Discos

Knappertsbusch: The Opera Edition/The Orchestral Edition (3/3): 1957-63

Josep Mª. Rota
miércoles, 10 de agosto de 2022
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Knappertsbusch: The Opera Edition/The Orchestral Edition. Grabaciones de Decca, Philips, Polydor, Westminster. Hans Knappertsbusch: The Opera Edition. Una caja de 19 discos compactos ADD [Sonido mono: discos 5-12 y 19. Sonido estéreo: discos 1-4 y 13-18] publicada por Eloquence Australia en 2022, con grabaciones realizadas por Knappertsbusch entre 1927 y 1962. ASIN: B09QXHBRG8. Hans Knappertsbusch: The Orchestral Edition. Una caja de 18 discos compactos ADD [Sonido mono: discos 1, 2, 3, 5, 6 y 11-14. Sonido estéreo: discos 1, 4, 7-10 y 15-18] publicada por Eloquence Australia en 2022, con grabaciones realizadas por Knappertsbusch entre 1928 y 1962. ASIN: B09QXC4X81
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Hans Knappertsbusch era renano de nacimiento pero muniqués y vienés de adopción. Desde siempre mostró su interés por los valses, las polcas y la opereta vienesa. Ya en la temprana época de 1928 grabó “Kna” para Electrola obras de Johann Strauss II en Berlín; luego, en los años 40, volvió a grabar para Electrola obras de Strauss, Ziehrer y Komzák, esta vez en Viena. 

Johann Strauss II: Radetzky-Marsch, Annen-Polka, Accelerationen, Tritsch-Tratsch-Polka, Leichtes Blut, G‘schichten aus dem Wienerwald; Karel Komzák: Bad'ner Mad'ln; Carl Michael Ziehrer: Wiener Bürger. Wiener Philharmoniker.

En octubre de 1957 “Kna” grabó para Decca este mítico “Vienna Holiday”, que se abre con una poderosa Marcha Radetzky. “Kna” dirige con marcada personalidad las polcas, que pueden sorprender al habitual degustador de la “música ligera”. En el vals Accelerationen, “Kna“ muestra un perfecto dominio de las gradaciones; al vals G‘schichten aus dem Wienerwald, uno de los grandes, “Kna” le confiere una categoría superior, casi de poema sinfónico. In primis et ante omnia, Bad'ner Mad'ln y Wiener Bürger, de Karel Komzák y Carl Michael Ziehrer, tan infrecuentes como geniales. Se trata de dos especialidades de “Kna”, que los solía programar habitualmente en sus conciertos sinfónicos. ¡Menudos rubati! Magnífico estéreo de Decca y Wiener Philharmoniker en estado de gracia. Una delicia. El disco salió reeditado en CD en la serie Double Decca con el título “Radetzky March. Orchestral favourites“, junto con dos de las cuatro obras de Brahms que se acaban de comentar y todo el contenido del disco de 1960 “All-time popular favourites” que luego se comenta. 

 Johannes Brahms: Concierto para piano nº 2. Clifford Curzon. Wiener Philharmoniker.

En el prolífico año de 1957, “Kna” y Curzon se encontraron de nuevo en Viena para el Segundo de Brahms. Que ambos se respetaban y admiraban mutuamente es de Perogrullo. Las sesiones de grabación se desarrollaron entre los días 21 y 24 de octubre y dejaron un bello testimonio de este concierto de grandes dimensiones y elevadas aspiraciones.

Richard Wagner: Die Walküre I Akt. Kirsten Flagstad, Set Svanholm, Arnold van Mill. Wiener Philharmoniker.

Se ha dicho que este primer acto de Die Walküre se grabó, junto con el coetáneo tercer acto de Solti, para decidir quién iba a dirigir el inmediato Ring. Sin embargo, según cuenta el propio Culshaw, la decisión ya estaba tomada: sería Solti quien iba a grabar no solo el Ring sino también el Tristan und Isolde dentro de muy poco. Knappertsbusch había desaparecido prácticamente del todo en los planes de Culshaw. Pero no en los de Decca, curiosamente. Es el mismo Solti quien cuenta en sus memorias el encuentro que tuvo en Zúrich con Moritz Rosengarten (que era, al fin y al cabo, quien se jugaba los cuartos) después este primer acto de Die Walküre con “Kna”: “Estamos tan contentos con los resultados de la grabación que hemos decidido grabarla entera con Knappertsbusch”.*

