Una jirafa en Copenhague
Entrevista Intrapersonal Confrontada: Omar Jerez con María Pilar Balado Rubio
Omar Jerez

Ya sabéis que Entrevista Intrapersonal Confrontada esta
sujeta a debate académico de la mano del periodista Rubén Villalba.
De las 26 entrevistas que he publicado, 27 con la de María
Pilar Balado Rubio, todas ellas están sometidas a estudio por un comité
científico compuesto por tres miembros, y de las 27 han evaluado que solo cinco
de ellas cumplen rigurosamente el decálogo de *Entrevista Intrapersonal
Confrontada.
Entrevista Intrapersonal Confrontada retrata sin posibilidad
de error a quién las realiza, no se le puede engañar, sortear o irse por
peteneras.
Tened paciencia antes de que hable de María Pilar Balado
Rubio, todo tiene un por qué.
Como iba diciendo en algunas de las (EIC) algunos se han
hecho autopromoción encubierta, otros directamente no han contado lo que uno
esperaba, pero para mí personalmente los quiero y los respeto a todos por
igual, pero otra cosa muy diferente es para el comité científico que está
evaluando cada uno de ellas desde la más absoluta objetividad y rigor.
¡Ahora sí! María Pilar Balado Rubio no solo es que cumpla
estrictamente con el decálogo de (EIC) es que lo rebasa con creces, desde ya me
aventuro a aseverar que el comité científico va a poner la tuya entre las que
van directamente a la academia.
Gracias María Pilar Balado Rubio por este inmenso regalo,
por el cual te estaré agradecido de por vida.
Aquí tenéis la joya de la corona, o de la República, pero al
fin y al cabo la JOYA:
Entrevista Intrapersonal Confrontada- María Pilar Balado Rubio.
Tras cuarenta años
entrenando equipos en alto nivel deportivo lo he visto casi todo. Lo peor, con
diferencia, han sido las ruedas de prensa y las entrevistas posteriores a un
gran evento.
Lo que el público desea
conocer, lo que el entrenador quiere decir y lo que el periodista pregunta no
suelen ser coincidentes. Yo como entrenadora no puedo saber qué ocultos motivos
flotan libremente en la mente del espectador o del entrevistador, pero sí sé
hasta dónde llega mi nivel de agotamiento físico y mental, sobre todo este
último, y sé hasta qué punto he tenido que controlar mi lengua y mantener mi
presencia no deseada en un estudio de grabación de informativos.
Aquí os dejo unos ejemplos…
¡Vamos! ¡A por ello!
A)
Lo
que yo hubiera querido encontrar
A.1 Periodistas
¿Qué me hubiera gustado que
me preguntaran en cualquier momento de la preparación del equipo?
Pues sencillamente,
cuestiones técnicas relacionadas con la preparación teórica de los
entrenadores. Sus estudios, la importancia de la experiencia en el ámbito
competitivo como entrenadores y no como deportistas.
Si yo habría cambiado algo
dentro de los programas de enseñanza y preparación de entrenadores; qué a
suprimir y qué a añadir.
Preguntas sobre la diferencia
y características del entrenamiento de grupo frente al trabajo con deportistas
individuales. Darme la oportunidad de hablar específicamente sobre las
dificultades de integrar y hacer trabajar con un mismo objetivo a egos de alto
rango.
Me hubiera gustado notar que
había un interés por saber qué hay más allá de la técnica. Notar que el
periodista intuía al menos que existe un componente humano determinante para
llevar al éxito al deportista, y que no está relacionado con los conocimientos
teóricos en exclusiva. Percibir que los aspectos emocionales y la relación
humana entre entrenador y deportista son valorados y entendidos. Que la fe
ciega que un gimnasta tiene en su entrenador va más allá de saber que sus
conocimientos son reales. El deportista pone en el criterio y las manos de su
entrenador todo su futuro, su integridad física, un trabajo diario de
muchísimas horas sin descansos ni festivos…esto solo se consigue con una unión
espiritual sobre la que nunca nadie me preguntó.
¿Tampoco nadie ha sido nunca
consciente de las envidias y zancadillas entre las gimnastas, incluso dentro
del mismo equipo? ¿Nadie se ha percatado jamás de las traiciones entre
técnicos? ¿No ha visto nunca nadie la prevaricación cometida por directivos
favoreciendo a su propia familia y gente relacionada con ellos de forma
directa? Hemos preferido “no entrar en esos barros”, como me dijo una vez un
locutor de una famosa radio nacional …
A.2 Gimnastas, técnicos, directivos.
