Recensiones bibliográficas
Schumann, ClaraClara Schumann,una pianista proteica
Juan Carlos Tellechea
Desde la década de 1980, cuando resurgió de la periferia para ocupar una posición más central en los estudios musicales, Clara Schumann ha ejercido una fascinación permanente sobre la imaginación académica y popular. Las biografías revisionistas, el descubrimiento de fuentes primarias (diarios, cartas, recuerdos) y las representaciones cinematográficas y literarias de han puesto de relieve los detalles y la recepción de su vida, al tiempo que han llamado la atención sobre lo mucho que queda por aprender sobre su creatividad.
En un libro titulado Clara Schumann Studies,* publicado por la editorial Cambridge University Press, ha sido reunido un equipo de destacados especialistas para revalorizar a Clara Schumann en tres aspectos concretos: primero, profundizando en sus contextos sociales y musicales; en segundo término, ofreciendo nuevas perspectivas de análisis sobre sus canciones y su música instrumental; y en tercer lugar, reconsiderando su legado como pianista y profesora.
De esta forma, el volumen abre decididamente nuevos caminos en el estudio más amplio de las mujeres en la música. El editor, Joe Davies, es becario mundial Marie Skłodowska-Curie en la Universidad de California, Irvine y en la Universidad de Maynooth, Irlanda. Su investigación se centra en la música del siglo XIX, su interacción con otras formas de arte y su relación con las nociones de autoría, género y autofiguración. Es además coeditor de Drama in the Music of Franz Schubert (con James Sobaskie, 2019).
Clara Schumann en el imaginario musicológico
Aunque se ha escrito mucho sobre Clara Schumann, más de 165 años después de su nacimiento, solo la conocemos a través de los ojos y las mentes de su propia época. Incluso hoy en día se la ve como la veían sus contemporáneos del siglo XIX: como una santa o "sacerdotisa", como una esposa, madre y música dedicada, afirmaba la prestigiosa musicóloga Nancy B. Reich en su obra Clara Schumann: The Artist and the Woman.* Y agregaba en el prefacio a la edición revisada que en los 15 años transcurridos desde la publicación de la primera edición de esa biografía, el interés por Clara Schumann se había disparado.
Actuaciones, ediciones y grabaciones de su música, películas, obras de teatro, programas de radio y televisión inspirados en su vida, concursos de piano en su nombre, disertaciones, trabajos académicos, artículos en la prensa académica y popular, notas de programa, publicación de cartas, biografías en varios idiomas y biografías revisionistas, todo ello da fe de la importancia y fascinación por Clara Wieck Schumann como artista y como mujer.
Esas dos viñetas captaban algo del renacimiento que se produjo en la erudición sobre Clara Schumann hacia finales del siglo XX. La biografía de Reich, un modelo en su género, desempeñó un papel fundamental en esta evolución. Su profunda conexión con el tema, su perspicaz enfoque de las cuestiones de clase y género y su voluntad de cuestionar las ideas recibidas sobre la relación de Schumann con los hombres de su círculo no solo han aportado una claridad muy necesaria a los detalles de la vida y el arte de Schumann, sino que también han proporcionado la base para posteriores reevaluaciones de las mujeres en la música.
Bicentenario
Unas décadas más tarde, los acontecimientos de 2019 que marcaron el bicentenario del nacimiento de Clara Schumann dieron un nuevo impulso al proceso de redescubrimiento que ha estado en marcha desde la publicación de la biografía de
Haciendo honor a su título, la reunión de tres días de académicos e intérpretes de Canadá, Finlandia, Alemania, Irlanda, Reino Unido y Estados Unidos brindó la oportunidad de reevaluar la producción creativa de Schumann en relación con el paisaje artístico del mundo o mundos en los que vivió y trabajó. Lo que surgió en el transcurso de los procedimientos fue una conciencia más profunda de su música, su pedagogía y actividades de interpretación, y también su recepción, tanto contemporánea como póstuma.
Importantes biografías
Durante los años transcurridos entre la primera edición de la biografía de Reich y la coyuntura del bicentenario, 1985-2019, los estudiosos han dado importantes pasos para ampliar el ámbito de los estudios sobre Clara Schumann.
Cabe destacar las biografías en lengua alemana de la Dra. Beatrix Borchard , profesora emérita de la Escuela Superior de Música y Teatro de la Universidad de Hamburgo, a las que nos referiremos en una muy próxima reseña; Janina Klassen e Irmgard Knechtges-Obrecht, vicepresidenta de la Sociedad Robert Schumann, de Düsseldorf), que han aportado nuevas perspectivas al perfil de Clara Schumann, al tiempo que han sugerido nuevas posibilidades en el ámbito más amplio de la documentación de la vida de los dos músicos.
