Reportajes

Ucrania

X. Los peligros de una guerra nuclear

Juan Carlos Tellechea
miércoles, 24 de agosto de 2022
Asociación Internacional de Médicos para la Prevención contra la Guerra Nuclear © 2022 by ippnw Asociación Internacional de Médicos para la Prevención contra la Guerra Nuclear © 2022 by ippnw
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En el nuevo aniversario del bombardeo atómico de Estados Unidos contra Japón en 1945 y a la luz de la guerra de agresión de Rusia en Ucrania la prestigiosa Asociación Internacional de Médicos para la Prevención contra la Guerra Nuclear (IPPNW) ha concebido una exposición itinerante que cumple una estación desde el 9 de agosto al 28 de septiembre en la Biblioteca Albert-Vigoleis-Thelen, de la ciudad de Viersen.

Hibakusha weltweit (Hibakusha en el mundo) se titula la muestra, centrada en los peligros del uso militar y civil de la energía nuclear. La fecha del 9 de agosto marca el 77º aniversario de la bomba atómica lanzada sobre la ciudad japonesa de Nagasaki en 1945. Tres días antes, el 6 de agosto, había sido arrojado sobre Hiroshima el primer artefacto nuclear en la historia de la humanidad.

El Dr. Herbert Hochheimer, de la referida Asociación Internacional de Médicos para la Prevención contra la Guerra Nuclear:

El término japonés ヒバクシャ / Hibakusha designa a los supervivientes de los dos bombardeos atómicos, pero también a las víctimas de las radiaciones desatadas por incidentes y desastres nucleares civiles.

Junto con la ingeniera y arquitecta Anthoula Kapnidou, de la Asociación Internacional para la Reconciliación (IFOR), Grupo Regional del Bajo Rin, el Dr. Hochheimer llevó la exhibición a biblioteca pública de Viersen.

La muestra

En 32 paneles y un mapamundi, la exposición Hibakusha en el mundo de Viersen muestra las conexiones entre la industria nuclear civil y militar y explica los peligros de la radiactividad para la salud. Además de los devastadores bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, la muestra documenta numerosos accidentes, incidentes y catástrofes que se han producido debido al uso civil de la energía nuclear. Entre ellos también están los que apenas han llegado al ámbito de la percepción pública hasta hoy. El equipo de la biblioteca municipal ha recopilado una selección de libros sobre el tema que se pueden tomar en préstamo.

El gran número de incidentes graves y catástrofes es tan sorprendente como el elevado número de víctimas en el ámbito del uso supuestamente pacífico de la energía nuclear. 

Prácticamente ningún país que utilice la energía nuclear con fines civiles o militares se ha librado de incidentes, algunos de ellos muy graves. (Dr. Herbert Hochheimer) 

El objetivo de la asociación IPPNW es, por tanto, además de la abolición total de las armas nucleares, la renuncia completa al uso civil de la energía nuclear. Después de todo, esto es lo que crea los prerrequisitos técnicos para la producción de armas nucleares en primer lugar, observa con acierto el Dr. Hochheimer.

Ataques atómicos

Al conmemorar el bombardeo atómico de Hiroshima, el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, pidió la abolición de todas las armas nucleares en un solemne acto celebrado en el Parque Memorial de la Paz, de esa ciudad nipona. Rusia y Bielorrusia no fueron invitados a asistir a la ceremonia.

Las crisis con graves matices nucleares se están extendiendo rápidamente: desde Oriente Medio hasta la península de Corea, pasando por la invasión rusa de Ucrania. La humanidad está jugando con un arma cargada. (António Guterres)

El Secretario General de la ONU pidió a los miembros de la conferencia del Tratado de No Proliferación Nuclear que se celebra hasta el 26 de agosto en Nueva York, que trabajen urgentemente para eliminar los arsenales nucleares mundiales que amenazan nuestro futuro.

El desarme nuclear ya estaba estancado antes de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Ahora, reducir las casi 13.000 armas nucleares del mundo será aún más difícil.

Debemos tener presente en todo momento los horrores de Hiroshima y reconocer que solo hay una solución a la amenaza nuclear: no tener ningún tipo de armas nucleares. (António Guterres)

Las víctimas

Decenas de miles de habitantes de Hiroshima murieron instantáneamente cuando se lanzó la primera bomba atómica estadounidense el 6 de agosto de 1945; se calcula que un total de 140.000 personas murieron a finales de 1945. Tres días después de Hiroshima, Estados Unidos lanzó una segunda bomba atómica sobre Nagasaki. Poco después, el Imperio japonés capituló. Hoy en día, Hiroshima es un símbolo mundial de la guerra, y de la paz.