Siempre después de una gran
competición, al menos yo he realizado con los estamentos involucrados, una
reunión de análisis de resultados y objetivos obtenidos, así como una
exposición sobre los problemas y cuestiones del día a día que hubiera habido
que superar para la consecución de los mismos.
Esta entrevista, privada, no
es desde el punto de vista periodístico algo a analizar en este trabajo, pero
si considero importante dar unas sutiles pinceladas de ella, ya que nos pueden
dar una idea más clara sobre cómo cada personaje de este entramado vive su
realidad, no siempre coincidente con la del resto.
Solo en una ocasión durante mi prolongada
carrera profesional, los padres de una gimnasta de altísima proyección reconocieron
las debilidades de su hija como gimnasta y persona, y agradecieron poniendo en
valor el trabajo “extra” que le había dado a su hija. Evidentemente, ese
trabajo extra y que entraba dentro del ámbito de las emociones y el respeto a
las particulares condiciones que presentan las personas de altas capacidades,
no es algo evidente y manifiesto, pero dentro del mundo del deporte de alto
rendimiento no es inhabitual confrontarlo.
Nunca ningún directivo ha osado enfrentarse a alguna de las muchas “madres tóxicas” (también hay padres pero el índice es bastante menor); no he sabido de ningún caso en el que la culpa real de un fracaso deportivo haya sido achacado a la madre híper exigente que ha roto todo protocolo de sueño y tranquilidad de su hija en momentos de competición. Tampoco ninguna de ellas, y han sido varias, ha asumido, llegado el caso, su culpa en las lesiones y fracturas por estrés que han provocado al someter a las deportistas a entrenamientos en casa una vez terminada la sesión correspondiente. Familias que han montado auténticos gimnasios en casa para que los hijos siguieran bajo su dirección (las madres suelen saber más que los técnicos) entrenamientos tras el entrenamiento … pero la responsabilidad a ojos de directivos y las propias familias es tuya.
B) Lo que siempre me hastió
B.1 Periodistas
Ha habido una serie de
preguntas que se han repetido hasta la saciedad. Hubo un momento en el que se
convirtieron en un obligado de la entrevista. Cuestiones nacidas de bulos y
falsedades pero que fueron adoptadas por el mundo del periodismo y por ende por
el público en general, como una suerte de verdades absolutas.
Muy cansada de escuchar
siempre la pregunta sobre la anorexia de las gimnastas. Esa tópica
creencia de que todas las gimnastas eran anoréxicas porque los técnicos les
provocábamos la enfermedad y por eso todas eran tan delgadas. Daba igual que
los estudios científicos demostrasen que el 90% de casos de trastornos de
alimentación se encontraban en grupos de escuela e iniciación deportiva, la
pregunta estaba siempre ahí y enfocada en la alta competición.
Cuando un entrenador de
baloncesto puede hacer una selección de jugadores de equipo, es lógico pensar
que los candidatos de mayor estatura tendrán más posibilidades de ser elegidos.
En el mundo del deporte, las características innatas son muy importantes. No
por entrenar 14 horas al día uno se convierte sin más mérito en un gran
tenista, no crece hasta los 2 metros de estatura y no adquiere un biotipo
determinado por mucho que sea su deseo.
En la actualidad hay muchos
estudios, doctorados, al respecto, gran acuerdo por parte de la comunidad
científica, sin embargo sigo encontrándome la pregunta de los problemas de
anorexia entra mis gimnastas ... decir que en mis 40 años de profesión, ninguna
de mis gimnastas lo ha padecido … ahí lo dejo.
En general siempre me ha
molestado comprobar que por parte del mundo del periodismo había un menosprecio
y una falta de consideración de deporte “real” para la gimnasia, sobre todo la
gimnasia rítmica. Su alto componente artístico ha sido beneficioso para su
difusión pero igualmente perjudicial para su consideración.
Preguntas sobre el atuendo,
los brillos o el glamour y la elegancia de las gimnastas quitaban el tiempo y
anulaban el interés del entrevistador sobre el número e intensidad de horas de
entrenamiento, las modalidades y variación en los ciclos de entrenamiento o la
parte creativa de coreografías y rutinas.
No tienen vida, ha
sido otra frase recurrente. No hay problema si un niño se encierra en un
internado en un país lejano al suyo, para convertirse en jugador de fútbol de
un gran equipo. Eso está muy bien, no supone ningún problema a la sociedad ni
preocupación mediática. Pero que una gimnasta entrene todos los días varias
horas es diferente. Cuando gana la medalla todos se quieren poner en la foto
pero durante los muchos años de trabajo intenso han evitado ver el sudor y
sacrificio.