Esto es especialmente cierto en el caso del último libro de Beatrix
Fuentes primarias
Estos avances biográficos se complementan, por un lado, con el descubrimiento de una gran cantidad de fuentes primarias (cartas, diarios, recuerdos), y, por otro, con los estudios que se han ocupado de la "vida posterior" de Schumann. Los ejemplos de estos últimos van desde las representaciones cinematográficas, como las de Borchard ("¿Se puede esto? Robert y Clara Schumann como héroes fílmicos", en Robert Schumann. Personalidad, obra, repercusión: Informe sobre la conferencia de Leipzig de 2010, editor Helmut Loos (editorial Gudrun Schröder, de Leipzig, 2011, páginas 483-94). También las de Knechtges-Obrecht y Georg Maas , pasando por los debates sobre las representaciones literarias, como en el estudio comparativo de David Ferris sobre Clara de Janice Galloway y Longing de J. D. Landis, hasta la reciente crítica de April Prince sobre las representaciones iconográficas de Schumann.
Este creciente conjunto de trabajos ha renovado la atención no solo a las realidades de la vida de Schumann-Wieck, sino también a las formas en que éstas han sido recontextualizadas en las biografías académicas y ficcionalizadas en la cultura popular. También han surgido nuevas lecturas de Clara Schumann en relación con su pianismo. Para ofrecer una serie de ejemplos: Ferris ha examinado el modo en que Schumann navegaba por los límites entre la actuación pública y la privada, haciendo especial hincapié en sus veladas en Berlín, 1839-40.
Improvisaciones
Valerie Goertzen ha llamado la atención sobre las prácticas de improvisación de Schumann-Wieck al crear conexiones entre "mosaicos" de piezas cortas; Alexander Stefaniak ha trazado el compromiso de Schumann-Wieck con diferentes modos de virtuosismo, en particular el que trasciende lo físico y entra en el ámbito de la inter ioridad; y, más recientemente, Natasha Loges ha destacado el papel de Clara Schumann, junto con Julius Stockhausen (alumno de Manuel García) en la introducción del ciclo de canciones en el mundo de la "música instrumental seria" a través de su interpretación de género mixto.
A partir de estos estudios, así como de los trabajos anteriores en este campo, Clara Schumann surge, tomando prestada la caracterización de Stefaniak, como una pianista proteica cuya contribución a la cultura interpretativa del siglo XIX es apta para ser investigada más a fondo. Otro aspecto del perfil creativo de Clara Schumann que está adquiriendo mayor nitidez es su trabajo como compositora. Aunque sus opiniones autodespectivas sobre sus esfuerzos compositivos han sido bien estudiadas en la literatura, solo en los últimos años los estudiosos han comenzado a problematizarlas a través del compromiso crítico con su música, en particular con sus Lieder.
Nuevos conocimientos
Los estudios que han aportado nuevos conocimientos sobre las canciones de Clara Schumann van desde los de Michael Baker, Rufus Hallmark y Susan Wollenberg, todos ellos centrados en sus composiciones de Liebesfrühling, Op. 12, de Friedrich Rückert, pasando por la exploración de Susan Youens de las composiciones de Heinrich Heine de Schumann, hasta la investigación de Caitlin Miller de su composición de Loreley en términos de poder femenino y mirada masculina.
Sus descubrimientos se complementan con el florecimiento gradual del compromiso analítico con la música instrumental de Clara Schumann, como lo representa el estudio de Marian Wilson Kimber sobre su música para piano y el examen de Julie Pedneault-Deslauriers sobre la forma y las líneas de bajo en sus piezas de cámara y de piano solo. Estas publicaciones ofrecen una invitación a profundizar en los mundos expresivos de la música de Schumann-Wieck, ya sea en términos de canción o de géneros instrumentales, y a encontrar nuevos significados en las complejidades de su estilo compositivo.
El hecho de que Clara Schumann se contemple ahora desde una serie de perspectivas críticas, en lugar de solo a través de los ojos y las mentes de su propia época, es un testimonio de la evolución de los estudios sobre las mujeres en la música. En este sentido, se está en deuda con la primera generación de estudiosas -entre ellas Jane Bowers, Marcia Citron, Judith Tick y Ruth Solie - cuyo trabajo pionero hizo mucho por desestabilizar el marco exclusivamente masculino de la historia de la música, cuestionando los procesos de inclusión y exclusión que sustentan la formación del canon, y abriendo un espacio crítico para debatir las contribuciones que las mujeres músicas han hecho a lo largo de los tiempos.
