su expediente militar. Pero ese año, que coincide con el que da Walter A. Clark en su biografía del Poeta del piano1no cuadra con el certificado de ingreso como cadete en el cuerpo de Infantería, en el Batallón Ligero de Tarragona, 3ª Compañía, en el que consta:

Don Man. Granados hijo de Juan y de Dª Estefanía Espinosa, natural de La Habana, dependiente del corregimiento de la misma y avecindado en dicha ciudad, con oficio de ----------- correspondiente al corregimiento de --------- su estatura 5 pies y 2 pulgadas y __ líneas3, su edad 18 años, su religión C. A. R. [Católica Apostólica Romana], su estado soltero, sus señales estas: pelo castaño oscuro, ojos pardos, color trigueño, cejas como el pelo, nariz afilada, barba regular. Fue admitido en clase de cadete por Regimiento Infantería Milicias de La Habana […] en La Habana a nuebe [sic] de Diciembre de mil ochocientos diez y nuebe [sic].

Si la fecha de nacimiento es correcta, en diciembre de 1819 debía de tener dieciséis años, no dieciocho. La edad habitual de ingreso como cadete era la de dieciséis años, lo que lleva a pensar que en el documento de acceso se cometió un error al indicar la edad.

Clark continua en su libro con un rápido resumen de la carrera militar de Manuel Granados:

Manuel fue un soldado capaz, pero parece haber tenido una carrera bastante poco convencional, su expediente indica que su habilidad y sus conocimientos fueron calificados de regulares.

Ciertamente su expediente militar indica, además de que el “valor se le supone”, otros baremos de calificación habituales en el ejército: “Aplicación – regular”, “Capacidad – regular”, “Conducta – regular”, “En Ordenanza – regular”, “En táctica – regular”. Hay que explicar que la calificación de regular corresponde a un nivel de exigencia adecuado, sin que el militar destacara o sin que quien redactó el informe final tuviera conocimiento de detalles relevantes sobre la carrera militar de Manuel.

Fue ascendido al grado de subteniente por antigüedad el 6 de noviembre de 1823, al de teniente, por gracia, el 14 de noviembre de 1830 y al de teniente por antigüedad el 23 de agosto de 1836. Por fin, ascendió al grado de capitán el 29 de abril de 1844. Durante su carrera militar estuvo en el Regimiento de Infantería de Milicias de La Habana desde el 9 de diciembre de 1819 (fecha de su ingreso como cadete) hasta el 6 de octubre de 1820, un tiempo que a efectos de servicio contó por mitad, al ser cadete. Pasó entonces al Regimiento de Tarragona número 8, “el Firme”, en el que estuvo hasta finales de agosto de 1826, pasando al Regimiento de Barcelona nº 9, hasta finales de julio de 1844. Tras un rápido paso por el Regimiento de Léon, en octubre de ese año pasó al Regimiento de la Corona, hasta su retiro. Este era uno de los regimientos de mayor antigüedad y prestigio de España, conocido como “el Nuevo” por el nombre que tuvo cuando fue creado en 1566: “El Tercio Nuevo de Nápoles” (“Nuevo” para diferenciarlo de los “Grandes Tercios Viejos”). El nombre de “Regimiento de la Corona” se le había otorgado en 1829, al año siguiente a su traslado a la isla de Cuba.

A lo largo de su carrera se le concedieron algunas condecoraciones: el Diploma de Grado de fidelidad a la isla de Cuba (23 de julio de 1824) y el de Caballero de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo (4 de octubre de 1845). Esta distinción contradice la opinión de Clark acerca de su capacidad militar regular, al tratarse de un reconocimiento a la “constancia en el servicio e intachable conducta de oficiales generales, oficiales y suboficiales”. Fue creada por Real Decreto del 28 de noviembre de 1814 y regulada por la Real Cédula de 19 de enero de 1815, junto con la de San Fernando, siendo rey Fernando VII. Su encabezamiento dice así:

Que […] la nueva Orden de San Hermenegildo, que tuve a bien crear por mi real decreto de 28 de noviembre de 1814, sirva para el premio de la constancia militar4.

Actualmente se trata de una distinción reservada a miembros de la Guardia Civil.

