Discos
Karl Böhm - Complete Decca & Philips Recordings (I)
Josep Mª. Rota

El legado discográfico de Karl Böhm está asociado sin duda a Deutsche
Grammophon. Todo lo que se ofrece aquí está mejor representado, en cantidad y
calidad, en el sello amarillo. Además, Deutsche Grammophon ha editado hace poco
The Complete Opera & Vocal Recordings
(Beethoven, Berg, Mozart, Strauss y Wagner) y Complete Orchestral Recordings (Beethoven, Brahms, Bruckner, Haydn,
Mozart, Schubert, Strauss, Wagner) en 70 CDs y 67 CDs respectivamente. Sin
embargo, estas grabaciones Decca y Philips de los mismos Beethoven, Brahms, Mozart,
Schubert y Strauss (sinfónicos y operísticos), tienen también su interés y su
razón de ser.
Böhm grabó para el sello holandés, de Mozart, las Sinfonías 26, 32, 39, 40, 41 y el Réquiem; de Beethoven, la Novena; de Richard Strauss, Tod und Verklärung, siempre con la Concertgebouworkest. Para Fontana, filial de Philips, grabó Böhm la Fantasía coral de Beethoven y Las bodas de Fígaro de Mozart; en ambos casos, con los Wiener Symphoniker. Las grabaciones para Decca, ya sean sinfónicas o operísticas, siempre fueron con los Wiener Philharmoniker. La presentación es excelente y todos los discos se ofrecen con las portadas originales, lo que es sin duda un plus añadido.
5.CD Beethoven: Klavierkonzerte Nr. 1 & 3 (Friedrich Gulda, Wilhelm Backhaus, Wiener Philharmoniker)
8./9.CD Brahms: Klavierkonzerte Nr. 1 & 2 (Wilhelm Backhaus, Wiener Philharmoniker)
El repertorio es un auténtico ramillete de clásicos del repertorio germánico clásico-romántico: sinfonías y conciertos de Mozart, Beethoven, Weber, Schubert, Brahms y Bruckner, en el que Böhm era un experto. Su dirección es siempre elegante, vivaz y unitaria. Sus tiempos son generalmente rápidos (urgentes en la Novena de Beethoven). En los conciertos, acompaña con gusto a dos enormes pianista, Friedrich Gulda y Wilhelm Backhaus.
10.CD Brahms: Symphonie Nr. 3; Weber: Euryanthe-Ouvertüre; Preciosa-Ouvertüre; Oberon-Ouvertüre; Peter Schmoll und seine Nachbarn-Ouvertüre (Wiener Philharmoniker)
11./12.CD Bruckner: Symphonien Nr. 3 & 4 (Wiener Philharmoniker)
Se merecen un aparte las Sinfonías 3ª y 4ª de Bruckner. En su día ya fueron aclamadas como de referencia y hoy en día lo siguen siendo (la cuarta apareció en la colección Legends, con ese bonito diseño en forma de cinta magnetofónica). Una verdadera joya son las oberturas de Weber; al lado de las clásicas de Euryanthe y Oberon, dos verdaderamente infrecuentes, la de la primeriza Peter Schmoll und seine Nachbarn y la de Preciosa, para el drama de Wolff. El sonido, de 1953, es asombrosamente bueno.
13.CD Strauss: Tod und Verklärung (Concertgebouw Orchestra); 4 Letzte Lieder (Lisa Della Casa, Wiener Philharmoniker)
14.CD "Anton Dermota Recital" - Arien & Lieder von Mozart, Strauss, Schumann, Wolf / "Paul Schöffler Recital" - Arien von Mozart, Strauss, Wagner (Hilde Dermota, Wiener Philharmoniker)
Además de la batuta de Karl Böhm, esta edición permite apreciar las voces de grandes cantantes del momento, habituales de Decca, que se repiten en varios registros, como Teresa Stich-Randall, Hilde Rössel-Majdan, Anton Dermota o Paul Schöffler. Completa la edición un disco de recitales dedicado precisamente a estos dos últimos, Anton Dermota y Paul Schöffler. El disco de Paul Schöffler ya salió editado en la colección Decca 55 vocal recitals, comentada por mí anteriormente. Al lado de las dos arias de Mozart y del Otello verdiano, están aquí los grandiosos “adioses de Wotan”, bajo la batuta no de Böhm sino de Rudolf Moralt. Los Lieder de Schumann, Wolf y Strauss que canta Anton Dermota están acompañados al piano por su esposa Hilde. La novedad viene con la inclusión de la gran aria de Florestan, que abre el segundo acto del Fidelio, a cargo de Julius Patzak. Mención especial para Lisa della Casa en las Cuatro últimas canciones de Strauss.