Según un nuevo estudio mundial, una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia podría matar de hambre a más de 5.000 millones de personas. Científicos del clima de la Universidad de Rutgers calcularon la cantidad de hollín que se liberaría a la atmósfera por las tormentas de fuego resultantes de la detonación de armas nucleares y cuáles serían las consecuencias para el suministro de alimentos en el mundo. Los resultados de su investigación aparecen en un artículo de la revista Nature Food.

Hambre

Sobre la base de estos resultados, la organización médica internacional IPPNW también publica un estudio sobre el tema de la hambruna nuclear. La conclusión: incluso una guerra nuclear regional tendría consecuencias globales catastróficas para la humanidad.

La Dra. Angelika Claußen, presidenta de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención contra la Guerra Nuclear manifiesta que:

Una guerra en la que se detonara menos de una vigésima parte de las armas nucleares del mundo seguiría destruyendo el clima y las cadenas mundiales de suministro de alimentos. La hambruna mundial y los disturbios civiles matarían a miles de millones de personas, dependiendo del número de armas nucleares. Los datos nos recuerdan, especialmente en vista de las amenazas nucleares en el contexto de la guerra de Ucrania, que debemos evitar una guerra nuclear a toda costa.

Los investigadores de Rutgers calcularon la propagación respectiva del hollín en seis escenarios bélicos -cinco guerras menores entre India y Pakistán y una guerra mayor entre Estados Unidos y Rusia- en función del tamaño del arsenal nuclear de cada país.

El estudio es especialmente innovador para nosotros en Europa (…) Después de todo, solo en (la base de la Fuerza Aérea de Alemania en) Büchel se almacenan 20 armas nucleares estadounidenses con una fuerza explosiva de hasta 340 kilotones de TNT. (Dra. Claußen)

Los cálculos

Los investigadores Alan Robock, Lili Xia y sus colegas introdujeron sus datos en el Modelo Comunitario del Sistema Terrestre, una herramienta de predicción del clima. Esto les permite estimar los rendimientos de los principales cultivos (maíz, arroz, trigo de primavera y soja) para cada país.

Los investigadores también examinaron los cambios previstos en la producción ganadera y la pesca marina mundial. Incluso en el escenario nuclear más pequeño, con un despliegue total de 100 bombas nucleares (15 kilotones cada una), una guerra local entre India y Pakistán, la producción media mundial de calorías disminuyó un 7% en cinco años.

En el mayor escenario bélico ensayado -un conflicto nuclear total entre Estados Unidos y Rusia con 500 armas nucleares (100 kilotones cada una), la producción media mundial de calorías cayó entre tres y cuatro años en torno al 90% tres o cuatro años después del bombardeo atómico.

Los más pobres

La disminución de las cosechas sería más grave en los principales países exportadores, como Rusia y Estados Unidos, lo que provocaría restricciones a las exportaciones y podría tener graves consecuencias en los países de África y Oriente Medio que dependen de las importaciones.

Los investigadores concluyen que estos cambios provocarían una alteración catastrófica de los mercados alimentarios mundiales. Desde que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) comenzó a llevar registros en 1961, nunca se había producido un descenso del 7% en el rendimiento de los cultivos a nivel mundial. En el mayor escenario de guerra, más del 75% de la población mundial moriría de hambre en dos años.

¡Los estados con armas nucleares deben actuar! Con una declaración conjunta de renuncia al primer uso de armas nucleares. Deberían hacerlo ahora durante la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear en Nueva York. (Dra. Angelika Claußen)

¿Es probable una escalada nuclear en Ucrania?

El Secretario General de la ONU ha advertido reiteradamente de un desastre nuclear en Ucrania, bajo el telón de fondo de los combates en torno a la central nuclear de Zaporizhzhya. Los nuevos incidentes allí son muy preocupantes, dijo Guterres al margen de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York.

La mayor central nuclear de Europa, situada en el sur de Ucrania, lleva meses bajo control ruso y ha sido bombardeada varias veces desde hace más de dos semanas. Algunos de ellos han provocado daños, pero se dice que la infraestructura crítica permanece intacta. Rusia y Ucrania se culpan mutuamente de estos hechos.

Disuasión nuclear

La disuasión nuclear nunca desapareció, pero apenas tuvo importancia en la conciencia pública desde el final de la Guerra Fría. A más tardar, con el inicio de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y el debate abierto sobre las armas nucleares por parte del presidente neoestalinista ruso Vladimir Putin, la posibilidad de una escalada nuclear vuelve a estar, al menos teóricamente, sobre la mesa.

