Discos
Aus den Liedern verschiedener Völker
Juan Carlos Tellechea

Hacía tiempo que no escuchaba aquí una grabación como ésta con las canciones populares de Ludwig van Manuel Gómez Ruiz, junto con el laureado Trío Arbós, y el barítono Simon Robinson, se embarcaron en este imaginario periplo que personalmente nunca pudo realizar Beethoven, aunque lo deseaba.
Los dúos Como una mariposa y Seus lindos olhos, son interpretados por el tenor y el barítono. En los ensembles, colaboran la mezzosoprano Laila Salome Fischer y la soprano Natalia Labourdette, explica el tenor Gómez Ruiz a mundoclasico.com en breves declaraciones por correo electrónico.
Las 25 canciones reunidas en esta placa son de origen alemán (Hoch auf, mein Liebchen), polaco (Auf, auf, ihr Freunde lasst im Wein; Lenz und Liebeswonnen enden), portugués (Seus lindos olhos), ruso (In dem Walde, dem grünen Walde; Ach, ihr Bächlein, kühlen Wasser; Unsre lieben Mädchen gingen), ucraniano (Schöne Minka), danés (Ridder Stig tjner i Kongens Gaard), sueco (Lilla Carl), español (Yo no quiero embarcarme; La tirana se embarca; Como la mariposa; Una paloma blanca), húngaro (Nach der Heimat Rebenfluren), italiano (Da brava Catina; La Biondina in gondoleta; O Sanctissima), francés (Non, non, Colette n'est point trompeuse), irlandés (Once more I Hail thee; The pulse of an Irishman), galés (Love without hope; The vale of Clwyd), escocés (Bonny laddie, highland laddie; Come fill, fill, my good fellow). Las piezas fueron adaptadas para voz, violín, violonchelo y piano.
El conjunto entero suena muy ágil, fresco, ingenioso y lírico en esta grabación. La voz de Además, los cantantes participan haciendo los coros de Ridder Stig: las estrofas son interpretadas por el tenor Manuel Gómez Ruiz; mientras el l coro por la soprano Natalia transmite sinceridad y elegancia en el mensaje, y el acompañamiento del es muy cuidadoso. y la mezzosoprano Laila Salome ; así como por Gómez Ruiz; y Robinson. En Come fill: las estrofas las interpreta Manuel Gómez Ruiz; y el coro: la mezzosoprano Fischer; el tenor; y el barítono .
En los diálogos entre músicos y cantantes prevalece la moderación, de forma que más allá de la delicadeza vocal e instrumental siempre queda la impresión de que todo surge directamente de la música y del sentido del texto, como sugieren a dúo el tenor y el barítono en Seus lindos olhos:
Seus lindos olhos
mal que me viram
crucis feriram
meu coração.
Se Amor protege
a chama nossa
talvez se mova
à compaixão.
¡Cuánto no se alegraría el espíritu humanista de Beethoven al saber que un grupo de jóvenes músicos europeos realiza este viaje en su nombre, para rendirle homenaje en su 250º cumpleaños y en excepcionales tiempos de paz en este continente, algo desconocido en su época (Alle Menschen werden Brüder...)
Si bien no acuciado por una pandemia como ocurre hoy con el coronavirus, el genial compositor alemán vivía entonces momentos difíciles cuando escribía estas breves piezas. Había tenido que pedir un adelanto a un editor y dinero prestado a un amigo, porque los príncipes que lo patrocinaban se demoraban en entregarle las pensiones anuales acordadas. Pero en 1813 recibiría algunos pagos por derecho de autor de & Härtel y de Muzio (desde Londres).
Sin embargo, la mayor suma de dinero (250 ducados) la recibió del visionario editor, coleccionista de melodías populares y mecenas
Corrían los tiempos de la primera Revolución Industrial y social en Europa y la naturalidad intacta de la voz del pueblo se había puesto casi de moda como una añoranza en el siglo XIX. Conscientes de su propia tradición, fue entre los pobladores de las Islas Británicas donde arraigaría primero el entusiasmo por esta música y con más fuerza que en el continente.
Incluso antes de mediados del siglo XVIII, por ejemplo, varios arpistas galeses atraerían la atención de la escena musical londinense interpretando canciones folclóricas de su tierra. Se creía encontrar en la poesía y en las canciones populares con su sencillez, inmediatez, sublimidad y naturaleza, buena parte de lo que se exigía a un arte que debía oponerse a la pompa aristocrática del Barroco. Esa es la convicción que deja al oyente Manuel Gómez Ruiz en Love without hope:
Her features speak the warmest heart,
But not for me its ardour glows;
In that soft blush I have no part
That mingles with her bosom's snows.
In that dear drop I have no share
That trembles in her melting eye;
Nor is my love the tender care
That bids her heave that anxious sigh.
Gómez Ruiz, formado en la Hochschule für Musik Hanns Eisler y en la Universität der Künste, de Berlín, retoma con gran entrega estos temas, muy poco interpretados incluso en conciertos, y que constituyen una excepción en la obra de Beethoven. En este CD las canciones suenan de forma muy diferente y menos amanerada; más animadas, más inspiradas, más sinceras, más auténticas. No digamos ya las españolas, plenas de energía: Yo no quiero embarcarme, La tirana se embarca, el bolero Una paloma blanca y el bolero a dúo Como la mariposa, sino también la encantadora pieza siciliana O sanctissima con el tenor, el barítono y la mezzosoprano Laila Salome Fischer.
Horch auf, mein Liebchen entona Gómez Ruiz con perfecta dicción desde un comienzo:
Horch auf, mein Liebchen ich bin der Gugu
Ach gar ein Herrliches Mädchen bist du.
Ach komm'nur mein Kindchen:
Komm'nur heidipritsch:
O komm doch du kleiner,
Du herziger Gritsch.
Ich bin's wenn mich nicht
Dein Öhrlein erkennt,
Und bring'dir ein Ständchen
Auf mein Instrument,
Ach Herzchen, ach willigst du ein,
So sollts du in Hinkunft
Mein Maultrommerl sein.
En su mayor parte estos arreglos de Beethoven son considerados erróneamente trabajos ocasionales bien pagados y realizados con rapidez, de escasa importancia artística, por lo que quedan fuera de la historia de la música y de la programación de conciertos. Mas, en realidad, Beethoven trabajó en ellos con mucha seriedad y dedicación y tuvo que enfrentarse a muchas dificultades en el proceso, por lo que merecen toda nuestra atención. Así nacería esta fusión de gran calidad y excelente comunión estética en bellísimos cantares ennoblecidos por la prodigiosa genialidad beethoveniana que nos entregan con derroche de talento Manuel Gómez Ruiz y el Trío Arbós, junto con Simon Robinson, Laila Salome Fischer y Natalia Labourdette.
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