Desde la periferia
Su enfoque ha inspirado la investigación en todas las vías de la investigación musicológica: junto con las contribuciones en los campos de la biografía y los estudios de recepción, ha habido olas crecientes de compromiso analítico con la música de las mujeres, junto con estudios contextuales de su trabajo creativo en una serie de ámbitos cronológicos y geográficos. Este conjunto de estudios, que no muestra signos de disminución, ha llevado el estudio de las mujeres en la música desde la periferia (donde comenzó su vida) a una posición más central en la musicología contemporánea.
Pensar en Clara Schumann en relación con su mundo artístico ofrece la oportunidad de reflexionar sobre las actitudes cambiantes hacia los paradigmas que han protagonizado el discurso sobre las mujeres en la música. Entre ellos se encuentra la tan debatida cuestión de la separación frente a la integración. Quizás la ventaja más evidente del primer enfoque, sobre todo en las primeras fases de la investigación, es que ofrecía una forma directa e inmediata de devolver las voces de las mujeres -que habían permanecido ocultas durante mucho tiempo- al registro histórico musical.
Liberación
Citando a Aisling Kenny y Susan Wollenberg en su introducción a Women and the Nineteenth-Century Lied: Liberar a las mujeres del dominio de sus homólogos masculinos parecía entonces totalmente deseable frente a la ignorancia y los prejuicios imperantes que coloreaban su recepción y condicionaban la inadecuada atención que se prestaba a su trabajo. En el clima actual, con su nivel de exposición sin precedentes sobre las mujeres en la música, parece que ha llegado el momento de seguir avanzando en la dirección de un enfoque integrado, por el que las vidas y las actividades musicales de las mujeres se estudian como parte de un diálogo más amplio con las de sus contemporáneos.
Este es el tipo de pensamiento en el que se basan estos Clara Schumann Studies el primero de la serie que se ocupa de una mujer música. Inspirado en las corrientes académicas antes mencionadas, y capturando el espíritu de su mundo, el volumen explora a Schumann-Wieck tanto en sus propios términos como en relación con el nexo de personas, lugares, eventos e ideas que dieron forma a su perspectiva.
Los trece capítulos de esta obra reflejan tal enfoque en tres aspectos particulares: primero, profundizando en el paisaje artístico y social de su entorno; en segundo lugar, ofreciendo nuevas perspectivas analíticas y críticas sobre sus canciones y música instrumental; y en tercer término, reevaluando su recepción y legado.
Sin comparaciones
Es importante destacar que, en su cobertura de estas áreas, el libro no pretende comparar a Schumann-Wieck con el paradigma del "gran compositor masculino", que está siendo sustituido gradualmente por una comprensión más diversa de la creatividad musical. Tampoco la defiende acríticamente como "mujer compositora", un enfoque que, tomando las palabras de Natasha Loges, sugiere que su estatus es demasiado frágil para tolerar el escrutinio crítico.
En su lugar, la obra desarrolla una comprensión holística y consciente del género de su trabajo como compositora, intérprete y profesora en relación con el clima cultural de su tiempo. En otras palabras, el volumen está motivado por el deseo de humanizar (en lugar de una apoteosis) la contribución de Clara Schumann a la vida y la cultura del siglo XIX.
Nuevas direcciones
La exploración resumida en este libro comienza con el capítulo de Anja Bunzel sobre los círculos de Clara y Robert Schumann en Dresde durante su residencia de 1844 a 1850. El interés de Bunzel se centra en las múltiples formas en que los Schumann se relacionaron con sus contemporáneos a través de cartas, álbumes, reuniones sociales y veladas musicales, todo lo cual les permitió sumergirse en una vibrante red social que influyó en su perspectiva artística.
Su relato pone de manifiesto la amplitud de su influencia en Dresde, tanto social como musicalmente, y nos anima a reevaluar la importancia de sus relaciones personales en general. Susan
Reflexiones profundas
Resulta especialmente evocadora la forma en que interpreta los acontecimientos tonales a nivel local, esos momentos aparentemente inocuos como el cambio de Re♭ a Fa mayor en "Geheimes Flüstern hier und dort", Op. 23 nº 3, como señal de reflexiones más profundas y casi codificadas sobre el clima revolucionario de la época. Al localizar estos significados ocultos, Youens nos invita a escuchar las canciones consideradas en diálogo unas con otras, como partes interrelacionadas de un tapiz compartido de pensamiento musical y político.