La historia empieza de nuevo con Flagstad, que seguía con ganas de grabar Wagner, y vino así el tercer acto de Die Walküre. Las sesiones de grabación tuvieron lugar del 13 al 17 de mayo de 1957, con Georg Solti en el podio. Como dicho acto ocupaba un LP y medio, se grabó también el Todesverkündigung diez días después, los días 27 y 28 de mayo de 1957, para rellenar la cuarta cara. Aquí sí que puede decirse que se trataba de un ensayo, más técnico que artístico, del inmediato Ring que se iba a grabar con el húngaro a la batuta. El álbum se lanzó al mercado en noviembre de 1958. Flagstad ardía en deseos de grabar Die Walküre, pero no podía de ninguna manera con los Hojotoho! Heiaha! del acto segundo. Después de la experiencia de los “agudos prestados” de Isolda, se prescindió de cualquier intento de grabar el acto segundo y completar el Todesverkündigung. Se decidió, pues, grabar el acto primero, con Flagstad de Sieglinde y Svanholm, partenaire impuesto por la soprano, una vez más, como Siegmund. 

Si se eligió a Knappertsbusch como director no fue como una “prueba” de cara al futuro Ring. “Kna” ya estaba totalmente descartado y la decisión en favor de Solti era irrevocable; si se optó por el “querido, encantador e irresponsable Knappertsbusch” (Culshaw dixit), fue solo para que le quedara claro al comprador de que se trataba de dos productos completamente diferentes y que en ningún caso los dos actos iban a formar parte de una grabación completa de Die Walküre (vid. supra Meistersinger). Como que este primer acto ocupaba también tres caras de LP, la cuarta cara la rellenaron los fragmentos de Götterdämmerung grabados en junio de 1956. ¡Benditos rellenos! Este primer acto, grabado los días 28 a 30 de octubre de 1957, no salió al mercado hasta mayo de 1959. 

Los resultados estrictamente musicales de ambas grabaciones demostraron entonces y siguen demostrando ahora que Knappertsbusch le daba mil vueltas a Solti. No solo Rosengarten, sino cualquiera que lo escuchara no habría tenido la menor duda sobre quién debería dirigir una integral de Die Walküre y de todo el Ring. No comparto la opinión de que Svanholm y Flagstad suenan demasiado maduros para los gemelos velsungos. Svanholm encarna a la perfección al trágico héroe con acentos baritonales, desesperado en la huida, lírico en el canto a la primavera y heroico en la invocación al padre. Flagstad está pletórica como Sieglinde, la hija de un dios nórdico, no una damisela de buena familia. Pero no es simplemente un caudal de voz impresionante; sabe apianar y modular con sentido y gusto. En mi modesta opinión, a la bella voz de van Mill le falta un punto de rudeza para encarnar a Hunding. Knappertsbusch lleva la narración con evidente sentido dramático, acumulando tensión y relajándola sin precipitaciones. El carácter épico prevalece, sin perder atención a los detalles líricos y sentimentales. El rendimiento de la orquesta es sobresaliente. 

Richard Wagner: Der fliegende Holländer; Die Meistersinger von Nürnberg; Die Walküre. George London. Wiener Philharmoniker.

En junio de 1958, Knappertsbusch grabó sendos monólogos de Der fliegende Holländer, Die Meistersinger von Nürnberg y Die Walküre con George London. El quebequés, Amfortas en Bayreuth y Wotan en el Ring de Solti, estaba entonces en una forma vocal excepcional. La recreación del marinero condenado es impresionante, sobrecogedora, transmite verdadera angustia existencial. La batuta de Knappertsbusch es amplia, dramática y profunda. London nunca cantó Sachs; seguramente se encontraba más a gusto con personajes malvados o dolientes, como Dapertutto, Scarpia, Amonasro, Amfortas o el Holandés. Aquí “Kna” le ofrece también unos tiempos amplios para que el barítono respire, frasee y exprese (¡cante usted!). El Wotan de London es un auténtico dios, imperioso a la vez que abrumado por las emociones. 