Sin embargo, fuentes de inteligencia estadounidenses y británicas no creen que Putin vaya a desatar una guerra atómica en su abominable agresión contra Ucrania, y estiman más probable que si el presidente ruso apretara el botón nuclear muy pronto se daría cuenta que éste ya no funciona.

Las sanciones occidentales contra Putin, su entorno y los oligarcas que lo respaldan han alentado una sigilosa conspiración (contemplando varios escenarios) que puede terminar desplazándolo del poder, según el biógrafo y periodista de investigación británico John Sweeney en su nuevo libro The Killer in the Kremlin.

 La doctrina de propósito único

Meses antes de la bárbara embestida de Putin contra Ucrania el 24 de febrero pasado, el presidente de los Estados Unidos, Joseph Biden, estaba considerando cambiar la política estadounidense de disuasión nuclear. Desde el comienzo de la era nuclear, Washington siempre ha declarado que podría responder con represalias nucleares no solo a los ataques con armas nucleares, sino también a las agresiones no nucleares.

Esta política declarativa podría endurecerse pronto: Biden quería reducir el papel de las armas nucleares, mediante una declaración de propósito único (SP). Según ella, el único propósito de las armas nucleares de Estados Unidos sería disuadir y, si fuera necesario, responder a los ataques nucleares. Estados Unidos nunca utilizaría armas nucleares contra una agresión convencional.

Sin embargo, en contra de lo que se esperaba, esto apenas reduciría los riesgos nucleares a los que se enfrenta Estados Unidos en la actualidad. Además, los aliados de Estados Unidos en Europa y Asia ya temen que el SP afecte a su seguridad. También para Alemania se plantea la cuestión de las consecuencias políticas y militares de una política de SP, afirman politólogos de la Fundación Ciencia y Política (SWP), el gabinete estratégico que asesora al gobierno y al parlamento de Alemania.

Historia reciente

En julio de 2021, la administración Biden iniciaba la Revisión de la Postura Nuclear (NPR), que es obligatoria para las nuevas administraciones estadounidenses. Estaba previsto que el proceso finalice a principios de 2022. La NPR contenía, entre otras cosas, la política nuclear declarada de los Estados Unidos.

De este modo, Washington informaba a sus adversarios y aliados de los objetivos político-estratégicos a los que sirve el arsenal nuclear estadounidense y de las capacidades militares necesarias para alcanzarlos. Al hacerlo, cada administración debía explicar también en qué condiciones Estados Unidos podría utilizar sus armas nucleares, opinan las Dras. Claudia Major y Lydia Wachs, así como los Dres. Liviu Horovitz y Jonas Schneider, polítólogos del citado laboratorio de ideas SWP, el mayor de la Unión Europea.

Responder a estas cuestiones plantearía a la administración Biden un conflicto de prioridades. Esta es otra de las razones por las que la NPR es una iniciativa muy controvertida en estos momentos y ha quedado en el limbo, tanto por la guerra de aniquilamiento emprendida por Rusia contra Ucrania como por el creciente antagonismo entre China y Estados Unidos.

Perspectivas

¿Qué grandes cambios puede anticipar el Pentágono en 2022? Parafraseando a James Carville, ¡es la Estrategia Nacional de Defensa, estúpido!.

La Estrategia de Defensa Nacional de 2018 articulaba claramente que China era la mayor amenaza estratégica de Estados Unidos, y afirmaba que el Departamento de Defensa debía tomar medidas para modernizar la fuerza y recuperar su ventaja técnica con el fin de disuadir y -si todo lo demás falla- ganar un conflicto contra Pekín. Solo había un problema: la estrategia nunca llegó a aplicarse realmente, ya que la política interna y una pandemia mundial superaron los planes de reforma del ejército.

Más de un año después de que el presidente Joe Biden asumiera el cargo, el departamento estaba en camino de publicar una nueva estrategia, como lo hizo en marzo pasado. Las grandes preguntas: ¿En qué se diferencian las prioridades de defensa de su administración de las de la administración Donald Trump? ¿Qué tipo de retórica contiene la estrategia en relación con China, y qué debería hacer el departamento de manera diferente para disuadir y vencer a China? ¿Qué funciones y objetivos debería tener Estados Unidos en Oriente Medio, ahora que las fuerzas han salido de Irak y Afganistán?

