Discos
Vinci(tor)
Raúl González Arévalo
En el panorama general de contratenores es habitual dedicar monográficos a cantantes famosos, como Carestini y Farinelli; a personajes recurrentes como Julio César; o a compositores consagrados: aquí la palma se la lleva Handel. Afortunadamente, van saliendo a la luz otros nombres indispensables como Hasse, Porpora, Giacomelli o Caldara con resultado variables, generalmente más relacionados con los méritos y deméritos de los intérpretes que con la calidad de la música.
En este contexto la trayectoria de Filippo Mineccia se antoja singular por múltiples motivos: respondiendo al esquema anterior, sus propuestas monográficas siempre son originales e interesantes porque con frecuencia exploran recorridos inéditos, como confirman sus recitales dedicados a Jommelli, Ariosti y Paisiello o al castrado Siface, combinando el interés comercial con el respaldo musicológico.
Este disco, dedicado a uno de los grandes compositores del barroco napolitano, Leonardo Vinci, vio la luz al año siguiente del éxito fulgurante que constituyó la grabación de su Artaserse, y al mismo tiempo anunciaba el interés renovado que llevó asimismo a la grabación de su Catone in Utica, una de cuyas arias se incluye, como otra de Gismondo, re di Polonia que próximamente abordará Cenčić (ya “solo” nos quedan por conocer Publio Cornelio Scipione, Farnace, Ifigenia en Tauride, Rosmira fedele, y Alessandro nell’Indie, reconocidas entre las mejores del catálogo de Vinci). El programa ofrece una selección cuidada, que condensa un retrato musical acertado de un compositor capaz de una variedad dramática y una inventiva melódica a la altura del genio innovador que fue, cuyos méritos exponen las informadas notas del director musical y experto musicólogo en la escuela napolitana, Stefano Aresi. En este sentido, no sorprende la presencia de arias de oratorios que, salvo por la temática religiosa, musicalmente tenían poco que envidiar a otras piezas laicas. Al mismo tiempo, las diferentes exigencias ponen de relieve la versatilidad del protagonista del registro, Mineccia.
El contratenor italiano es un artista serio, que cuida sus interpretaciones. Con un instrumento menos redondo que el de otros colegas, aristado incluso (particularmente en el agudo), el intérprete es capaz de desplegar una variedad de efectos canoros y recursos dramáticos que hacen atractivas sus propuestas. La coloratura no le plantea problemas y constituye sin duda su punto fuerte, como confirman “Bella pace del seno di Giove”, “Nella foresta”, “Alma grande”, “Non meno risplende” o “In questa mia tempesta”. Las arias más líricas, que otros intérpretes abordarían mayormente desde la belleza vocal, son sin embargo la oportunidad para lucir un fraseo incisivo, como en “Sotto il peso”, “Vengo a voi, funesti orrori”, “Taci, o di morte”. En esta línea se incluye el único dúo del programa, “Ai lampi del tuo lume”, con la soprano Francesca Cassarini, en el que ambos causan una muy buena impresión.
La interpretación instrumental a cargo de Stile Galante no puede ser más bienvenida. De una parte, la calidad del conjunto lo ha impuesto en los últimos años como una de las formaciones más exquisitas del panorama italiano y europeo. De otra, Stefano Aresi es un director cuyo sentido del estilo es muy superior al de otros colegas que han estandarizado su acercamiento al repertorio barroco, de modo que su presencia y la de su conjunto refuerzan la originalidad y el acabado final del disco.
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