15./16.CD Mozart: Die Zauberflöte (Kurt Böhme, Leopold Simoneau, Paul Schöffler, Wilma Lipp, Hilde Gueden, Walter Berry, Wiener Staatsopernchor, Wiener Philharmoniker)
En el género operístico, merece especial atención la poco conocida Die Zauberflöte de 1955, con el Sarastro rocoso de Kurt Böhme, el lírico Tamino de Léopold Simoneau, las filigranas de Wilma Lipp como Reina de la Noche, la encantadora Pamina de Hilde Gueden y el juvenil Papageno de Walter Berry; finalmente, el lujo de Paul Schöffler como Sprecher. Secundarios de postín (Emmy Loose, Judith Hellwig, Christa Ludwig, Hilde Rössel-Majdan, etc.). El dilema de todas las grabaciones de Singspiele, de Die Entführung aus dem Serail hasta Fidelio, se resolvió aquí con la supresión de los diálogos. Lo que queda, pues, es un bella selección musical de la obra, como en el caso de Klemperer. En su día quedó eclipsada por los casi coetáneos registros de Karajan (Columbia) y Fricsay (Deutsche Grammophon); luego, eclipsado otra vez por el mismo Böhm en el sello amarillo. En disco compacto apareció en las series Eloquence y Double Decca y en el sello menor Nota Blu. Sonido sorprendentemente bueno.
17.-19.CD Mozart: Le Nozze di Figaro (Paul Schöffler, Sena Jurinac, Rita Streich, Walter Berry, Christa Ludwig, Wiener Staatsopernchor, Wiener Symphoniker)
Böhm grabó para Fontana Le nozze di Figaro en 1956, pocos años antes del mítico registro Decca de Erich Kleiber. Aquí se disfruta de la Koloratur Rita Streich y del juvenil Walter Berry en la pareja de novios, de los aristocráticos Paul Schöffler y Sena Jurinac en la pareja condal y de la joven Christa Ludwig, llamada a la Staatsoper vienesa por el mismo Karl Böhm tan solo un año antes. En las partes secundarias, un equipo de veteranos (Erich Majkut, Karl Dönch, Ira Malaniuk, Rosl Schwaiger) y jóvenes (Oska Czerwenka, Murray Dickie, Liselotte Maikl), habituales todos en Viena. Aquí está un Mozart elegante, vital y, por encima de todo, muy bien cantado y dirigido. En el trasvase al CD, solo consiguió ser editado en la serie eloquence/dokumente. Como en el caso anterior, una gran labor de conjunto.
20./21.CD Mozart: Così fan tutte (Lisa della Casa, Christa Ludwig, Emmy Loose, Anton Dermota, Erich Kunz, Paul Schöffler, Wiener Staatsopernchor, Wiener Philharmoniker)
Si el Mozart de Böhm está fuera de discusión, tanto el sinfónico como el operístico, con Così fan tutte el de Graz tenía un don especial. Después de este primer registro Decca, con los cortes tradicionales, la volvió a grabar luego para EMI en 1962 y para Deutsche Grammophon en 1974; la grabó también para Unitel en 1970, con una magnífica producción de Václav Kašlík. Este primer registro estéreo es una verdadera delicia, por la delicadeza de las voces de Lisa della Casa, Christa Ludwig y Anton Dermota, por la gracia de Emmy Loose y Erich Kunz y la elegancia de Paul Schöffler, un existencialista avant la lettre. Böhm dirige a los Wiener Philharmoniker con gracia, humor y ligereza. Una vez más, las huestes vienesas en todo su esplendor.
