Discos
Cherche Titre de Mikel Urquiza
Juan Carlos Tellechea
El laureado y prolífico compositor Mikel Urquiza ( Premio Ernst von Siemens 2022 a jóvenes talentos) ha lanzado su primer CD Cherche titre que rinde homenaje a una confraternidad de casi una década con el singular grupo instrumental L'Instant Donné y se identifica íntimamente con su forma sutil y honda de hacer música.
Las ideas y las notas siguen abundando en este autor, cuyo catálogo incluye ya 44 opus breves y que recibe este jueves 2 de junio en Múnich la codiciada distinción internacional, dotada con 35.000 euros. Basta visitar su página web para apreciar la importancia de lo visual en su obra y la diversidad de las fuentes de inspiración que alimentan su extraordinaria imaginación sonora: como la acuarela inspirada en el ala de un ave de plumas abigarradas (Flügel einer blauen Rolle, “Ala de un pájaro" (1512), de Alberto Durero) asociada a Contrapluma para piano solo (2016).
El instrumento crepita en la gama alta extrema de su registro, con la obstinación del gesto y el choque de contrastes (racimos frente a glissandos). ¡La caricia aquí es contra el sentido de las plumas! Franz Schubert y su cuarto Impromptu se invitan a sí mismos a este flujo hacia atrás, con dulzura y fantasía. El compromiso físico de Caroline Cren, al ir "contra la dirección de las teclas" (glissando ascendente), su energía y la amplitud de sonido que confiere a la escritura rozan el vértigo.
Mikel Urquiza, formado en el Musikene, de San Sebastián, con Gabriel Erkoreka y Ramón Lazkano, y después en el Conservatorio Nacional Superior de Música, de París, con Gérard Pesson, afirma que cantó mucho en su juventud y que sigue apegado a la voz. Virtuosismo y humor se dan cita en I nalt be clode on the frolt (2018), escrita para la soprano Marion Tassou y los nueve músicos de L'Instant donné.
Las letras de estas cinco "canciones" (en el formato de Alla Breve) son anuncios encontrados en la web ("Cherche titre", "Cherche femme", etc.), pretextos para irresistibles sketches animados por la cantante y un conjunto instrumental muy colorido. El piano está preparado y los músicos van equipados con accesorios, entre ellos un juguete de látex que chirría y encanta en el segundo número.
No hay cantante en Cinq pièges brefs para violín, violonchelo y piano (2012), pero los tres instrumentos, a menudo desviados de su función principal, parecen personajes con una voz singular a los que solo les faltan las palabras. En Serpientes y escaleras (Serenata) (2016) para seis instrumentos, Mikel Urquiza especifica el "escenario" de su puesta teatral: un jardín -las rosas son opcionales pero valoradas-, plantas trepadoras, naranjos y jazmines...
Por lo tanto, es la música la que debe proyectar sus imágenes. El piano está también preparado, las técnicas de interpretación son muy variadas y el tempo está alerta. Se desarrolla una acción, con giros, ruidos extraños, suspiros, zumbidos pasajeros; y sí, cabe agregar, que ¡los músicos de l'Instant Donné son asimismo muy buenos comediantes!
Cuando le gusta desviar e invertir las situaciones, Mikel Urquiza se complace maliciosamente en desdibujar las líneas en Zintzil ("suspendido" en euskera) para seis instrumentos, entre ellos un acordeón y una guitarra: Primero escribí todas las melodías de Ludwig van Beethoven a lápiz, luego privilegié un hilo de escucha e hice espacio alrededor con una goma de borrar, explica, un proceso de filtrado de una textura que acumula los temas de las nueve sinfonías del genial compositor alemán. ¡La voz que emerge en las pocas palabras de la Oda a la Alegría suscribe el éxito de la empresa!
Se trata de los trenes, y en particular del expreso París-Roma, en relación con las dos novelas de Michel Butor, El empleo del tiempo y La modificación (su obra más conocida) en Les lueurs se sont multipliés (2015), otro encargo de L'Instant Donné (y del Departamento de Cultura francés) en el que el compositor da rienda suelta a su imaginación sonora: para evocar, y siempre con una sonrisa, el ritmo del viaje, y otros efectos ruidosos de la locomotora, sutilmente interpretados por los siete instrumentistas todoterreno.
Tras las evocaciones romanas, más humorísticas que sentimentales, Stanza di Livia y Clair de lune au bosco (la partitura fue escrita en la Villa Médicis, la Academia de Francia en Roma), Les lueurs se sont multipliées, la tercera y última parte, es una página soberbia, con una fuerza evocadora nunca antes escuchada. El último toque de color al final del viaje es un particular hallazgo del sensible talento de Mikel Urquiza. Herzlichen Glückwunsch, Mikel!
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