Discos

Franch plays Franck

Nipper Larrañaga
lunes, 29 de agosto de 2022
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Franch plays Franck. Elisabet Franch, flauta. Albert Guinovart, piano. Edvard Grieg, Sonata nº 2 op 13 en sol mayor. Camille Saint-Saëns, Introducción y Rondo Caprichoso op 28. Cesar Franck, Sonata en la mayor y Aimer. Un disco compacto de 64 minutos grabado en Bank Austria Salon de Viena los días 10 y 11 de septiembre de 2020. Sony Classical 2022. Sony 196587069223
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En su segundo disco en el mercado, Elisabet Franch (Sant Cugat, Barcelona, 1983), una destacada flautista catalana, ha conseguido un gran éxito y varios premios discográficos, incluyendo dos medallas de oro en los Global Music Awards. Jugando con el título Franch plays Franck, Franch se acerca no sólo a la música de Cesar Franck (1822-1890), de quien se celebra el segundo centenario de su nacimiento en este año de 2022, sino también a la de dos contemporáneos suyos: Edvard Grieg (1843-1907) y Camille Saint-Saëns (1835-1921). 

Algún lector observador puede decir que no son estrictamente contemporáneos, pero en el caso de Cesar Franck hay que tener en cuenta que, tras unos inicios como niño prodigio y un debut brillante al terminar sus estudios que incluyó la composición de numerosas piezas de salón y de virtuosismo apenas conocidas en la actualidad, sus circunstancias vitales o acaso un decisión personal hicieron que en 1846 se retirara a una vida humilde y oscura como profesor de piano, pianista acompañante y organista que no impidió un creciente prestigio que culminó cuando en 1872 fue nombrado profesor de órgano del Conservatorio de París, donde había estudiado él mismo. Casi la totalidad de la música de Franck que se interpreta en la actualidad es posterior a esa fecha. 

La Sonata en la mayor para violín y piano, que Franch toca en versión para flauta, data de 1886, o sea, de esta etapa final de Franck, mientras el lied Aimer, sobre texto de François Joseph Pierre André Méry (1797-1866), para los curiosos el autor del libreto del Don Carlo de Verdi) fue escrito en 1849, poco después de que Franck contrajera matrimonio con Eugénie-Félicité Jaillot-Desmousseaux. 

La información de la carátula o folleto del disco no indica de quién son las adaptaciones para flauta de estas dos obras, si bien siendo Albert Guinovart (Barcelona, 1962) compositor -además de pianista- es de suponer que sea él mismo el autor de estos arreglos (o bien Jorge Grundman -Madrid, 1961- también compositor, quien es citado en los agradecimientos del disco). 

Pieza enlazada

Para violín también son las otras dos obras del disco, la Sonata nº 2  en sol mayor op 13 (1867) de Edvard Grieg, y la Introducción y Rondo Caprichoso op 28 (1863) de Camille Saint-Saëns. Ambas obras muestran en mayor medida que la Sonata de Franck -aunque por diferentes motivos- los problemas de adaptación de violín a flauta. 

La Introducción y Rondo Caprichoso de Saint-Saëns, dedicada a Pablo Sarasate, funciona bien en la parte inicial, la Introducción, más lírica y que por tanto se adapta bien a la cantabilidad de la flauta, pero se queda escasa en la parte del Rondó, planteada como un lucimiento de virtuosismo violinístico. La técnica y sobre todo la expresividad de Elisabet Franch son indudables, y por momentos resulta apasionante el modo en que consigue sacar tanta sonoridad y variedad de la obra, incluso llega uno a admirarse de que una flauta puede hacer todo eso. Pero subsisten las preguntas iniciales, ¿qué sentido tiene adaptar la obra?, ¿qué aporta la versión de flauta a una obra tan idiomática? Y la respuesta no es positiva, fuera de la variedad de la experiencia. 

La Sonata de Grieg resulta más natural a la flauta. Una vez superada la extrañeza inicial del cambio de timbre la escucha se convierte en un placer y funciona perfectamente, sobre todo en el movimiento central, el Allegretto Tranquilo, donde la flauta aporta una sencillez expresiva y una musicalidad que admiten indudablemente la comparación con el violín. 

Siguiendo en esta línea, Aimer de Franck también funciona perfectamente a la flauta, que sustituye a la voz incluso con ciertas ventajas de afinación y control del sonido (no he localizado ninguna versión vocal satisfactoria de este lied de Franck, una rareza). Y tengo la impresión de que la Sonata de Franck es la pieza principal de este disco, aquella a la que Franch y Guinovart le han dedicado más cuidado y cariño, lo que se trasluce en una versión que aun haciendo añorar el violín resulta muy interesante también en la versión para flauta, y justifica la compra de este disco. Tengo además la sensación de que Franch se entrega más en ella, está menos preocupada por 'cumplir'. 

Tratándose de un disco tan personal, quizá no es justo separar la interpretación de sus dos protagonistas. Pero los tres compositores eran grandes pianistas que en sus respectivas obras no se limitaron a la función de acompañantes del solista, y Albert Guinovart no siempre consigue explotar todas las posibilidades de sus partituras. En las partes a dúo la combinación es correcta y Franch tiene oportunidad de lucirse, porque Guinovart es musical y resolutivo, pero en los solos de piano 'manca finezza', o sea, cuidado del sonido, delicadeza en el uso del pedal, etc. 

En resumen, una grabación interesante, sobre todo para aquellos que disfruten de la flauta, sean buenos conocedores de este repertorio o simplemente gusten de la variedad. Pero en mi opinión, no es una buena opción como versión de referencia de las obras interpretadas en el disco, que siguen siendo superiores en su versión original para violín.  

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