Granada, domingo, 19 de junio de 2022.
Palacio de Carlos V. Gustav Mahler: Sinfonía nº 3 en re menor. Coro Infantil “Elena Peinado”. Wiebke Lehmkuhl, contralto, Coro y Orquesta Sinfónica de RTVE. Pablo González, director musical. 71 Festival Internacional de Música y Danza de Granada.
0,0003133
La historia reciente del Festival Internacional de Música y Danza de Granada cuenta con varios hitos en la interpretación mahleriana que pueden centrarse en las figuras de Daniel Barenboim (Sinfonías 1ª, 7ª, 9ª) o Simon Rattle (Sinfonía nº6 “Patética”) apoyados por sus Staatskapelle Berlin y London Symphony Orchestra respectivamente. Ninguno de los dos es un director mahleriano stricto sensu, como tampoco lo es Zubin Mehta, el precedente directo de esta Sinfonía nº3 que ahora nos ocupa. Fue en 2011 al frente de la por aquél entonces refulgente Orquesta y Coro del Palau Les Arts de Valencia, convertida a base de cheques en blanco en la mejor de nuestro país (con la retirada de presupuesto y del liderazgo de Metha y del malogrado Lorin Maazel, el conjunto valenciano ha perdido lustre pero no esa primera posición).
Once años después, Pablo González – viejo conocido del público granadino en su época de principal director invitado de la Orquesta Ciudad de Granada – se enfrentaba a la partitura de Mahler con “su” Orquesta Sinfónica de RTVE. Si bien es cierto que el conjunto sinfónico de la radiotelevisión pública no posee el suculento sonido de partida de los mencionados anteriormente, no lo es menos que se encuentra en uno de sus mejores momentos y en esta ocasión dio buena cuenta de ello, mostrándose siempre ajustado, con solvencia manifiesta tanto en los pasajes de sutilezas camerísticas como en los de mayor opulencia sinfónica y con prestaciones solistas de gran nivel.
La versión de Pablo González, dotado de gran comunicatividad gestual así como de una innegable impronta mahleriana en su silueta, resultó de una enorme naturalidad. La fluidez narrativa, apoyada en una articulación de gran calado expresivo, hicieron que la audiencia quedara atrapada en el discurso sinfónico desde la maciza fanfarria inicial. A partir de ahí, el equilibrio en todos los niveles (rítmico, dinámico, agógico, tímbrico…), la transparencia de las texturas y la técnica para hacer comprensible el mensaje musical del entramado monumental diseñado por Mahler, culminaron en la apoteosis conclusiva que desató el entusiasmo de los asistentes al Palacio de Carlos V.
Por su parte, la voz de Wiebke Lehmkuhl se ajustó convenientemente al clima expresivo que había desarrollado Pablo González para su aparición en el “Oh Mensch! Gieb Acht!” del cuarto movimiento. De timbre un tanto velado y dotado de gran proyección, la contralto acertó con ese aire aletargado y extático que dotó al texto de Nietsche. Igualmente ajustado el coro femenino de RTVE así como el estupendo Coro Infantil “Elena Peinado” en el celestial quinto movimiento.
Comentarios