Alemania

Klavier-Festival Ruhr

Chucho Valdés y Paquito D'Rivera en el Klavier-Festival Ruhr

Juan Carlos Tellechea
jueves, 7 de julio de 2022
Chucho Valdés y Paquito D'Rivera © 2022 by Christian Palm Chucho Valdés y Paquito D'Rivera © 2022 by Christian Palm
Essen, martes, 28 de junio de 2022. Gran sala auditorio Krupp de la Filarmónica de Essen. Klavier-Festival Ruhr 2022. Velada de jazz latino con Reunion Sextet: Chucho Valdés (piano), Paquito D’Rivera (saxofón y clarinete), Diego Urcola (trompeta y trombón de pistones), Dafnis Prieto (percusión), Armando Gola (bajo), Roberto Vizcaíno jr. (congas y percusión). Organizador Klavier-Festival Ruhr. 100% del aforo.
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Ésta es una bella tarde tropical en el Klavier-Festival Ruhr. No solo por las elevadas temperaturas reinantes, como efecto del cambio climático en el centro de Europa, sino por los ritmos muy “calientes“ que traen dos grandes leyendas vivientes del jazz afrocubano, los músicos y compositores Dionisio de Jesús "Chucho" Valdés Rodríguez (piano) y Francisco de Jesús Rivera Figueras, más conocido como Paquito D'Rivera (saxofón / clarinete).

Ambos, al frente del magnífico Reunion Sextet (Diego Urcola, trompeta / trombón de pistones; Dafnis Prieto, batería; Armando Gola, contrabajo / bajo eléctrico; y Roberto Vizcaíno jr congas / percusión), ofrecieron un más que extraordinario y muy aguardado concierto que se extendió por casi tres horas, ovacionado hasta el delirio por un millar de espectadores en la gran sala auditorio Alfried Krupp de la Filarmónica de Essen.

Somos testigos en esta velada de una amistad entrañable de más de 60 años que por esas cosas del destino (Revolución Cubana mediante) se vió interrumpida por cuatro décadas, salvo algunas breves aventuras musicales ocasionales, y que se restableció para bien de los dos el año pasado en Miami (Estados Unidos). Chucho y Paquito, entretanto varios Grammy Latinos cada uno, se conocieron en 1962. Aquel momento dió inicio a esta amistad de presencia determinante en la crónica del jazz afrocubano.

Sus padres, Bebo Valdés (piano) y “Tito“ Rivera (saxofón), habían trabado amistad desde mucho antes y ya tocaban juntos en su juventud. Los dos estuvieron ennoviados con dos hermanas que “finalmente no fueron nuestras respectivas madres“, relata emocionado D'Rivera en una reciente entrevista de prensa.

Las descargas

Más tarde Paquito, a la sazón de 13 años, quedaría impresionado al ver a Chucho en una jam session en el Club 1900, situado en un sótano de la calle 0 del barrio de Miramar, en La Habana. Famosas descargas (o jam sessions), que lamentablemente nunca fueron grabadas, tenían lugar desde finales de la década de 1940 entre músicos estadounidenses y cubanos reunidos en el mítico cabaret “Tropicana“ hasta bien entradas aquellas infinitas madrugadas.

Dos o tres años después Chucho y Paquito se conocerían personalmente cuando éste entraba en la Orquesta del Teatro Musical. Chucho tenía entonces un dúo con el maravilloso guitarrista Carlos Emilio Morales, quien después integraría Irakere y la Orquesta Cubana de Música Moderna. D'Rivera reconoce en Valdés y en Morales a dos grandes influencias en su música, según sus propias declaraciones.

Los temas que Chucho Valdés y Paquito D'Rivera interpretaron con muchísimo humor en este recital están contenidos en su nuevo CD Chucho Valdés & Paquito D'Rivera “I missed you too“ (sello Sunnyside Records), que produjeron tras sellar este reencuentro y que difunden en la presente gira mundial. La tourné con estaciones (hasta ahora) en Pamplona (Navarra) y en el Festival de Jazz de Polonia, prosigue en estas semanas por España. “Te eché mucho de menos“ todos estos años, dicen que le expresó Chucho a Paquito en la ocasión. “También yo te extrañé mucho“, le respondió D'Rivera.

Klavier-Festival Ruhr

Esta fue la séptima presentación en el Festival de Piano de la cuenca del Ruhr de Chucho Valdés, quien cumplió 80 años el 9 de octubre pasado. Para Paquito D'Rivera en cambio, que celebró este 4 de junio último su 74 cumpleaños, la presente actuación fue su debut en el evento anual.

