Entrevistas

Nelson López Garlo: El COVID desencadenó una explosión de inspiración y emociones

Juan Carlos Tellechea
miércoles, 12 de enero de 2022
Nelson López Garlo © by Pancho Pastori Nelson López Garlo © by Pancho Pastori
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Nelson López Garlo es una de las más recientes y excelentes adquisiciones de la compañía Ballett am Rhein. Nacido en Montevideo y formado en la Escuela Nacional de Danza del SODRE (Uruguay) recorrió ya medio mundo con su arte (Nueva York, Madrid, Buenos Aires, Ciudad de México, Shanghai). Ha bailado coreografías de George Balanchine, John Cranko, Jirí Kylián, Natalia Makarova, Ronald Hynd, Mauricio Wainrot y Kenneth MacMillan, entre muchos otros. 

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En los últimos meses lo vimos bailar en maravillosas presentaciones de Commentaries on the Floating World, de la legendaria Twyla Tharp, así como en Private Light y El cascanueces de Demis Volpi, director y coreógrafo jefe del Ballett am Rhein. López Garlo es además un refinado artista plástico vocacional y ya ha diseñado vestuarios y escenografías para Telón Arriba, la compañía de danza neoclásica residente del legendario Teatro Solís, de Montevideo. 

Nelson López Garlo tuvo la gran deferencia de conceder una entrevista a Mundoclasico.com pocos días después del gran homenaje rendido al coreógrafo neerlandés Hans van Manen el 6 de noviembre en la Ópera de Düsseldorf con motivo del 50º aniversario de su cooperación con el Ballett am Rhein. Estas son sus declaraciones exclusivas:

Juan Carlos Tellechea: ¿Qué reflexiones le ha inspirado este parón de actividades culturales en general y musicales en particular por el coronavirus?

Twyla Tharp, «Commentaries on the Floating World»: Dukin Seo, Kauan Soares, Lara Delfino y Nelson López Garlo. © 2021 by Bettina Stöss.Twyla Tharp, «Commentaries on the Floating World»: Dukin Seo, Kauan Soares, Lara Delfino y Nelson López Garlo. © 2021 by Bettina Stöss.

Nelson López Garlo: A nivel cultural (como a todo nivel) esta situación ha significado una pérdida irrecuperable no tanto para el colectivo, que se reincorpora progresivamente a las actividades con público, pero sobre todo para los artistas como individuos. Pensemos en aquellos bailarines por ejemplo, en una edad cercana a su retiro, que tenían planeado su año o sus últimos años de presentación y una última función de despedida tal vez y esa oportunidad les fue arrebatada irremediablemente. A una edad joven volver a bailar, a entrenar y ensayar en un estudio de verdad después de tanto tiempo fue difícil para todos. Imaginemos a aquellos que le agregan la complicación de la edad que para los bailarines pasa factura y se hace sentir. Y esas carreras que quedaron truncadas sin un final como se merecen. Éso y la falta de empleo para muchos artistas escénicos que dependen de una estructura para poder crear y monetizar su trabajo creo que fueron los impactos más significativos de la pandemia a nivel del arte.

¿Qué balance (positivo y negativo) extrajo de la situación?

Lo positivo es la introspección, obligada por el aislamiento; nos puso en una situación (no solo a los artistas) de auto(re)conocimiento que desencadenó una explosión de inspiración y emociones que en unos años vamos a mirar atrás y ver todas esas obras y manifestaciones artísticas “hijas de la pandemia”

En un sentido más práctico (y más personal) parar fué positivo para mi cuerpo, veníamos con un ritmo de trabajo muy intenso e incluso durante las vacaciones uno no para realmente, querés disfrutar y ponerte a tiro con todo lo que no tenés tiempo de hacer que terminás demandándole mucho al cuerpo de todos modos. Esta parada obligatoria, quedarse en casa reducir la movilidad me ayudó a terminar de sanar lesiones previas y estrés físico que necesitaba eso: ¡Parar!

