250 aniversario de Ludwig van Beethoven

Schott Verlag

Schott Verlag, la editorial que nació el mismo año que Beethoven (VII)

Juan Carlos Tellechea
martes, 28 de abril de 2020
Peter Hanser-Strecker © by Schott Music GmbH & Co. KG Peter Hanser-Strecker © by Schott Music GmbH & Co. KG
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Hace meses, la mundialmente famosa Schott Music, como hoy se denomina la editorial Schott-Verlag, ha programado para el domingo 17 de mayo próximo el acto central de los festejos por el 250º aniversario de su fundación, con un concierto en el Staatstheater de Mainz. Debido a la pandemia de coronavirus que afecta al mundo, estos planes han sido lamentablemente aplazados por tiempo indeterminado. 

Es una situación muy triste para todos que sentimos especialmente con nuestros amigos de España e Italia, quienes se han visto afectados todavía en mayor medida, ha declarado Christiane Albiez, directora de la sección de prensa de Schott Music, a Mundoclasico.com. La crisis de COVID-19 ha creado una situación completamente diferente a la experimentada por las editoriales de música en otras épocas. No hay conciertos, no hay representaciones de ópera. Las grandes casas como Schott Music tendrán que superar pérdidas millonarias.

Pero la historia continúa, y la empresa, totalmente digitalizada en esta era de Internet, sigue trabajando con ahinco, como muestra su catálogo de novedades de comienzos de este año que apuesta por un retorno a los tiempos en que las familias tocaban música en casa y necesitaban publicaciones pedagógicas especializadas e idóneas.

Schott Music, la editorial de Wolfgang Amadè Mozart, de Ludwig van Beethoven y de Richard Wagner, ya es demasiado grande como para fracasar (too big to fail), sobre todo gracias a la visionaria gestión desde 1968 de su máximo responsable Peter Hanser-Strecker, quien avanzó sistemáticamente en la internacionalización de la empresa y absorbió decenas de editoriales más pequeñas. El gran desafío en estos nuevos tiempos es el de los vertiginosos avances de las técnicas, sostiene Hanser-Strecker.

Ni las copias pirateadas ni el robo de datos ni los precios dumping de los streamings pueden dañar seriamente a la editorial, debido a que también tiene un programa de publicaciones bien establecido con 35.000 títulos, a los que se agregan 350 nuevos anualmente. Sin olvidar las 6.000 obras de teatro y de concierto que se distribuyen en todo el mundo. En general, todo esto da como resultado una cartera de mosaicos que el editor administra hábilmente y que continuará utilizando en el futuro próximo.

Ahora, Schott Music ofrece e-books, e-pubs, descargas y aplicaciones en su surtido, asi como una plataforma para Self Publisher, otra para downloads desde todos los rincones del planeta, y una estación de distribución con decenas de miles de obras para el cine, la televisión y la publicidad.

Schott, que ha pasado en el último medio siglo de ser una empresa familiar y patriarcal hasta convertirse en un emprendimiento moderno, sigue siendo uno de los más grandes del sector, tras sobrevivir a todos los trastornos políticos: revoluciones, guerras y nazismo, gracias a la habilidad y al coraje de sus directivos para asumir riesgos, así como para aprovechar en su favor las oportunidades que se presentaban.

Golpes de suerte también hay que tener en la vida y uno de estos fue la edición de la celebérrima Novena Sinfonía en re menor op 125 de Beethoven. Schott-Verlag fue la última editorial que tuvo el genial compositor, después de haberse peleado con casi todas las demás casas, mucho más grandes que Schott en aquel entonces, evoca Hanser-Strecker. La Missa solemnis en re mayor op 123, uno de los mayores logros de Beethoven, fue publicada por la renombrada editorial cinco años después de su fallecimiento en 1827.

Otra circunstancia afortunada fue la del encuentro entre el compositor Paul Hindemith y el editor de entonces Willi Strecker. No solo fueron socios comerciales, sino también muy buenos amigos. Más de 2.800 cartas se conservan de esos 50 años de relación entre Hindemith y Schott-Verlag un testimonio único del turbulento siglo XX.

Los hermanos Ludwig y Willi Strecker habían apostado audazmente a favor de la nueva música y firmaron un contrato exclusivo con Hindemith. En esa amplia documentación publicada ahora por Schott Music se da cuenta de la prohibición que tuvo que soportar Hindemith durante el nazismo (1933-1945) y su regreso a su ciudad natal, Francfort del Meno, después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). La directora de la Fundación Hindemith de Francfort, Susanne Schaal-Gotthardt, se ha encargado personalmente de velar por la publicación; testimonio único de un compositor de la vanguardia de entreguerras y uno de los más influyentes del siglo pasado.

Cuando el editor Peter Hanser-Strecker, la sexta generación al frente de Schott Music, se sienta en su escritorio en el casco antiguo de Mainz, continúa una tradición centenaria. El mismísimo Richard Wagner había trabajado en ese despacho. Según el contrato de la época, la sala estaba equipada con una chaise longue para las féminas que visitaban al compositor. Esto formaba parte del trato con Wagner, ya que Schott editaría todo su trabajo compositivo, como el Anillo del Nibelungo.

