España - Cataluña
Un recital que justifica un festival
Jorge Binaghi
Hubo antes y después recitales, la mayoría con piano pero alguno con orquesta, de celebridades del canto lírico del pasado y del presente que a mí no me parecen tales. Pero siempre se me había escapado Davidsen (ha cantado poco en España y a veces cancelado, como en el caso de este mismo concierto hace un año), y esta vez lon conseguí, pese a que la acústica no es de las más felices, y menos para una voz de las dimensiones infrecuentes de ésta. Fascinante sí por cantidad pero sobre todo por calidad. Una voz sana, bellísima, sin fisuras ni cambios entre registros, y una técnica excelente.
Y con un programa que, como ella misma explicó en un fluido inglés y de forma muy natural, pretendía ser su carta de presentación completa -pese a la acústica, como dijo con humor- dedicó unas frases magníficas al porqué de su amor al lied, por la extensión y matices de sentimientos (y eso que hoy en día sea probablemente mejor intérprete de ópera que de cámara por la índole misma de su instrumento) .
Yo iba preparado por lo
que me habían dicho personas fiables y por lo que había escuchado en disco,
pero nada sustituye a la experiencia en vivo de una voz que causa sorpresa, te
envuelve, y parece estar por todas partes. Aunque se ha hablado de sucesión de
Nilsson, Stemme y Flagstad, en estos momentos por sus centros y graves, y su
indisimulado afecto (como el de las anteriores, sobre todo las dos primeras)
por autores italianos como Verdi y Puccini, pensé en la joven Varnay cuando en
el Met cantaba no sólo Wagner sino Maria/Amelia en unos raros entonces Macbeth o Simon Boccanegra.
Por
supuesto dentro del altísimo nivel general hay diferencias y preferencias. Por
ejemplo, que una voz así no parece de momento la más adecuada para los lieder
de Brahms (de los tres conocidos elegidos el mejor fue ‘Auf dem Kirchofe’, ‘Da
unten im Tale’ estuvo bien y ‘Von ewiger Liebe’ el menos logrado). En cambio sí
le quedan muy bien los de Richard Strauss (`Zueignung’ y sobre todo ‘Ruhe,
meine Seele’ fueron totalmente convincentes y ‘Morgen’ lo será en el futuro:
ahora fue ‘sólo’ muy bueno. Supongo que simplemente se trata no tanto de mayor
frecuentación -también- sino de más experiencia de vida). Claro que destacó en
las canciones de su tierra compuestas por Grieg, entre las que figuraba el
conocidísimo ‘Un sueño’ y con el que se despidió en su segundo bis.
En ópera
destacó, claro está, en Wagner (entrada de Elisabeth de Tannhäuser y ‘Du bist der Lenz’ de Die Walküre, que, como apuntado, acababa de cantar en Bayreuth. En
la segunda me hizo recordar la famosa grabación de Flagstad), pero también en
la Agathe de Der Freischütz de Weber
en su cavatina inicial ‘Leise, leise’, de la que podría ser una intérprete
ideal.
Verdi, como también queda dicho, es un ‘must’ para esta artista. No sé si Lady Macbeth es un personaje para ella (la lectura de la carta admite mejoras de todo tipo, ‘Vieni t’affretta’ tuvo equivocaciones en el texto y lo mejor por el vigor fue la cabaletta ‘Or tutti sorgete’) aunque seguramente lo es más que la Desdemona del Otello, cuyo 'Ave Maria' fue dicho con mucho sentimiento y francamente bien cantado pero con un volumen y color oscuro que no parecen lo indicado para la parte y el momento. Tal vez no tenga un futuro en la opereta, pero el aria de La princesa de las czardas de Emmerich Kalmán fue notable y probablemente más idiomática que la que suele hacer Netrebko en sus bises.
Un óptimo ‘Summertime’
de Porgy and Bess de Gershwin puso
punto final al recital, cuyo primer bis fue una más que estimable versión de
‘Vissi d’arte’ de Tosca de Puccini
con todas las notas y medias voces en su sitio (un milagro hoy) , y si es
cierto que tal vez no vaya a ser uno de sus caballos de batalla en caso de
abordarla en su integridad, resultaba más idiomática que la de Nilsson y otras
cantantes, italianas y no, que la han cantado o suelen cantar con asiduidad.
Raynaud
acompañó con competencia, en especial en los autores no italianos.
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