¿Qué proyectos tenía en marcha y cómo ha tenido que modificarlos, y cuáles puede emprender todavía?

Por suerte mi proyecto en marcha era la transición del Ballet Nacional del SODRE (BNS) en Uruguay al Ballett Am Rhein, ya hacía unos meses que había firmado contrato antes de que todo comenzara y por suerte (claro que con algunas complicaciones) se pudo llevar a cabo. Lo que se modificó para mí y me dolió mucho fué que mi última función con el BNS fuera aquel jueves 12 de febrero sin que yo supiera que iba a ser la última. El viernes 13 estaba en mi camerino preparándome para la función de Un tranvía llamado deseo (coreografía de Mauricio Wainrot, inspirada en la obra homónima de Tennessee Williams) cuando anunciaron por los altavoces internos que se suspendía todo espectáculo público por resolución presidencial con efecto inmediato. Y nos fuimos a casa, la platea estaba llena esperando por el inicio de la función. 

Creo que en ese momento nadie fue consciente de lo que iba a durar la cuarentena. Yo soñaba con bailar mis últimas temporadas junto a una compañía que adoro y con la que siempre me sentí en casa. Disfrutar de cada función sabiendo que serían las últimas. No tener la chance de despedirme del público, de ver esa platea llena por última vez. ¡Eso me dolió mucho!

¿Cómo llegó a la danza...hubo dificultades en casa con su familia?

Nelson López Garlo. © 2021 by Pancho Pastori.Nelson López Garlo. © 2021 by Pancho Pastori.

Todo se dió bastante naturalmente, siempre tuve inquietudes artísticas desde que tengo memoria, pasé por clases de pintura, cerámica, me encantaba dibujar y siempre me decían que tenía talento, después estudié música, aprendí piano y de ahí derivó mi inquietud por algo más clásico y la danza, pedí a mis padres que me llevaran a clases de danza, que el piano no era lo que quería (nunca fui bueno tampoco) tenía 12 años y me llevaron a la prueba de admisión y quedé. Todo fluyó, sin inconvenientes. Aunque lo pasé bastante mal en la secundaria, siempre fui víctima de acoso y mal trato por parte de mis compañeros por mi orientación sexual (que incluso yo no entendía en ese momento) era el lugar que más odiaba ir. El hecho de que bailara ballet no hacía más que empeorar la situación así que en general omitía esa información en el liceo (de enseñanza secundaria). Por otro lado tuve algunos amigos que siempre me apoyaron y algunos que conservo hasta hoy.

¿Qué bailarín fue su modelo y en qué relación o circunstancia?

NLG: Nunca fuí muy balletómano, podría nombrar dos ejemplos, uno muy cercano que fué mi maestro Paulo Aguiar. Él era bailarín en el SODRE y yo lo veía en las funciones bailando muchas veces roles principales y solistas, además de que él también se formó en la Escuela Nacional de Danza. Entonces era como mi ejemplo de lo que se podía alcanzar. Después fuimos compañeros en el BNS muchos años y él se convirtió en director de la escuela. Obviamente está María Riccetto (hoy directora de la compañía) en aquel momento solista del ABT (American Ballet Theatre) y era para todos nosotros el ejemplo de que un bailarín/a formado en la escuela Nacional podía aspirar a una gran carrera en el extranjero en una de las mejores compañías del mundo. Y a nivel menos personal me gustaba mucho Roberto Bolle, un bailarín que no era famoso por lo virtuoso de sus giros o saltos (que a mi siempre me costaron) si no por su elegancia, su calidad y presencia entonces me identificaba mucho más con ése tipo de bailarín, con cualidades a las que yo podía aspirar.

¿Cómo fue su pasaje por el Ballet del SODRE y qué sedimento le dejó?

El SODRE es mi casa, es mi familia, fué mi primera compañía profesional antes de irme del país por primera vez a bailar en Argentina, y fué mi razón para volver, con el nombramiento de Julio Bocca como director. Mi carrera la construí ahí, fueron 10 años bailando para el BNS donde tuve los mejores compañeros del mundo, trabajé con estrellas que nunca me hubiera imaginado y bailé piezas que todo bailarín sueña con bailar. Le debo todo a esa compañía.