Más tarde se añadiría Carmina Burana, de Carl Orff, gracias al uso frecuente de publicidad, una mina de oro para la editorial. Hoy Schott Music publica, entre otras, las obras de quien fuera hasta ahora el compositor vivo más cotizado del mundo, Krzysztof Penderecki, fallecido el 29 de marzo pasado en Cracovia a la edad de 86 años.

Precisamente, uno de los focos de atención del programa editorial es la publicación -a menudo de forma exclusiva- de obras clásicas modernas y de nuestros días. Además de Orf y Hindemith, otros compositores del siglo XX y XXI como Igor Stravinsky, György Ligeti, Hans Werner Henze, Toru Takemitsu, Toshio Hosokawa, Peter Eötvös, Xiaogang Ye y Mikis Theodorakis confiaron a Schott asimismo la edición de sus obras. La editorial entiende que buena parte de su labor cultural es descubrir y promover a destacados compositores de todo el mundo, como es el caso en estos últimos años con Jörg Widmann, Chaya Czernowin, Fazil Say, Vijay Iyer, Andrew Norman, Julian Anderson, Richard Ayres und Anno Schreier, entre muchos otros.

El sello discográfico WERGO, uno de los de mayor éxito en el campo de la música contemporánea y miembro del grupo Schott Music, reúne a compositores de estos dos últimos siglos, así como a los más jóvenes, los de la más reciente generación. El catálogo comprende más 700 discos compactos con solistas y conjuntos de la Neue Musik bajo la conducción de prestigiosos directores. El sello intuition ofrece más de 400 CD's para los aficionados al jazz, con artistas como Maceo Parker, Joe Zawinul, Abdullah Ibrahim y muchos más, así como el enlace del jazz con la música de África occidental.

Como editorial científica, Schott atiende actualmente 12 ediciones completas, entre ellas las de las obras de Arnold Schönberg, Robert Schumann, Richard Strauss, Carl Maria von Weber y Kurt Weill, además de las de Hindemith. En cooperación con experimentados musicólogos, universidades e institutos de investigacion se cubren todas las fuentes disponibles con el objetivo de evaluar y documentar científicamente las obras completas de diferentes compositores.

Schott edita asimismo revistas especializadas, entre ellas la más antigua del mundo, la Neue Zeitschrift für Musik, fundada por Robert Schumann en 1834, fiel a sus ideas progresistas dedicada a la Neue Musik y a las áreas próximas en los géneros pop, jazz y al denominado arte sonoro (Klangkunst). En 1953 Schott fundó conjuntamente con la Deutsche Orchestervereinigung (Asociacion de Orquestas alemanas) la revista Das Orchester, destinada a los músicos profesionales integrantes de orquestas, leída y apreciada en más de 40 países, que es desde hace muchos años, la publicación que informa sobre puestos de trabajo en ese apetecido mercado profesional.

El aplazado concierto conmemorativo estaba pensado para que intervinieran en él coros de escolares de Mainz (capital del Estado federado de Renania-Palatinado) y de la vecinaWiesbaden (capital del Estado federado de Hesse), en la margen derecha del Rin, como parte de un proyecto educacional financiado por una de las fundaciones allegadas a Schott Music. Se trata de que docentes aún en formación reintegren a las escuelas elementales las materias musicales que han sido eliminadas últimamente por las autoridades regionales por sus malhadados planes de austeridad económica.

La música coral, en todas sus variedades y géneros, desempeña un importante papel en el portafolio de la editorial. El programa abarca música coral clásica de todas las épocas y de todos los estilos, para formaciones masculinas, femeninas, infantiles, de cámara, y hasta para personas de la tercera edad. En el área pedagógica Schott Music ofrece asimismo varias revistas periódicas, entre ellas üben & musizieren, desde hace 35 años, destinada a la profesionalización de la educación musical fuera de las escuelas y a la enseñanza privada en la ejecución de intrumentos y de canto. Esta publicación se complementa con otras revistas pedagógicas Musik in der Grundschule y Musik, Spiel und Tanz, para la enseñanza en escuelas primarias.

Alrededor de 200 empleados de las secciones de corrección, redacción, producción y distribución trabajan para los compositores, autores y clientes en general, ocupados en velar por sus derechos y por el surgimiento de nuevos repertorios musicales en todo el mundo. Casi 50 editoriales (entre ellas la famosa Hohner-Verlag, por citar una dedicada a la música de acordeón) reunidas bajo el techo de Schott Music Group, cubren áreas como las de textos de enseñanza, ediciones de originales, literatura para conciertos y óperas, material especializado para representaciones escénicas, partituras de estudio, ediciones completas, libros de música, revistas especializadas, y discos compactos, como vimos más arriba, así como seminarios pedagógicos en todas lás areas de la vida musical.

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