Queda Knappertsbusch. ¿Ha habido alguien más emotivo, más trascendental, más épico, más grande dirigiendo esta música? Seguramente se trate de la mejor grabación que exista de los “Adioses de Wotan”. ¿Cómo pudieron negarle a Knappertsbusch el Ring? ¡Quien no llore con esta música es que tiene el corazón de piedra! Estos fragmentos, junto con los anteriores de Flagstad y los que luego se comentan de Birgit Nilsson, salieron editados en los CD Wagner Gala y Hans Knappertsbusch Wagner. 

Richard Wagner: Tristan und Isolde: Vorspiel; Mild und leise; Weh, ach wehe! Dies zu dulden! Birgit Nilsson, Grace Hoffman. Wiener Philharmoniker.

Quien también ardía en deseos de grabar Wagner era Birgit Nilsson. Concretamente, quería grabar Isolda en su momento de mayor esplendor vocal*. En compañía de la habitual Grace Hoffman como Brangäne, Nilsson grabó la “Narración de Isolda” y la “Muerte de amor” de los actos primero y tercero en septiembre de 1959, en la Sofiensaal de Viena y con los Wiener Philharmoniker. La Nilsson está magnífica, esplendorosa. Hans Knappertsbusch, además de acompañar con verdadero sentido dramático a la que iba a ser la gran Isolda del momento, nos regala un Preludio y una “Muerte de amor” magistrales, insuperables. Aquí también uno podría pensar que Decca planeó dicha grabación como posible prueba a la grabación completa de Tristan und Isolde. Nada más lejos de la realidad. Dice Culshaw en su Ring Resounding: “La más amarga recomendación profesional de mi vida fue cuando tuve que comunicar a mis directores que no debíamos grabar Tristan con Knappertsbusch, porque por entonces yo tenía claro que él no podría reproducir en estudio ni la más remota sombra de la que había sido la mayor experiencia teatral de mi vida (Tristan und Isolde bajo la batuta de Knappertsbusch).

Piotr Chaikovski: Suite del Cascanueces. Franz Schubert: Militärische Marsch. Carl Maria von Weber: Aufforderung zum Tanz. Otto Nicolai: Die lustigen Weiber von Windsor, Ouvertüre. Wiener Philharmoniker.

Después del acto primero de Die Walküre y de los recitales wagnerianos de Flagstad, London y Nilsson, la carrera discográfica de Hans Knappertsbusch en Decca termina con el disco All time popular favourites, que se grabó los días 15 a 17 de febrero de 1960. Y se trata, sin duda, de favoritos populares, de favoritos populares en Alemania y también de auténticos favoritos de “Kna”. Al desconocedor le podría sorprender, pero no al conocedor de “Kna”, quien opinaba que lo más saludable después de Parsifal eran Die lustige Weiber von Windsor. Se trata de obras por las que Knappertsbusch tenía un especial cariño y que programaba a menudo. La obra de Nicolai, tan desconocida por estos pagos, brilla con luz propia en la batuta de Knappertsbusch. Ligereza, gracia y detalle en la miniatura. El Vals de las flores es una verdadera maravilla*. Otra delicia. 

Richard Wagner: Parsifal. George London, Martti Talvela, Hans Hotter, Jess Thomas, Gustav Neidlinger, Irene Dalis. Bayreuther Festspiele.

Decca le había ganado a HMV la batalla por Bayreuth, pero pronto perdió el interés por seguir grabando en los festivales. Entonces los nietos Wagner se volvieron a Philips, que, entre 1961 y 1962, grabó las “óperas románticas” y Parsifal, con estupendos resultados técnicos, artísticos y comerciales. Este Parsifal de 1962 no solo ocupa el podio, sino que le disputa el primer puesto al de 1951. Los técnicos neerlandeses lograron recrear en disco esa atmósfera única de la Festspielhaus en una obra como Parsifal, concebida por Wagner con la acústica de su teatro en mente. “Kna” ha aligerado los tiempos, pero su visión sigue siendo mayestática y muy espiritual. 

El reparto cuenta con los veteranos de los 50 y las nuevas estrellas de los 60. London es una vez más el retrato del dolor y la desesperación; Hotter es un monje más místico que guerrero; Neidlinger canta (no gruñe ni masculla) la parte del nigromante de manera magistral; Talvela es una auténtica voz de ultratumba. Thomas y Dalis han pasado siempre por el eslabón débil de la cadena. Yo no soy capaz de encontrar el más mínimo reproche a su encarnación de la pareja protagonista. 