¿Qué lo decidió venir a Alemania?

Como todo lo bueno tiene un ciclo y llegó un momento en que sentí que mi cuerpo y mi carrera me pedían algo diferente, me empecé a sentir frustrado con el ballet clásico y sus estándares cada vez más exigentes y esa sensación de “hasta acá llegué” cómo que no encontraba la forma de seguir trabajando para mejorar lo que tenía que mejorar y me estanqué, entonces pensé que una compañía europea, con un repertorio más contemporáneo, trabajando en creaciones nuevas directamente con los coreógrafos y con Demis Volpi como director (con quién ya habíamos trabajado en Uruguay 5 años atrás cuando creó One and Others para el BNS) tenía todo un espectro de movimiento y de lenguaje mucho mayor que me faltaba por explorar y en eso un nuevo desafío a nivel técnico pero sobre todo creativo.

¿Tiene usted alguna preferencia por algún coreógrafo en particular y por qué?

Sharon Eyal, «Salt Womb»: Vincent Hoffman-Simões, So-Yeon Kim-von der Beck, y Nelson Lopez Garlo. © 2021 by Bettina Stöss.Sharon Eyal, «Salt Womb»: Vincent Hoffman-Simões, So-Yeon Kim-von der Beck, y Nelson Lopez Garlo. © 2021 by Bettina Stöss.

No tengo favoritismo por un coreógrafo en particular, me gusta sin embargo que una obra sea genuina, cuando logra moverte algo adentro, cuando emociona o te llena de preguntas, cuando no te deja indiferente y no es simplemente el entretenimiento pasajero de ver algo bonito en escena. Me tiene bastante intrigado el trabajo de coreógrafos con influencia del Gaga creado por el israelí Ohad Naharin, como Sharon Eyal y Shahar Binyamini. También estoy pendiente de Juliano Nunes, los sigo en instagram y siempre están creando cosas brutales (formidables, colosales), llevando el movimiento a un siguiente nivel.

¿Cómo es su jornada normal?

A las 10:00 tenemos una hora y media de clase de ballet de lunes a sábado para trabajar en la técnica y prepararse para los ensayos, ensayamos hasta a las 14, almorzamos hasta las 15 y seguimos ensayando hasta las 18:00 por supuesto no todos los días ensayo todo el horario, depende de las obras que se estén trabajando, los elencos, hay semanas matadoras muy a tope, y otras más livianas porque no todos bailamos todas las obras siempre, se reparte el trabajo. En algún hueco o cuando termino voy una hora al gimnasio casi todos los días para complementar el entrenamiento.

En días de función trabajamos a la mañana hasta las 14:00 y entramos al teatro alrededor de las 18:00 hasta que termina la función

¿Qué hace usted contra el dolor (por una lesión, un golpe...)?

Tenemos nuestros fisioterapeutas en la Balletthaus (la moderna sede del Ballett am Rhein, en cuyas salas realiza sus ensayos) y la verdad que les debemos mucho, es fundamental el “mantenimiento” y la prevención para evitar llegar al punto de una lesión. Tenemos una sauna también que ayuda mucho a la recuperación después de días muy pesados.

¿Cómo aplaca sus tensiones (yoga, meditación...)?

Tengo mis métodos… y dependen de mi estado de ánimo muchas veces, hago terapia, me ayuda a bajar los niveles de estrés y procesar cosas que me estén pasando, me gusta nadar, el gimnasio también me ayuda a liberar tensión emocional a través de lo físico, andar en bicicleta, y cada tanto una fiesta electrónica, la música me transporta y por unas horas me olvido de todo y me encanta bailar hasta que no me queda una gota de energía. Ahí sí, vuelvo a casa y duermo y recargo las baterías desde cero.

¿Cuál es la visión de su futuro que usted siempre ha rechazado con todas sus fuerzas?