22./23.CD J. Strauss II: Die Fledermaus (Gundula Janowitz, Renate Holm, Wolfgang Windgassen, Waldemar Kmentt, Eberhard Wächter, Heinz Holecek, Wiener Staatsopernchor, Wiener Philharmoniker)
La grabación de Die Fledermaus, de Johann Strauss II, es la banda sonora de la magnífica (¿la mejor?) filmación de la obra, realizada por Unitel. La producción escénica era de ese gran artista llamado Otto Schenk, que en la película interpretaba a Frosch, el simpático carcelero aficionado al Sliwowitz. Aquí están solo los números musicales, sin los diálogos. Böhm, menos urgente que de costumbre, deja fluir la música y se recrea en el 3/4.
Cuatro vieneses para los cuatro protagonistas masculinos: Wächter, Eisenstein teatral, vividor y mujeriego; Kunz, aristocrático director de prisión; Kmentt, elegante profesor de canto; Holecek, encantador artífice de la trama; a su lado, el único, genial e incomparable Prinz Orlofsky de Wolfgang Windgassen (para los que nos aburren los travestis). Janowitz, de voz cristalina, es una señora Rosalinde más digna que vengativa. Los nombres de Renate Holm y Adele han quedado unidos para la eternidad, tanto en el tocadiscos como en la pantalla.
24.-26.CD Strauss: Die Frau ohne Schatten (Hans Hopf, Leonie Rysanek, Elisabeth Hongen, Paul Schöffler, Christel Goltz, Wiener Staatsopernorchester, Wiener Philharmoniker)
Die
Frau ohne Schatten, de Richard
Strauss, es, en mi modesta opinión, una de las grandes, seguramente la más
ambiciosa de las óperas de Strauss. Y también la más difícil. Que Decca la
grabara en la temprana fecha de 1955 es un hecho tan sorprendente como
agradable. El 9 de noviembre la dirigió Böhm en la Staatsoper con prácticamente
el mismo reparto que aquí se ofrece, excepto Ludwig Weber en el papel de Barak (la
función en vivo ha sido editada por Orfeo d’or). Al día siguiente tuvo lugar la
última de las ocho sesiones de grabación, en la Gran Sala de la Musikverein. ¿Cómo
se lo hicieron para convencer a Moritz Rosengarten? Un misterio (se dice que
los intérpretes se morían de frio durante la grabación, porque Rosengarten dio
su visto bueno pero se negó a gastarse un duro en calefacción). El registro fue
luego reeditado por la misma Decca en la serie Historic, pero también por Membran
Documents y por La discothèque idéale
de Diapason. En 1977 Deutsche Grammophon comercializó una excelente grabación
en vivo de Karl Böhm, también procedente de la Staatsoper de Viena (reeditada
luego por partida doble en los baúles Karl
Böhm Complete Operas & Vocal Recordings y La Nilsson). Aquí están las dos mejores versiones de esta genial y
profunda obra, “la última ópera romántica” (Strauss dixit). Seguramente Böhm
solo tenga competencia con sí mismo y vengan luego Keilberth, Sawallisch, Solti
y Sinopoli. Caveat lector: ambas
tienen cortes. Aquí están el Emperador heroico de Hopf, la Emperatriz divina de
Rysanek, el más humano de los Barak (¿acaso no trata de eso la obra?), Paul
Schöffler, y Christel Goltz, seguramente la mejor mujer de Barak del momento.
El reparto se completa con un equipo solidísimo, formado por Elisabeth Höngen,
Kurt Böhme, Emmy Loose, Hilde Rössel-Majdan y el fino tenor Karl Terkal.
Dejo para una segunda entrega el
comentario a Der Ring des Nibelungen
de Richard Wagner.
La mayoría de las grabaciones se realizaron en los primeros cincuenta; aun así, hay que decir que el sonido es muy bueno en general, como ya lo era en los LP de la época (solo me han disgustado los coros saturados en la Novena de Beethoven). Los registros posteriores, como el Segundo concierto de Brahms, de 1967, o las Sinfonías de Bruckner, de 1970 y 1973, suenan extraordinariamente bien. Para coleccionistas, claro, pero también para los amantes de Böhm, del gran repertorio y de la gran tradición.
Comentarios