Ludwig van Beethoven: Fidelio. Frederick Guthrie, Gustav Neidlinger, Jan Peerce, Sena Jurinac, Dezső Ernster. Bayerisches Staatsorchester.

La última etapa discográfica de Hans Knappertsbusch fue para Westminster Records. El sello estadounidense, de menor difusión que Decca y otras grandes marcas, era sin embargo reconocido por su calidad de sonido, superior a las anteriormente citadas. La firma pasó pronto a manos de ABC-Paramount y luego a MCA Records, para terminar finalmente en propiedad de Deutsche Grammophon. La presentación en CD de este Fidelio por MCA era lamentable, ni siquiera traía el reparto completo. Deutsche Grammophon la comercializó en serie económica en la época en que las grandes marcas sacaban todo lo que encontraban en sus “baúles de los recuerdos”. Esta grabación Westminster quedó pronto eclipsada por la contemporánea de EMI con Klemperer, que gozó de mayor difusión y de la crítica turiferaria inglesa. 

La prestación de Dezső Ernster como Rocco, ya al final de su carrera, es más bien pobre; Frederick Guthrie tampoco luce como ministro; pero el resto del reparto en general puede codearse con los mejores. El también veterano Jan Peerce suena más fresco y juvenil de lo que podía esperarse y, además, justamente heroico. Sena Jurinac, que había abordado el papel hacía poco, es una Leonora conmovedora, delicada a la vez que enérgica. Gustav Neidlinger es un Pizarro insuperable. 

La dirección de “Kna” es amplia; deja que los solistas canten, articulen tanto las agilidades como el texto y expresen el sentido de la música y los versos. La música fluye de manera unitaria y con coherencia interior. Un drama humano más de introspección que de acción exterior. La Leonora III es soberbia. El registro, grabado entre el 20 de diciembre de 1961 y el 1 de enero de 1962, contiene unos cuidados y adecuados diálogos más un acertado sonido de ambiente. 

Richard Wagner: Rienzi, Ouvertüre; Der fliegende Holländer, Ouvertüre; Siegfried Idyll; Lohengrin, Vorspiel; Die Meistersinger von Nürnberg, Vorspiel; Parsifal, Vorspiel; Tannhäuser, Ouvertüre; Tristan und Isolde, Vorspiel und Liebestod. Münchner Philharmoniker.

Igual que para Polydor y Decca, “Kna” también grabó para Westminster preludios y oberturas de Wagner. Se grabaron en los Bavaria Studios de Múnich en noviembre de 1962. Como consecuencia de los avatares ya comentados, estos discos tuvieron también poca difusión. Aparecieron luego en la enorme caja “Westminster Legacy Orchestral Recordings Collection” en 2013. Con motivo del bicentenario de Wagner, Deutsche Grammophon incluyó estas grabaciones en la cajita de cuatro CDs titulada “Great Wagner conductors”

Son estas unas interpretaciones pensadas en forma concierto más que para el teatro, con tiempos amplios, en general. Los de Múnich no son los de Viena, pero rinden a un más que buen nivel. A destacar el argentino preludio de Lohengrin, que Knappertsbusch nunca grabó para Decca. El resto lleva todo el inconfundible marchamo de “Kna”: otro inolvidable Idilio de Sigfrido, un ungido preludio de Parsifal y una Muerte de amor grandiosa. 

Bruckner: Sinfonía nº 8. Münchner Philharmoniker.

Si Wagner fue el gran amor de Knappertsbusch, Bruckner no lo fue menos. En concreto, su Octava sinfonía. La amó tanto como a Parsifal. Así lo confesaba su esposa Marion. Se grabó en enero de 1963 también en los Bavaria Studios de Múnich. Lo dicho en las anteriores sinfonías para Decca sirve aquí también. “Kna” utiliza la versión de Josef Schalk de 1892 y se mantiene firme a su concepto grandioso, monumental y místico de la última sinfonía completa de Bruckner. Una vez más, la discusión de la validez o actualidad de este Bruckner está fuera de lugar. Esta es una Octava a la antigua usanza, monolítica, de reminiscencias wagnerianas. 