Perder el control de mi cuerpo y mis facultades, depender de otros. No poder valerme por mi mismo.

¿Adónde quiere llegar en su carrera, además de convertirse en un gran bailarín (coreógrafo, maestro de ballet...)?

«A First Date» Episodio 1, 5 "Private Light": Lara Delfino y Nelson López Garlo. © 2021 by Bernhard Weis.«A First Date» Episodio 1, 5 "Private Light": Lara Delfino y Nelson López Garlo. © 2021 by Bernhard Weis.

No sé si mi objetivo es convertirme en un gran bailarín, en ser cada día mejor artista sin duda, en nunca dejar de aprender y de crecer tanto en la sala de ensayo como en la vida y a medida que mi carrera avanza empiezo a sentir más esa “responsabilidad” de compartir lo que he ido aprendiendo. Si bien los bailarines estamos en un proceso de formación constante, es cierto que hay momentos en que me doy cuenta de que también llevo muchos años en esto (hace 13 años que bailo profesionalmente) y cada vez me interesa más el análisis de las obras y de los personajes, la dramaturgia si se quiere, que cada movimiento tenga un sentido y un background me gustaría tomar ensayos tal vez o reponer obras… siempre está en mi mente la idea de volver a Uruguay cuando deje de bailar y tal vez volver a trabajar para el Ballet Nacional pero desde otro lado.

¿Qué está preparando en estos momentos?

NLG: En éste momento estoy por estrenar Geschlossene Spiele de Demis Volpi, bailando Cascanueces (tambien de Volpi) y Commentaries (of the floating world) de Twyla Tharp y empezando con Don José en Carmen de Roland Petit.

¿En cuáles coreografías se sintió usted muy cómodo o muy exigido en los últimos tiempos y por qué?

Una de mis obras favoritas sin duda fue siempre Hamlet Ruso de Boris Eifman. Una obra que amo, me parece increíble, y si bien es muy demandante técnica y energéticamente, es muy disfrutable de bailar y la música es sublime. Me sentí muy cómodo bailando en nuestro primer espectáculo en Alemania con mi amiga y colega Lara Delfino un dúo con coreografía de Volpi, parte de la obra Private Light que fue nuestro estreno en esta compañía y lo disfrutamos muchísimo. Y últimamente la obra Salt womb de Sharon Eyal que es impresionante. Una cualidad de movimiento totalmente diferente a lo que yo estaba acostumbrado a bailar y me encantó. Ese es el estilo de coreografías que me hicieron venir a Alemania, bailar esas piezas nuevas, aprender el lenguaje que se está hablando ahora en el mundo.

¿Tiene usted alguna anécdota simpática o humorística de su vida para contarnos y que no se conozca demasiado?

«El Cascanueces», foto de familia. Ensemble Ballett am Rhein. © 2021 by Bernhard Weis.«El Cascanueces», foto de familia. Ensemble Ballett am Rhein. © 2021 by Bernhard Weis.

Hace poco tiempo de hecho sucedió que durante un ensayo general de Cascanueces donde yo interpretaba al padre de Clara en la escena final (la familia comienza el día post Nochebuena y se preparan para el desayuno de Navidad) queriendo ayudar a los principales que se unen a la mesa sin respiro luego de bailar el gran pas de deux sin tener chance de salir de escena. Les pusimos agua en las tazas de utilería para que pudieran beber y recuperarse mejor. Sin embargo Emilia Peredo Aguirre que interpretaba a Clara no se percató de ello y suponiendo que la taza estaba vacía fingió tomar un gran sorbo de té justo antes de una pausa donde todos nos “congelamos” por varios segundos. El resultado fue que ¡se volcó la taza entera de agua en la cara! No podíamos aguantar la tentación y todos congelados en nuestras poses llorando de la risa y Emilia empapada! Tuvimos que continuar con la escena y terminar el ballet como pudimos. Sin poder controlar nuestra hilaridad. Hacía años no me reía tanto en el escenario.

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