Los capítulos de Stephen Rodgers y Harald Krebs continúan la discusión sobre las canciones de Clara Schumann, vinculándolas con los desarrollos de la teoría musical. Rodgers reflexiona sobre el compromiso de Schumann-Wieck con las ideas de cierre musical y poético en un análisis detallado de dos canciones: Warum willst du and're fragen, op 12 nº 11, e Ich hab' in deinem Auge, op 13 nº 5.
Fijación del texto
Entre sus puntos centrales está la forma en que subvierte el cierre cadencial, como en los compases finales de la primera canción, donde el acorde de tónica está impregnado de un aura de equívoco, sonando a la vez resuelto y no resuelto. Como complemento al capítulo de Rodgers, Krebs aborda el enfoque de Schumann-Wieck sobre la fijación del texto en una sección transversal de canciones, centrándose en los casos en los que adapta (con fines expresivos) la declamación sugerida por el ritmo de la poesía. Esto va desde desviaciones momentáneas, como en Am Strande, hasta casos en los que se despliegan patrones irregulares de declamación a lo largo de toda una canción, como en Liebst du um Schönheit, op 12 nº 4.
Krebs, al igual que Rodgers y Youens, indaga en la interrelación entre los detalles técnicos y el contenido expresivo, con el fin de dilucidar las formas en que las canciones de Schumann responden a las sutilezas emocionales y semánticas de los textos poéticos en los que se basan.
Lo privado e íntimo
El capítulo del propio editor del libro Joe Davies, el primero de un grupo de estudios dedicados a la música instrumental de Clara Schumann, examina su Concierto para piano en La menor, op 7, centrándose en su yuxtaposición de lo público y lo privado, lo físico y lo íntimo. En este sentido, es fundamental el tratamiento de la relación entre el solista y la orquesta, especialmente en el segundo movimiento, en el que esta última permanece en silencio durante todo el tiempo.
Estas características constituyen un punto de partida para reflexionar sobre las formas en que el Concierto de Schumann-Wieck se relaciona con discursos estéticos más amplios, como lo sublime y las imágenes oníricas, y para destacar los nuevos caminos que siguió en un momento crucial del desarrollo del género.
Intertextualidad
Las nociones de intertextualidad se destacan aún más en la reevaluación de Susan Wollenberg de la influencia de J. S. Bach en el estilo compositivo de Schumann-Wieck. Basándose en las pruebas documentales del estudio de la música de Bach por parte de Clara Schumann con Robert Schumann durante los primeros años de su matrimonio, Wollenberg ofrece un análisis de múltiples capas de los aspectos de sus Cuarenta y ocho Preludios y Fugas que ella absorbió en sus Tres Preludios y Fugas, op 16, en particular el primero del conjunto.
Las resonancias intertextuales -que van desde casos de préstamos directos hasta afinidades estilísticas y texturales más amplias- se extienden hasta la escritura fugal del Finale del Trío para piano en sol menor, op 17 de Clara Schumann, un ejemplo que Wollenberg considera en las páginas finales de su estudio.
Influjos bachianos
Nicole Grimes recoge estas influencias bachianas en su capítulo sobre la innovación formal y el virtuosismo en el Trío de Clara Schumann. Para Grimes, la naturaleza virtuosa de la pieza se transmite a través de la manipulación de la forma sonata por parte de Schumann-Wieck, que examina en relación con la New Formenlehre, y a través de la yuxtaposición de la brillantez pianística y el historicismo autoconsciente.
El análisis de Grimes se centra en la relación de la pieza con el desarrollo del género, no solo en términos de estilo compositivo, sino también en relación con los debates contemporáneos sobre el virtuosismo. Este enfoque conduce a una visión equilibrada del compromiso de Clara Schumann con los tríos para piano anteriores, tanto como intérprete como compositor, y de la influencia de su propio Trío en los ensayos posteriores de este género, especialmente los de Robert Schumann (op 63), Johannes Brahms (op 8) y Bedřich Smetana (op 15).
Los diálogos musicales y los intercambios intertextuales adoptan diversas formas en el círculo de los Schumann, como demuestran Katharina Uhde y R. Larry Todd en su capítulo sobre los Romanzen de Clara Schumann. Algunos son explícitos, como los intercambios entre el Romance variée op 3 de Schumann-Wieck, sus Variaciones op 20, sobre un tema de Bunte Blätter op 99 de Robert, y las Variaciones op 9 de Brahms, que cita las dos piezas anteriores.