Los deportistas de alto
nivel tienen una filosofía de vida diferente, una vida plena y llena de
satisfacciones diarias que compensa el sacrificio y el esfuerzo. Un deportista
de alto nivel lo es, nace siéndolo y vive siendo feliz con ello. Además de
tener tiempo para ir al cine, salir a tomar un helado y pasear con amigos. Una
estructura de vida organizada les da la posibilidad de hacerlo todo; incluso
estudiar y obtener buenísimos resultados.
C) Evité decir la verdad de mis pensamientos
Algunas veces estás deseando
que te hagan tal o cual pregunta, pero cuando llega el momento te das cuenta
con mucha tristeza de que no puedes contestar lo que sería la verdad de tus
pensamientos.
En este apartado os cuento
lo que no pude decir en su momento. Las correspondientes preguntas las dejo a
vuestra imaginación.
C.1 Periodistas
Nunca os pude hablar de las
envidias entre las gimnastas aunque a veces fueron muy evidentes y
trascendieron del ámbito deportivo. Camuflé y maquillé respuestas para no dejar
en entredicho y no perjudicar la carrera deportiva de algunas niñas muy
talentosas pero con un carácter horrible, malas compañeras y peores personas.
Tampoco he podido nunca hablar de las envidias y las tretas entre padres en búsqueda de la gloria de sus hijas. Algunos han llegado incluso a levantar falsos testimonios contra otras gimnastas y difundir rumores de abusos de los entrenadores de sus rivales para que se frenaran sus entrenamientos y sus hijas tuvieran más oportunidades.
Los regalos, pagos de vacaciones y reuniones clandestinas prometiendo “ayudas económicas” a directivos, jueces e instituciones no son algo que nos sorprenda. Allá cada cual con lo que haya aceptado…
Tampoco hablé de la verdad
“saludable” de la alta competición. Ningún deporte elevado al nivel de la
excelencia es sinónimo de salud. Todos los deportistas llegan a las grandes
citas al límite de sus posibilidades físicas y en la mayoría de los casos
también mentales. La repetición sistemática de los mismos gestos una y mil
veces no es saludable por mucho fisioterapeuta, masajes y cuidados que
apliques. Es cierto que la investigación en el ámbito de la medicina deportiva
y sobre todo en cuanto a los sistemas de entrenamiento ha mejorado mucho en las
últimas décadas, pero aun así, deporte de alta competición no es salud.
Hemos ocultado la realidad
de la situación de una gimnasta o de un equipo antes de las citas competitivas
para no dar pistas al rival, pero también para ocultar una realidad manifiesta.
La mejor herramienta para
evitar acusar a alguien de una falta, un error o un problema ha sido siempre el
plural mayestático. Todos y muchas veces hemos empleado ese “nosotros” para
salvarnos de la situación de tener que decir “fulanita” se fue ayer de juerga,
no ha dormido, no ha respetado la disciplina de equipo y ha arruinado el
trabajo de mucha gente durante muchos años, y hemos entonado el “nosotros”
hemos fallado en el peor momento pero estamos convencidos de nuestro potencial
y volveremos a intentarlo.
Cuando me han preguntado
sobre cómo he encontrado al equipo al llegar a confrontar un nuevo reto, la
respuesta ha sido siempre muy diplomática, del tipo "se nota una gran capacidad
de trabajo y unas tremendas ganas por hacer grandes cosas". En alguna ocasión la
respuesta hubiera sido más del tipo: tienen que olvidar todos los vicios y
malas costumbres adquiridas; la técnica brilla por su ausencia y será un
milagro si conseguimos algo.
Pero sin duda alguna para
mí, la respuesta más difícil a la pregunta que nunca me hicieron hubiera sido:
¿Qué se necesita para triunfar en el deporte de alto nivel?
Varias
cosas, todas por igual importantes: Unas condiciones físicas y psíquicas
extraordinarias con una capacidad de trabajo y fuerza mental extremas, capaces
de permitirte aguantar el dolor y el sufrimiento de igual manera que permitirte
sobreponerte al fracaso y animarte a seguir adelante. Una familia que te apoye
sin presionarte y un entrenador que te presione sin matarte. Y un alto grado de
suerte, una estrella que te permita brillar más que todos los demás rivales que
han trabajado igual o más que tú, con las mismas o mejores condiciones, y que
están dispuestos, como tú lo estas, a luchar hasta la extenuación por una
miserable chapita de metal.