Nadie como ellos defiende con tanta vehemencia la fusión del son cubano y el jazz afro-estadounidense. Ambos tocaron con grandes del jazz: Valdés con Chick Corea y Roy Hargrove; D'Rivera con Dizzy Gillespie y Roger Kellaway, entre otros.

Es imponente la energía musical que destilan estos músicos. Chucho y Paquito, fundadores del legendario grupo Irakere, tienen cuerda para rato, no piensan para nada en reducir el ritmo y han vuelto a demostrar su inefable vigor arrancando muy delicadamente con Mambo influenciado, una de las primeras composiciones grabadas por Valdés; antes de continuar con El día que me quieras, de Carlos Gardel, introducido al piano con los populares acordes iniciales de la Tocata y fuga en re menor de Johann Sebastian Bach.

Le siguen I Missed You Too! (D'Rivera), que da título al álbum; Pac-Man (de Hilario Durán), por el sobrenombre que le pusiera a Paquito el cofundador del Festival de cine de Miami, Nat Chediak; el bolero Claudia, una balada de amor romanticona y querendona, escrita por Chucho; la popular llanera venezolana Flor de cayena; y El Majá de Vento (Valdés y D'Rivera), con muy sutiles y elegantes elementos de la música brasileña (bossa nova).

Puente histórico

El alcance del icónico pianista cubano, hoy un maestro fogueado en la improvisación, ha sido conmovedor a toda edad, Pero para el mismo Chucho Valdés se trata de la consistencia: la continuación de su carrera de más de 60 años como vanguardia intrépida y guardián de la tradición, cuya música ha fusionado la música sagrada y popular cubana, el jazz, la música clásica y el rock.

Valdés ha impulsado la evolución de la música cubana durante décadas, y al mismo tiempo ha mantenido el puente histórico entre los músicos cubanos y estadounidenses, independientemente del clima político reinante entre Washington y La Habana.

Los solos de piano, así como los de vientos / metales, son impresionantes, pero no menos extraordinarios los de las congas, los (sagrados) batás y los bongós, el contrabajo y el bajo eléctrico, así como la batería. D'Rivera hizo uso principalmente del saxofón alto, su voz más vigorosa; y del clarinete, que es a su vez su expresión más efervescente.

Cada una de sus intervenciones en solitario despertaban oleadas de incontenibles aclamaciones. Hay precisión en la línea, buen uso del aliento de la música, destellos vertiginosos en breves momentos y, sobre todo, ese corazón con el que tocan.

Los tambores batá

D'Rivera, más “bocón“ que Valdés en su presentación ante el público, destacaba la trascendencia de los tambores batá (en la lengua de los antiguos yorubá, de la actual Nigeria, traídos como esclavos a Cuba) en la evolución modernizadora del jazz afrocubano, La timba, como la denominan los músicos cubanos, fue así enriquecida con esos instrumentos de mágica y mística percusión, los bajos del funk y la música africana.

La tercera y cuarta vez que Chucho Valdés actuó en el Klavier-Festival fue en 2014 con sus Afro-Cuban Messengers, (piano, saxofón, trompeta y dos percusionistas), un quinteto que no solo integraba los ritmos cubanos en el hard bop, sino que también iba en busca de sus raíces: los lenguajes de esos tambores de África Occidental.

Mozart

Paquito y Chucho aman y admiran a Wolfgang Amadé Mozart y uno de los temas, que también incluyeron en su actual CD I miss you too, es el danzón Mozart a la cubana (de Chucho Valdés), con innumerables y breves citas del genial compositor salzburgués, que seguramente se habría deleitado oyéndolas en este singular lenguaje afro-cubano.

Al final de cuentas, muchos de los Adagios y Lentos de sus conciertos para piano y orquesta son verdaderos blues; “Mozart era austríaco, pero de alma cubana“, bromeaba D'Rivera ante las arrolladoras ovaciones y gritos de aclamación del público, espontáneamente de pie, que por nada del mundo quería abandonar la sala. El sexteto solo pudo contener la marea irrefrenable de aplausos, saliendo de nuevo al escenario para evocar al gran Bebo Valdés con Priquitin Pin pon que éste hiciera célebre con su trío (Israel López “Cachao“, contrabajo; y Carlos “Patato“ Valdés, congas y percusión).

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