España - Madrid
Malos tiempos para el nacionalismo
Xoán M. Carreira
En una sesión reservada a los abonados del Teatro Real y a invitados, este teatro junto a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se celebró un homenaje póstumo a los tres compositores académicos fallecidos en 2021: Antón (1930-2021). El elogio fúnebre -presentado por Ignacio (director general del Teatro Real)- fue abierto por el Director de la Real Academia de Bellas Artes, , seguido por la académica de la sección de Música, , y cerrado por el Presidente del Teatro Real, .
(1933-2021), Cristóbal (1930-2021), y LuisEl discurso de Marañón se atuvo estrictamente a las convenciones del elogio fúnebre institucional recordando las obras de los tres compositores que fueron encargadas y estrenadas por el Teatro Real como parte muy relevante del compromiso fundacional del Teatro Real con el teatro lírico español. Marañón nos recordó que -si bien él es académico- estaba hablando en nombre del Teatro Real.
Por su parte los académicos Marco y Lolo optaron por un discurso netamente ideológico e incluso político, tomado de la historiografía franquista, insistiendo en la versión de Enrique Franco de la 'teoría de las generaciones', en el mito de que la 'Generación del 51' quemó etapas para modernizar España, y en la fantasía de que el lenguaje musical de la época autárquica del franquismo era el 'nacional-casticismo' / 'nacional-pintoresquismo' (nunca ningún autor ha sabido dar un solo ejemplo de obras o compositores sinfónicos de este 'estilo'), conceptos enmarcados en el reiterado elogio del compromiso de estos compositores con las utopías nacionalistas, esencialistas y vanguardistas (estas últimas aplicables solo a Cristóbal Halffter y Luis de Pablo) del ideario falangista.
Esta perspectiva, inusual en un elogio fúnebre institucional dentro de una sociedad abierta, no parece justa dado que Antón García Abril fue funcionario docente y nunca desempeñó ningún cargo político de libre designación, al contrario que sus dos colegas. Por su parte en el programa de mano se detallan los puestos de libre designación desempeñados por C. Halffter en los gobiernos franquistas y las responsabilidades de gestión de Luis de Pablo en esta misma etapa.
Al margen de estas consideraciones relativas al 'decoro' convencional de los elogios fúnebres, en la actual situación de crisis internacional y guerra estos discursos rebosantes de nacionalismo, esencialismo y valores reaccionarios me recordaron las deplorables intervenciones en el Parlamento español el día anterior de los portavoces de Vox, Podemos, Bildu, BNG, JxCat y otros partidos extremistas.
Tras los discursos, unos empleados del Teatro Real depositaron unas rosas en los tres atriles en los que se exhibían sendas partituras de cada uno de los homenajeados. Y para finalizar el acto tuvo lugar un breve concierto en el que músicos de la Orquesta Titular del Teatro Real interpretaron el cuarteto de cuerdas Voluntad de flores (2004) de Luis de Pablo, Homenaje a Mompou (1988) de Antón García Abril, y dos de las Cuatro piezas españolas para orquesta de cuerdas (2021), una serie de arreglos realizados por Cristóbal Halffter, en concreto la Melodía popular vasca basada en Amorosa de Jesús Guridi y el famoso pasodoble Suspiros de España de Antonio Álvarez Alonso.
Las interpretaciones -superficiales, mal conjuntadas y con esporádicos errores- dejaron en evidencia el escaso interés de las obras, marginales en el catálogo de sus respectivos autores. Los cuartetos de cuerda son un género de gran dificultad y en Voluntad de flores se visibilizan las limitaciones de Luis de Pablo para la escritura contrapuntística y el desarrollo retórico. Antón García Abril era un maestro de su oficio pero cuando compuso Homenaje a Mompou, atendiendo un encargo del Trío Mompou, sin duda lo escribió teniendo presente el modesto nivel técnico de sus destinatarios. Teniendo en cuenta la cantidad y la alta calidad de las obras vocales de García Abril, creo que no fui el único en echar de menos que el Teatro Real hubiera programado alguna de ellas. Menos aún se justifica la programación de las dos piezas firmadas por Cristóbal Halffter, unos arreglos deplorables de dos populares obras maestras. Los tres compositores homenajeados tienen en su catálogo obras más dignas y personales, elegir estas piezas musicales denota un desinterés por su música y un deseo de pasar página a sus personas y a su tiempo.
El también miembro de la Academia de Bellas Artes José Luis concluye sus breves notas de programa con la frase "Esta mañana va a caer alguna lágrima". No podía ser de otro modo, dado que estaban presentes familiares, allegados y buenos amigos de los homenajeados: es inevitable en un acto de estas características. Pero personalmente me hubiera gustado escuchar menos discursos sobre el pensamiento político de los tres compositores (inadmisible especialmente la apropiación tendenciosa de García Abril, un artista que nunca quiso compartir sus personales ideas políticas y sistemas de creencias) y una atención mayor a su música tanto en el aspecto teórico como interpretativo.
Comentarios