Recensiones bibliográficas
Autoayuda con pinganillo: ¿por qué no?
Alfredo López-Vivié Palencia

escribe y presenta desde 2016 el programa The Listening Service que cada semana emite la emisora Radio 3 de la BBC, con el objetivo de ensanchar la capacidad de escuchar hasta los límites infinitos del paisaje musical.
Imagino que el programa radiofónico debe gozar de cierto predicamento entre la audiencia británica, pues de otro modo este libro no se habría editado. En él Service expone en 101 breves capítulos (dos o tres páginas) sus ideas –a veces revestidas de provocación inteligente- sobre multitud de asuntos que se agrupan en cinco temáticas: “Nuestra música y nuestra naturaleza”, “Aspectos fundamentales de la música”, “Instrumentos, innovaciones y voces”, “Ideas curiosas”, y “Compositores y su obra”.
En el encabezamiento de cada uno de los 101 capítulos se incluye un código QR cuyo escaneo conduce al “podcast” correspondiente de la emisión radiofónica, con el que escuchar los ejemplos que el autor elige, y con el que contagiarse del entusiasmo con el que los trata (aunque su acento escocés no sea el más asequible para nuestros oídos ibéricos, Service prepara a conciencia cada emisión y su relato no da respiro). Y al final de cada capítulo se incluye una lista de media docena de obras a escuchar como demostración del asunto que se debate, que no se limitan a lo que comúnmente entendemos por “música clásica”, como tampoco serán enteramente compartidas por los lectores (sólo faltaría).
Música y naturaleza. No sólo se abordan paisajes, accidentes geográficos o elementos propios de las fuerzas naturales, sino también –y sobre todo- la naturaleza de los seres humanos en tanto que escuchantes. Aquí se habla de los ritmos circadianos que regulan el ciclo nocturno del individuo (al lado del segundo acto de Tristán e Isolda se cita como ejemplo Night Fever de los
En los “Fundamentos de la música” hay naturalmente capítulos dedicados a la armonía (las claves, el significado de diferentes intervalos, la importancia de la línea del bajo), pero también otros dirigidos a la educación del cerebro para saber escuchar con todas las terminaciones nerviosas del cuerpo humano, y para relativizar músicas formalmente complejas mediante un análisis minucioso de los muchos matices de una simple línea de canto. Desde la gaita hasta la tuba wagneriana –pasando por la interesantísima historia del sintetizador- se trata en “Instrumentos y Voces”, entre cuyos capítulos llama la atención el dedicado a los contratenores: en su tiempo los “castrati” eran dioses, y sin embargo hoy nos puede resultar chocante un varón cantando muy agudo (cosa que, recuerda Service, no les ocurre a los aficionados a la música “pop”).
Hablando de cuestiones de género, Service pone de manifiesto cómo “se licúa” cualquier confrontación entre uno y otro en el Trío del tercer acto de El Caballero de la Rosa. Es uno de los muchos y muy variados asuntos que se exponen en el apartado de “Ideas curiosas”. Como el capítulo titulado “¿Por qué la ópera es tan ridícula?”: sencillamente porque para disfrutarla es necesario desprenderse de la incredulidad a la que nos lleva la realidad y la moral. En el capítulo “The cowpat controversy” (siendo “cowpat”, literalmente, “caca de la vaca”), Service se refiere al menosprecio que, por provinciana, recibe mucha de la música bucólica británica (
En la última parte, dedicada a los compositores, Service por supuesto habla de Bach, Beethoven, Mozart, Brahms, Mahler, Wagner y tantos otros. Aunque con el mismo fervor dedica también un capítulo a Kaija . Me ha gustado particularmente el referido a Stravinsky. Tras repasar la multitud de estilos que cultivó este músico, Service afirma que
La música de Stravinsky es la prueba de una de las verdades más profundas del arte: nos acercamos a lo que escuchamos u observamos no copiándolo ni practicándolo, sino rehaciéndolo.
El argumento lo apoya en palabras de Thomas Adès:
Para un compositor, Stravinsky es el final de un trayecto que hay que atravesar para llegar a alguna parte.
Service emplea un lenguaje coloquial, y el libro –cuidadosamente editado, como es costumbre en Faber & Faber- se lee con facilidad por los melómanos de cualquier nivel. El inagotable proselitismo del autor hará que cada cual encuentre asuntos que le hagan pensar –y escuchar-, de modo que la tentación de acudir a alguno de los “podcast” será inevitable. Por mi parte, puedo contarles que el referido a “Qué hacen realmente los directores de orquesta?” me ha provocado sensaciones encontradas (en media hora no se puede resumir mejor la historia de la batuta, pero no creo que Claudio Abbado y la Orquesta del Festival de Lucerna sean el mejor ejemplo); en cambio, ha sido emocionante –por lo volcánico- descubrir Hekla del compositor islandés Jón Leifs.
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