Italia

Un Scarlatti olvidado

Jorge Binaghi
viernes, 13 de agosto de 2021
'Griselda' según Cucchi © 2021 by Clarissa Lapolla 'Griselda' según Cucchi © 2021 by Clarissa Lapolla
Martina Franca, jueves, 29 de julio de 2021. Palazzo Ducale (Cortile). Griselda, ópera en tres actos (Roma, Teatro Capranica, Carnaval de 1721), libreto de A. Zeno, adaptado por C. S. Capece, música de A. Scarlatti. Dirección escénica: Rosetta Cucchi. Escenografía: Tiziano Santi. Vestuario: Claudia Pernigotti. Intérpretes: Raffaele Pe (Gualtiero), Carmela Remigio (Griselda), Francesca Ascioti (Ottone), Mariam Battistelli (Costanza), Krystian Adam (Corrado), Miriam Albano (Roberto), y Carlo Buonfrate (Everardo). La Lira di Orfeo. Coro Ghisleri. Dirección musical: George Petrou. Festival della Valle d'Itria 2021
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Conmemorando los tres siglos del estreno de esta ópera se realizó una nueva edición crítica de la Lira di Orfeo (que actuó en el foso de la orquesta) y Luca Della Libera. Esta fue la que sirvió para la versión que se vio y oyó. Si digo que con un solo intervalo de media hora se llegó prácticamente a las cuatro horas de duración se verá que la empresa es ardua. Más si hace el calor que hizo (y por suerte al aire libre). Pero sobre todo porque me pregunto cuántos siglos pasarán antes de que se vuelva a ver este título. 

Estuvo bien exhumarlo, porque para eso existen los festivales, y también para comprender por qué muchas veces las obras olvidadas lo han sido con justicia. Con un libreto que no es maravilloso, adaptado y con versos hipérmetros que resultan duros al oído, sólo faltaba que se tratara del último relato del Decamerón de Boccaccio, que probablemente debía terminar con un cuento moralizante visto que el pretexto de la colección era una peste y que durante las jornadas anteriores mucha ‘moralidad’ (o ‘moralina’) no había habido, y sí un sano y desenfadado disfrute de la vida de los sentidos.

Es cierto que hay otras obras sobre el mismo tema o parecido que resultan potables, pero lo que oí con frecuencia entre el público de la velada fue la palabra ‘mattone’, que en italiano significa ‘ladrillo’, con el sentido derivado que tiene también en castellano, aunque la traducción exacta sería ‘tostón’. Y frente a eso no hay música (a menos que hablemos de un genio) que pueda.

Aquí la música es bonita, insulsa muchas veces y con poco contraste porque la protagonista es sometida a un sinfín de pruebas espantosas que sufre con idéntica dignidad y resignación, el rey, su esposo, no cesa de lamentar las torturas que le inflige para luego seguir infligiéndole otras, y así sucesivamente.

'Griselda' de Vivaldi. Dirección escénica: Rosetta Cucchi. Dirección musical: George Petrou. Festival della Valle d'Itria 2021. © 2021 by Clarissa Lapolla.'Griselda' de Vivaldi. Dirección escénica: Rosetta Cucchi. Dirección musical: George Petrou. Festival della Valle d'Itria 2021. © 2021 by Clarissa Lapolla.

Por suerte la puesta de Cucchi hizo lo posible por hacernos menos dura la vida, y se inventó movimientos (ya que los personajes son todos monotemáticos y ni sé si dignos de ese nombre aunque intentó insuflarles toda la vida posible, lo que es ya en sí un milagro) que agilizaron la trama, con bellos efectos de luces de Pasquale Mari, y todos los intérpretes, más o menos dotados, siguieron las indicaciones de la directora, y además cantaron bien o muy bien. Incluso el personaje mudo de Everardo le fue asignado a un niño simpático y desenvuelto. Fragmentos del texto de Boccaccio se oyen antes de cada uno de los tres actos en grabación.

No sé si fue por la temperatura, La Lira di Orfeo tuvo algunos desajustes aunque la dirección de Petrou y su gesto justificaron su fama en el repertorio barroco, y seguramente cree en la partitura, lo que se agradece. El coro estuvo bien en sus breves intervenciones.

'Griselda' de Vivaldi. Dirección escénica: Rosetta Cucchi. Dirección musical: George Petrou. Festival della Valle d'Itria 2021. © 2021 by Clarissa Lapolla.'Griselda' de Vivaldi. Dirección escénica: Rosetta Cucchi. Dirección musical: George Petrou. Festival della Valle d'Itria 2021. © 2021 by Clarissa Lapolla.

Carmela Remigio tuvo la actuación más afortunada de las que yo le haya presenciado: el personaje se le ajusta como anillo al dedo y puede hacer brillar todas sus virtudes musicales y escénicas que en otras ocasiones no están siempre tan presentes.

Lo mismo cabe decir de Pe, un contratenor cada vez más asentado y buen intérprete, de bello timbre, y buena y creíble actuación.

En el papel del ‘villano’, Francesca Ascioti hizo apreciar buen oficio artístico y vocal, aunque su timbre sea un punto anónimo. Lo mismo puede decirse de la pareja joven que termina de enredar y complicar las desventuras, y si Mariam Battistelli tiene una bonita voz (tal vez le convenga corregir algún momento duro o fijo en la emisión), Miriam Albano es un Roberto convincente en todos los aspectos.

Krystian Adam es el único personaje con un aria (pero también le tocan, como a todos, recitativos interminables y no fáciles de memorizar), pero en ella el tenor polaco que ha estudiado en la Academia de la Scala se luce con un color homogéneo y una buena extensión que le permite incluso un salto audaz y difícil al registro grave. De lejos presenta algunos rasgos físicos comunes con su compatriota Beczala.

Se aplaudió con bastante entusiasmo.

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