Por último, y lo que es más importante, ¿qué necesita hacer el departamento para aplicar su estrategia y qué cambios son necesarios en los planes de modernización del ejército para lograrlo? Uno de los principales indicadores iba a ser el presupuesto del año fiscal 2023: ¿Preconizarían los servicios cambios sustanciales, como la desinversión en la estructura de las fuerzas, la cancelación de programas que ya no apoyan la estrategia estadounidense y la puesta en marcha de otros nuevos que sí lo hagan? ¿O sería más de lo mismo?

Enigmas

A principios de este mes, la Dra. Mara Karlin, que desempeña las funciones de subsecretaria adjunta de defensa para la política, caracterizó la nueva estrategia de la siguiente manera:

En muchos sentidos nos centraremos en perseguir el reto de China, al tiempo que nos aseguramos de trabajar responsablemente con nuestros aliados y socios más cercanos para hacer frente a muchos de los otros retos que también vemos que hacen metástasis y cambian y no desaparecen.

Obviamente, esta afirmación no da mucho de sí, y el diablo estará en la letra chica.

Otros dos estudios importantes que se van a publicar este año -la Revisión de la Postura Nuclear y la Revisión de la Defensa de Misiles- también podrían sentar las bases para una mayor transformación, especialmente si la administración respalda una reducción del armamento nuclear estadounidense o propone retrasar los esfuerzos de modernización en curso, como el programa de Disuasión Estratégica Basada en Tierra para sustituir los actuales misiles balísticos intercontinentales.

Por supuesto, toda esta política y estrategia se ha visto alterada al crear Rusia una crisis geopolítica más inmediata invadiendo Ucrania, un movimiento que, las fuentes de inteligencia estadounidenses ya vaticinaban para comienzos de 2022. No se equivocaron.

A finales del año pasado las tensiones eran por demás elevadas. Estados Unidos y el Reino Unido habían enviado expertos en cibernética a Ucrania, en un esfuerzo por neutralizar los ciberataques de Rusia, que tanto Washington como Londres esperaban en cualquier momento (como así ocurrió).

Cambio climático

Más allá de la pandemia y las vacunaciones contra todas las variantes del COVID, otra gran prioridad para el Departamento de Defensa estadounidense es la cuestión del cambio climático, calificada de amenaza existencial para la seguridad nacional de Estados Unidos por el titular de la cartera, Lloyd Austin.

En el último año, el Pentágono ha publicado varios informes -como el análisis de riesgos climáticos y el plan de adaptación al clima- en los que se exponen los efectos del cambio climático en las fuerzas armadas y se formulan recomendaciones sobre cómo reducir la huella de carbono del propio departamento. Es de esperar que en 2023 se vea si alguno de esos análisis tiene sentido.

Por último, las elecciones de mitad de mandato podrían generar más agitación en el Congreso, lo que se temía podría dificultar aún más la aprobación del proyecto de ley de asignaciones para el año fiscal 2022, el avance de los proyectos de ley de política de defensa y de presupuesto para el año fiscal 2023, y la confirmación de la lista de candidatos para los puestos clave de la dirección de defensa, en la que el Pentágono ya tiene varios candidatos estancados por retenciones partidistas.

Los republicanos han demostrado que son eficaces a la hora de mantener la línea frente a la escasa mayoría demócrata. Con una gran posibilidad de dar la vuelta a ambas cámaras en noviembre y con los miembros huyendo de Washington para ir de campaña electoral a lo largo del año, es difícil imaginar un escenario en el que el Congreso trabaje más, y no menos, eficazmente que en 2021.

Más fuegos de artificio

Este año está marcando el escenario para ver si el gobierno de Biden puede realmente hacer cambios significativos en el presupuesto y la política del Pentágono. Independientemente de las decisiones que se tomen en el departamento, una cosa está clara: se esperan más fuegos artificiales. El allanamiento practicado por el FBI en la residencia del ex presidente Donald Trump en Florida es uno de ellos.

El presidente Biden espera todavía cambiar a la política de propósito único para las armas nucleares en el futuro, incluso cuando la nueva Revisión de la Postura Nuclear de su administración preserve la política de larga data de Estados Unidos de disuasión flexible, según el Dr. Colin Kahl, subsecretario de Defensa para cuestiones de política, en una reunión paralela a la 10ª Conferencia de revisión de la ONU sobre la no proliferación de armas nucleares.

Kahl también prometió una versión no clasificada de la Revisión de la Postura Nuclear que se publicará en un futuro relativamente cercano. En marzo se publicó una versión clasificada y un breve resumen.