Mundo privado
Otras son más implícitas, como en las conversaciones que Uhde y Todd escuchan entre los Drei Romanzen op 22 de Clara Schumann, y las Drei Stücke op 2 de Joseph Joachim. Más fluidas que fijas, la palpabilidad de estos diálogos, como destacan los autores, variará según quien toque, escuche o estudie la música. Sin embargo, todos tienen en común la impresión de intimidad, la sensación de estar metidos en los mundos privados del círculo de los Schumann.
Tras estas incursiones en la estética de la música instrumental de Schumann hay cinco capítulos que exploran cuestiones relativas a su recepción y su legado. Amanda Lalonde, tomando como punto de partida el ensayo Clara Schumann de Franz Liszt de 1854, llama la atención sobre la imagen de Schumann-Wieck como figura profética, una vertiente de su recepción que surgió ya en la década de 1830.
Sacerdotisa
Alexander Stefaniak añade más capas a la discusión sobre el pianismo de Clara Schumann en su capítulo sobre sus interpretaciones públicas de los conjuntos de piano de Robert de 1830. El autor pinta una imagen de Clara Schumann no simplemente como una ejecutante fiel, un tropo que ha dominado la historia de su recepción, sino como una pianista que ejerció como una agencia creativa en su programación de la música de Robert.
Su enfoque iba desde la omisión de material por completo, hasta la reconfiguración del orden de los movimientos en un conjunto y la presentación de piezas individuales y ciclos completos bajo una nueva luz, todo lo cual le permitió promover la música de Robert de una manera que reflejaba su propia disposición pianística y compositiva.
Completa integración
Al igual que Lalonde y Stefaniak presentan nuevas perspectivas sobre la imagen de Clara Schumann, también lo hace Roe-Min Kok, que contextualiza sus decisiones sobre el legado de Robert en relación con el principio andrógino, una teoría que defiende, en palabras de Kok, la completa integración de los cónyuges a nivel emocional, físico e intelectual.
El mayor compromiso de Clara Schumann con la música de su marido a partir de la década de 1850, sus notas de prensa resolviendo la controversia sobre sus marcas de metrónomo, y la conservación de su correspondencia de manera que reforzaba su imagen como una sola unidad, todo ello contribuye, sugiere Kok, a una comprensión de Clara Schumann como el Andrógino póstumo de Robert.
Completando el volumen, y ampliando su orientación geográfica, Jonathan Kregor y Natasha Loges centran su atención en el legado de Clara Schumann fuera del ámbito austro-alemán. Kregor se centra en su recepción en Norteamérica, donde acaparó el interés de la prensa durante varias décadas, a pesar de no haber pisado nunca suelo americano. Alabada, criticada, idealizada y reimaginada, se ganó allí una reputación que se extendió más allá del reconocimiento de sus habilidades musicales a aspectos de su vida personal y profesional en general.
Figura simbólica
Como muestra Kregor, se la promocionó como un modelo para el público estadounidense o, dicho de otro modo, como una "figura simbólica", cuya vida se trazó en la intersección del mito y la realidad.
El legado pedagógico de Clara Schumann también abarca múltiples vertientes, como demuestra Loges en su capítulo sobre la recepción británica de dos de sus alumnos, Fanny Davies y Leonard Borwick. El enfoque comparativo de Loges sobre las reseñas de estos pianistas revela una serie de patrones, el más destacado de los cuales es el diferente grado en que sus reputaciones se midieron en relación con su maestro.
Autonomía y linaje
Mientras que en el caso de Davies la relación maestro-alumno se destacaba con regularidad, sobre todo en los obituarios, donde se la apodaba "la alumna más distinguida de Madame Schumann", las reseñas de Borwick, por el contrario, tendían a destacar su autonomía artística, con menos referencias a Clara Schumann.
Las cuestiones de linaje, según muestra Loges, no se limitaban a cuestiones de estilo interpretativo, sino que giraban en torno a una red de influencias en la que la naturaleza de afirmación mutua de la relación maestro-alumno se representaba de forma diferente según factores como el género y la nacionalidad. En conjunto, los capítulos reunidos aquí añaden complejidad a la imagen en evolución de las variadas contribuciones de Clara Schumann a la cultura musical del siglo XIX.
Diversidad académica
Ya sea en términos de desarrollo de nuevas interpretaciones de su música, de recontextualización de su imagen e identidad, o de reflexión sobre los patrones de su historia de recepción, lo que los ensayos individuales ejemplifican es un sentido de la diversidad académica que sustenta las formas actuales de pensar sobre Schumann-Wieck y su mundo. Al hacerlo, abren caminos no solo en relación con Clara Schumann, sino con respecto a las mujeres en la música en general.
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