Solicitó el retiro el 22 de febrero de 1851, mediante un escrito en el que confesaba, aparentemente, no disponer de medios económicos suficientes para mantener a su numerosa familia:

Don Manuel Granados […] expone: que hallándose cargado de una numerosa familia con la cual le es imposible pasar a continuar sus servicios a aquél Ejército, se ve en la forzada necesidad de solicitar la separación del servicio activo que por el espacio de 30 años, 7 meses y 29 días ha permanecido constantemente y del que con el mayor dolor se separa.

Las cifras nuevamente no cuadran, en diciembre de 1849 llevaba ya los 30 años. En su expediente militar se le conceden 31 años y 2 meses de servicio en diciembre de 1850, que es cuando termina el expediente. Eso es así mirando años naturales, pero la cuenta de años de servicio no se rige por los años naturales, y el mismo expediente indica que en total eran entonces 30 años, 6 meses y 23 días de servicio (el tiempo de cadete contaba como servicios reducidos, al 50%). El retiro definitivo llegó firmado desde Madrid con fecha del 12 de diciembre de 1851, es decir, treinta y dos años y un par de días después de su ingreso como cadete.

Otro dato inquietante es el de la numerosa familia, puesto que solo nos consta que tuviera dos hijos. Uno de ellos fue Calixto Granados Armenteros, el militar padre del compositor Enrique Granados, nacido el 14 de octubre de 1824 en La Habana, cuando su padre era ya capitán. El otro es el que encontramos en el expediente militar de Manuel Granados entre los documentos de defunción, en una comunicación del fallecimiento por parte de la viuda e hijo, con el texto “su Sra. é hijo” y con la firma de Lino Granados, quien, por cierto, también cursó carrera militar en el cuerpo de Infantería y como tal figura su expediente en el Archivo General Militar de Segovia.

Falleció en la madrugada del 18 de septiembre de 1858, una fecha que omite Clark, quien parece haber leído también el expediente militar que nosotros hemos consultado. En la “Guía del Cementerio de la Habana” publicado en 1868 se indica que falleció el 17 de septiembre de 1858, siendo enterrado en el “cuarto patio, izquierda, nicho 36”. Residía entonces en la calle Calzada de San Lázaro número 1 de Punta Habana. Esta calle existe todavía, con un recorrido parcialmente paralelo a la línea de la costa. El número 1 se encuentra al lado mismo del Castillo de San Salvador de la Punta. Fue enterrado a las 5 de la tarde del mismo día de su fallecimiento, según consta en el expediente militar.

Notas

1. Archivo General Militar de Segovia, AGMS/1ª/3878G,EXP.01

2. Walter Aaron CLARK, "Enrique Granados: Poet of the Piano", Oxford University Press, 2006, ISBN 978-0-19-981300-1.

3. Varas, pies, pulgadas y líneas conformaban todavía, en 1819, el sistema de medidas usual en España. El sistema métrico decimal, impulsado en 1800 por la Francia de Napoleón, entró en vigor en España a partir de la publicación de la “Ley de Pesas y Medidas” del 19 de julio de 1849. Esta ley indicaba que se publicarían tablas de equivalencias de las antiguas medidas a las del nuevo sistema a más tardar en julio de 1851 salvo en las Filipinas, que verían la tabla publicada antes de finales de ese mismo año. En la práctica se publicaron algo más tarde, en diciembre de 1852. Las tablas incluyeron las diversas medidas adoptadas en cada provincia española, muchas de ellas con el sistema denominado “Vara de Castilla” o “Vara de Burgos”, pero otras con medidas ligeramente diferentes para la unidad “vara”. La vara equivalía a 3 pies, cada uno de los cuales, en el caso de la vara castellana, equivalía a 0,278635 m. La pulgada, duodécima parte del pie, equivalía a 0,02322 m. Las líneas eran a su vez una duodécima parte de una pulgada, de ahí que no se usaran en la práctica. En definitiva, Manuel Granados tenía una estatura aproximada de entre 1,45m (con medidas castellanas) y 1,60m (con la vara alicantina, muy similar a la yarda inglesa).

4. Colección de Reales Cédulas, Decretos y Órdenes de Fernando VII. Tomo I. Años 1814-15. Biblioteca Nacional de España.

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