Defender intereses vitales frente a Rusia y China

El resumen de tres párrafos concluía afirmando que Estados Unidos solo consideraría el uso de armas nucleares en circunstancias extremas para defender los intereses vitales de Estados Unidos o de sus aliados y socios.

Esto supuso un retroceso con respecto a la promesa de Biden en la campaña electoral de declarar formalmente que el único propósito de Estados Unidos para tener armas nucleares es disuadir o responder a un ataque nuclear. Un grupo considerable de legisladores demócratas también había presionado a Biden después de que llegara a la presidencia para que declarara en el NPR que Estados Unidos nunca utilizaría las armas nucleares en primer lugar en un conflicto.

Los republicanos, por el contrario, se opusieron a esa medida, al igual que los aliados de la OTAN y los países asociados, como vimos más arriba.

Para complicar cualquier posible cambio en la política nuclear, están las amenazas que plantean tanto Rusia como China. Durante su invasión de Ucrania, Rusia ha planteado repetidamente la amenaza de utilizar su arsenal nuclear, y China ha emprendido recientemente una expansión de sus capacidades nucleares que los funcionarios del Pentágono han calificado de impresionante.

En el limbo

Por eso, aunque una política declaratoria de propósito único ha sido apoyada durante mucho tiempo por el presidente Biden... el NPR concluyó que ahora no es el momento de hacer ese cambio, subrayó el Dr. Colin Kahl. Esta decisión garantiza la continuidad y estabilidad de la política nuclear estadounidense, al mismo tiempo, 

mantenemos el objetivo de avanzar hacia la declaración de propósito único en el futuro, y la NPR lo deja claro. Por eso trabajaremos con nuestros aliados y socios para identificar pasos concretos que nos permitan hacerlo. También continuamos adhiriéndonos a una garantía negativa de seguridad de no usar o amenazar con usar armas nucleares contra los estados no nucleares que son parte del [Tratado de No Proliferación] y cumplen con sus obligaciones de no proliferación nuclear. (Dr. Colin Kahl)

Cabezas nucleares

Estados Unidos ha publicado revisiones de la postura nuclear en 1994, 2002, 2010, 2018 y ahora en 2022. Kahl no dijo si la administración Biden podría publicar una nueva Revisión de la Postura Nuclear o modificar esta última, ni cuándo.

También hay incertidumbre en cuanto al objetivo de China para su arsenal nuclear, según Kahl. Anteriormente, el Pentágono había estimado que los chinos tenían 200 cabezas nucleares y que duplicarían ese número para 2030. Sin embargo, más recientemente, esas estimaciones han aumentado a 700 ojivas para 2027 y a 1.000 para 2030. Kahl agregó que el número final podría terminar cuadruplicando lo que China tiene ahora.

Mientras tanto, Estados Unidos y China no han entablado conversaciones sustanciales de control de armas o de estabilidad estratégica similares al nuevo tratado START entre Estados Unidos y Rusia. La reciente visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha echado por tierra toda esperanza de una pronta reanudación de esas negociaciones y no ha hecho más que aumentar las tensiones.

En punto muerto

La intensa reacción de China duró más de cuatro días con ejercicios militares en torno a la isla de Formosa, con el anuncio además de que los militares chinos estaban cortando las comunicaciones con sus homólogos estadounidenses.

Contra viento y marea en esta relación de amor-odio entre Washington y Pekín, el Dr. Colin Kahl afirmaba sin embargo antes de la visita de Pelosi a Taiwán que:

Estamos abiertos a conversaciones de diálogo de estabilidad estratégica con [China]. Estamos abiertos a iniciar conversaciones sobre el control de armas. ... La condición necesaria para que esa conversación se produzca es la voluntad recíproca de Pekín de mantener esas conversaciones. Y hasta la fecha, no han expresado su voluntad de entablar un diálogo sostenido de estabilidad estratégica ni de control de armas.

Mala noticia

Los líderes de Estados Unidos y China, Biden y el presidente Xi Jinping, han mencionado la posibilidad de esas conversaciones en sus intercambio, dijo Kahl. Pero hasta ahora no ha habido ningún seguimiento.

La visita de Nancy Pelosi a Taipeh ha sido una mala noticia (y una mala idea) con consecuencias potencialmente peligrosas, según Kahl:

Las potencias nucleares maduras y responsables no cortan los contactos y la comunicación entre militares en medio de tensiones crecientes. No lo hacen, porque aumenta la posibilidad de una percepción y un cálculo erróneos. 

Hasta aquí han llegado ahora ambas partes.

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