*Entrevista Intrapersonal Confrontada (O cómo responder y después preguntar)
La entrevista es un género periodístico
fundamental. De hecho, se podría considerar su piedra angular, porque permite
al periodista confirmar, acceder y conocer los hechos de manera directa, sin
intermediarios, hablando con la fuente y estableciendo un diálogo con los
protagonistas.
Lamentablemente, y salvo honrosísimas excepciones,
la entrevista, ese momento excepcional que combina conversación, reto y
seducción, se ha convertido en un acto seco, forzado, en el que demasiado a
menudo el entrevistado no quiere responder y al entrevistador le da lo mismo
que no quiera. El momento sublime que permite al periodista ejercer su derecho
a preguntar se transforma en un trámite, una penitencia o directamente un
combate tosco y sin ningún vencedor.
En otras ocasiones, los entrevistados han tenido
una clase por parte de sus asesores para evitar, rodear o directamente eliminar
preguntas incómodas, que suelen ser precisamente las que el periodismo debe y
puede hacer. El resultado, nuevamente, queda en un limbo de medias verdades y
frases insulsas. Por no hablar de las entrevistas promocionales asociadas a
algún producto cultural, tipo cine, literatura y música, donde la
superficialidad es tan apabullante que se podrían mantener las preguntas hechas
años antes y tendríamos la certeza de encontrar las mismas respuestas.
Ante este panorama, desolador y habitual en
demasía, el artista y creador Omar Jerez propone una nueva fórmula, una nueva
aproximación al género que exige una complicidad de ambas partes (tomando como
inspiración las entrevistas noveladas que hizo durante años Milan Kundera) para
generar un contenido atractivo, valiente, que enriquezca al lector y que
suponga una aventura donde ni el camino ni el destino queda prefijado.
El nuevo concepto se llama Entrevista Intrapersonal Confrontada, (EIC), y tiene como
cimiento inamovible la siguiente premisa: el entrevistado genera un discurso a
priori, provocado y sugerido (o no) por el entrevistador, y posteriormente el
periodista edita y da forma periodística a ese contenido. Se crea una arcilla
pura que será moldeada por las manos expertas del entrevistador, a posteriori.
A continuación se exponen los 10 puntos que
definirán cualquier EIC que se haga a partir de ahora, y que creemos supone una
innegable revolución en este género. Es tan sencillo como invertir el orden
para recuperar la pureza que nunca debió perder.
Decálogo para una Entrevista Intrapersonal Confrontada (EIC)
- Cualquier persona, tenga o no relevancia pública, podrá solicitar a
un periodista la realización de una EIC. Igualmente, cualquier periodista podrá
solicitar la realización de una EIC a cualquier persona o personaje.
- Cualquier EIC tiene como base fundamental la relación que se establece
entre el periodista y el entrevistado, así como la reinterpretación del
concepto de entrevista para el siglo XXI.
- Una vez aceptada la realización de la EIC, se propondrá, por
cualquiera de las partes, un tema sobre el que girará la narración, así como su
extensión. Igualmente podrá ser de libre elección si así se decide de mutuo
acuerdo.
- El entrevistado construirá libremente una narración sobre la temática
escogida, que podrá ser creada en cualquier formato: texto, audio, vídeo,
ilustración, así como cualquier combinación entre estos. El periodista no
intervendrá nunca en esta parte del proceso.
- El periodista recibirá esa narración y a partir de ahí construirá una
EIC en la que se compromete a mantener el sentido del texto original, y podrá
modificar, eliminar, ampliar o extender la entrevista para tratar de llegar a
la naturaleza real del entrevistado. Podrá solicitar más información al
entrevistado, así como convertirla a otro formato.
- Bajo ningún concepto el periodista podrá utilizar la información en
bruto para difamar o menoscabar la figura o reputación del entrevistado.
- El periodista deberá entregar una copia de la EIC antes de su
difusión al entrevistado para que la confronte y certifique que se ha mantenido
el sentido original, no entrando éste en consideraciones de estilo y forma.
- El periodista puede declarar la EIC nula si percibe que está falseada
o que el entrevistado se aleja del objetivo principal, que es un ejercicio de
honestidad consigo mismo.
- El espectador, para poder completar la experiencia, debería tener
acceso al discurso en bruto enviado por el entrevistado y la EIC definitiva,
para comparar y enriquecer la lectura/visionado/escucha del proceso.
- Al contrario que en la entrevista clásica, en cualquier EIC la
búsqueda de la verdad queda supeditada a la experiencia compartida, confrontada
y colaborativa entre las dos partes.
Comentarios