Para los incondicionales de Knappertsbusch (ni que sea por simple militancia, aunque uno ya lo tenga prácticamente todo); para los amantes de Wagner, Brahms y Bruckner; para los amantes de los valses; para coleccionistas de discos en sus portadas originales; y para los interesados en la historia de las grabaciones discográficas. 

Bibliografía 

Culshaw, J., Ring Resounding, Pimlico, Londres, 1967

Solti, G., Memorias, Acento, Madrid, 1997  

Notas

1. La principal fuente de información del asunto sigue siendo el imprescindible 'Ring Resounding', de John Culshaw. Como todas las memorias, este libro debe tomarse 'cum grano salis'. No solo por el efecto del paso del tiempo en el recuerdo, sino porque algunas de las opiniones parecen obedecer a una justificación 'a posteriori' de determinadas decisiones capitales. La apuesta de Culshaw por Solti en detrimento de Knappertsbusch radicó en tres aspectos: un talento innegable, un futuro prometedor y una facilidad de adaptación al proceso de grabación en estudio. Si bien la primera característica la tenía Knappertsbusch de sobras y era reconocida de manera unánime, no pasaba lo mismo con las otras dos, especialmente la última. La colaboración Culshaw-Solti se basó en la congenialidad que se desarrolló entre ellos, pero también en la ambición de ambos, en cuyo camino la presencia del eminente a la vez que huraño Knappertsbusch podía ser un obstáculo. Si bien parece fuera de duda que el principal, si no único, responsable del paulatino ostracismo al que fue condenado Knappertsbusch en Decca fue John Culshaw, por otro lado, el cariño que en el libro muestra Culshaw por Knappertsbusch parece sincero. Culshaw se salió finalmente con la suya y convenció a Rosengarten. En noviembre de 1958 se grabó 'Das Rheingold' con Solti en el podio y Flagstad como Fricka. La noruega estaba ya estudiando la parte de la esposa de Wotan en 'Die Walküre', pero la parca no le permitió llegar a tiempo, pues falleció en 1962.

2. La insistencia de Nilsson en grabar Isolda, como es sabido, dilató el proyecto del 'Ring', pues 'Tristan und Isolde' se grabó en noviembre de 1960 y salió al mercado en marzo de 1961, de manera que el 'Ring' no se retomó hasta 1962, no con 'Die Walküre' sino con con 'Siegfried'. 'Die Walküre' no se grabó hasta 1966, después de 'Götterdämmerung'. La grabación de 'Die Walküre' por parte de RCA, en 1962, en Londres, con la misma Nilsson y Leinsdorf, no fue el único motivo en el retraso de 'Die Walküre' de Solti: los actos primero y tercero recientemente comentados, con Flagstad de protagonista en ambos, se seguían vendiendo la mar de bien y Decca no tenía intención de entorpecer el mercado. De la dirección de Solti en 'Tristan und Isolde' cabe decir más o menos lo mismo que del coetáneo 'Das Rheingold': áspero, violento a veces y poco refinado en general. De dicho 'Tristan und Isolde' conviene recordar la bellísima portada, con la antorcha y los nombres de Nilsson y Solti en letras de gran tamaño, mientras que el nombre del pobre Fritz Uhl tiene el mismo relieve que el de los secundarios Resnik, Krause y van Mill. Citando a Schuster, “no hase falta desir nada más.”

3. Es conocida la anécdota: Knappertsbusch había programado la 'Suite del Cascanueces' con una respetable orquesta junto a una sinfonía de Bruckner; la cosa debió de parecer inapropiada al gerente de la orquesta, que le sugirió otra obra más acorde con Bruckner. La respuesta lacónica de “Kna” era previsible: “Chaikovski se mantiene; si no, Jochum.” La “Marcha militar” y la “Invitación a la danza”, no en el arreglo de Berlioz sino en el de Felix von Weingartner, las interpretó, por ejemplo, en el concierto del 20 de marzo de 1955 a beneficio de la reconstrucción del Teatro nacional de Múnich. En el arreglo de Berlioz la grabó para Electrola en 1942. La obertura de Nicolai y “El cascanueces” las dio en Berlín el 2 de febrero de 1950 después de la 94 de Haydn, por ejemplo

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