Zwischenwelten

Zwischenwelten © 2022 by Sandra Then

Duisburgo, miércoles, 7 de septiembre de 2022. Theater Duisburg. Velada de ballet “Zwischenwelten“ (Mundos intermedios), una coproducción del Ballett am Rhein, dirigido por Demis Volpi, con el Beethovenfest de Bonn.

Demis Volpi, director y coreógrafo jefe del Ballett am Rhein, sabe contar muy bien historias a través de la danza; narraciones a las que él mismo le pone mucha emotividad, tanta que al público le ruedan de inmediato las lágrimas sobre las mejillas ni bien presencia dos o tres escenas de sus brillantes puestas. 

Rose Nougué-Cazenave en «The Little Match Girl Passion», coreografía de Demis Volpi. © 2022 by Sandra Then.

Esta vez ocurrió ello en The Little Match Girl Passion,^* con la no menos conmovedora música homónima de David Lang, en la velada de ballet Zwischenwelten (Mundos intermedios), estrenada este miércoles en el Teatro de Duisburgo.

Esta composición, escrita en 2007 y ganadora del Premio Pulitzer en 2008, la basó Lang en el cuento de hadas La pequeña cerillera, de Hans Christian Andersen, inspirándose además en la Pasión según San Mateo, de Johann Sebastian Bach. Intervienen en escena las brillantes voces de Viola Blache (soprano), Helene Erben (contralto), Mirko Ludwig (tenor) y Sönke Tams Freier (bajo-barítono).

La presente coreografía de Demis Volpi es una nueva versión de otra más reducida que él mismo estrenara el 2 de mayo de 2018 y en la que exploraba íntimamente la tristísima narración de Andersen con el Bundesjugendballett (Ballet Juvenil de la República Federal de Alemania) en el Podium Esslingen, en el estado de Baden-Württemberg. 

«The Little Match Girl Passion», coreografía de Demis Volpi. © 2022 by Sandra Then.

El propósito del director y coreógrafo jefe es llevar a escena aquí y ahora temas socialmente relevantes y desafiar así la pandemia, la crisis energética y la fatiga cultural. Se vale de elementos del ballet moderno, pero también del teatro-danza.

Fascinado por las historias, Volpi investiga ahora sus posibilidades con los casi 50 bailarinas y bailarines del Ballett am Rhein, pensando en la danza sin perder sus raíces. Poco después de este estreno, el Ballett am Rhein ofrecerá una velada con música en directo, cantantes y un quinteto de cuerda en la Ópera de Bonn, en el marco de la Beethovenfestde esa ciudad.

Rose Nougué-Cazenave en «The Little Match Girl Passion», coreografía de Demis Volpi. © 2022 by Sandra Then.

Es una historia muy dura, sumamente triste, como casi todas las de Andersen, marcado psíquicamente por la miseria en su propia infancia. La bailarina Rose Nougué-Cazenave encarna maravillosamente a la desvalida niña que morirá de frío en la calle durante aquella gélida noche de Año Nuevo, después de tratar en vano de vender cerillas a los que pasaban por el lugar. Nadie se compadecía ni se animaba a cuidar de ella en aquellos trágicos y acongojantes momentos finales. 

La gente rodeaba ahora en devoto luto su cuerpecito y lloraba su trágico destino. Pero nadie podría adivinar las visiones oníricas de una vida mejor y más cálida con las que dejó esta Tierra. Hay mucho de metafórico en esta pieza, de coreografía algo abstracta, profundamente espiritual y plagada de simbolismos.

Todo el elenco es extraordinario: Joaquin Angelucci, interpretando el frío; Charlotte Kragh, el fuego; Marié Shimada, a la madre; Philip Handschin, al padre; y Yoav Bosidan, Wun Sze Chan y Courtney Skalnik, el calor. La música de David Lang, interpretada por la soprano Viola Blache, la contralto Helene Erben, el tenor Mirko Ludwig y el bajo Sönke Tams Freier, embelesa a la platea y conquista prolongadas ovaciones. 

Don't Look at the Jar

«Don't look at the jar», coreografía de Gil Harush. © 2022 by Sandra Then.

En la segunda parte de esta magnífica velada, el coreógrafo y psicoterapeuta Gil Harush, por su parte, también se acerca a las visiones sobre la convivencia social en el estreno de Don't Look at the Jar^* (con escenografía y vestuario propios), utilizando el álbum Oil of Every Pearl's Un-Insides, de la traumatizada cantante pop y productora Sophie, una joven transgénero fallecida demasiado prematuramente el 4 de junio de 2021. 

Su muerte se produjo al caer desde la azotea de un edificio de tres pisos en Atenas (Grecia), mientras trataba de fotografiar una imagen de la luna llena con su cámara a las 4 de la madrugada. Doce días más tarde la Unión Astronómica Internacional anunciaba que había decidido designar con el nombre de Sophiexeon al pequeño planeta 1980 RE 1.

«Don't look at the jar», coreografía de Gil Harush. © 2022 by Sandra Then.

La coreografía es acompañada en directo por el quinteto de cuerda Wooden Elephant. Los arreglos del álbum de Sophie fueron encargados por el Ballett am Rhein en cooperación con el Beethovenfest Bonn. Al principio la música suena áspera, ronca, pero a medida que se narra la historia surgen pronta y fluidamente en la mente de los espectadores un sinnúmero de asociaciones. 

«Don't look at the jar», coreografía de Gil Harush. © 2022 by Sandra Then.

¿Cómo decido qué versión de mí mismo sale de casa por la mañana? ¿Cuánto influye un tacón en mi zapato o una corbata en mi cuello en la percepción que tienen de mí quienes me rodean? La perturbada Sophie atrajo la atención mundial con su música entre el electropop y la vanguardia. 

Mas pese a la fama de su música la compositora mantuvo su propia identidad en secreto durante mucho tiempo hasta que salió del armario como mujer trans en 2017. Para el arreglo del álbum por el quinteto de músicos, Gil Harush se adentra en el espectro diverso de la performatividad de género. Hay sensualidad, fantasías eróticas y lascivia en su intento, algo grosero.

Exquisita es la entrega del elenco del Ballett am Rhein, sin excepciones, en esta labor: Doris Becker, Orazio Di Bella, Daniel Bonelli, Gustavo Carvalho, Sara Giovanelli, Evan L'Hirondelle, Niklas Jendrics, Pedro Maricato, Miquel Martínez Pedro, Neshama Nashman, Clara Nougué-Cazenave, Emilia Peredo Aguirre, Virginia Segarra Vidal, Dukin Seo y Elisabeth Vincenti.

Refinada es además la interpretación de los músicos: Aoife Ni Bhriain, Hulda Jónsdótir (violines), Ian Anderson (viola), Stefan Hadjiev (violonchelo); Nikolai Matthews (contrabajo).

Fue ésta una preciosa velada de danza teatral, y sobre todo de maravillosa música, con excelentes intérpretes, sobre grandes sueños y pequeñas utopías, aclamada por un millar de asistentes que colmaban hasta la bandera la sala del Teatro de Duisburgo.