Chequia
Diario de un desaparecido: emotivo recital
Robert Ferrer Llueca
Éxito absoluto y admiración incondicional para todos los
artistas participantes en este destacado recital de canto y piano que pudimos
disfrutar en el histórico Teatro Mahen de Brno, solo unas horas antes de
abandonar la metrópolis morava -muy a nuestro pesar- para regresar de nuevo a Valencia.
El protagonista de la velada fue sin duda el tenor escocés Nicky Spence, quien
nos encandiló en primer lugar con su brillante y dinámica interpretación de las
siguientes canciones populares: Call the ewes to the hills y Oh, can
you sew the cushions de Benjamin Britten, The dove y All through
the night de Huw Thomas Watkins, Once upon a day de Buxton Orr y,
finalmente, The devil is away with the exciseman de un autor anónimo.
Spence cantó todas estas canciones con gran pasión e intensidad, resaltando especialmente
los elementos más tradicionales, sensibles y pícaros de las piezas, en
constante contacto con un público totalmente rendido a sus pies desde el
principio, hasta acabar incluso bailando sobre el escenario al son de la
música. De voz potente, timbrada y bien impostada, quizás abusó un poco del
falsete en los distintos pasajes en registro agudo, aunque esto es perdonable e
incluso aceptable en este tipo de repertorio más popular.
El recital prosiguió con una selección de la Poesía popular morava en
canciones,
JW V/2 de Leoš Janáček. Concretamente, pudimos escuchar las canciones tituladas
originalmente “Láska”, “Záře od milého”, “Pérečko” y “Lavečka”. En este caso, planteando
un intercambio de culturas sobre el mismo escenario que culminaría en la
colaboración posterior para el Diario de un desaparecido, puso voz a las
canciones janáčekianas la mezzosoprano checa Václava Krejčí Housková. Su
interpretación de estas maravillosas canciones de Janáček fue en todo momento
interesante, totalmente idiomática como era de esperar, mostrando además sus
grandes dotes canoras mediante la exhibición de una voz cálida y profunda,
destacable sobre todo en los pasajes más cantabiles y especialmente sonora en
el registro medio.
Como colofón a este fantástico y emotivo recital, se
ofreció el ciclo de canciones titulado Diario de un desaparecido, JW
V/12 de Leoš Janáček, obra cumbre del repertorio vocal de concierto junto con
otros ciclos de compositores como Paul Hindemith, Arnold Schönberg y otros
representantes de las vanguardias musicales europeas del siglo XX. Además de la
interpretación que reseñamos aquí, registrada hace unos años en un galardonado CD delsello discográfico Hyperion junto con otras obras del
compositor moravo, no debemos olvidar que en el marco del presente festival Janáček
Brno se estrenó una nueva versión del Diario de un desaparecido con
instrumentación de Miloš Štědroň y Miloš Orson Štědroň que seguro
dará mucho que hablar.
Pero centrémonos en el espectáculo ofrecido en el
Teatro Mahen. Si bien su excelente interpretación de la selección de canciones
inglesas-escocesas nos fascinó en muchos sentidos -con el complemento
ineludible de las propiamente moravas que, como ya hemos dicho, interpretó
fantásticamente la mezzo Krejčí Housková-, fue durante el exigente ciclo de
canciones janáčekiano cuando el tenor Nicky Spence mostró todo su potencial
como solista a nivel internacional. Su voz sonó compacta, apasionada,
resistente y sin ápice de cansancio durante los casi 40 minutos que dura todo
el ciclo. Además, también nos gustaron mucho sus gestos y movimientos escénicos
como acompañamiento al propio canto,
totalmente justificados para esta obra que admite versiones semiescenificadas, y
que denotan una buena comprensión del desarrollo dramático de la historia que
se cuenta. Debemos destacar también la excelente dicción en checo del cantante
escocés, que hacía totalmente comprensibles los textos cantados para el público
checo asistente. En este sentido, es bien sabido que Spence se ha aproximado
recientemente a obras fundamentales del repertorio janáčekiano como El caso
Makropulos, Jenůfa, Katia Kabanová o incluso la cantata El
evangelio eterno. Finalmente, en cuanto a las distintas intervenciones de Václava
Krejčí Housková como la gitana Zefka, claramente de menor importancia musical dentro
de la obra, aunque no por ello menos interesantes, estuvieron totalmente a la
altura de su compañero, al igual que los coros de voces femeninas que en este
caso sonaron desde los palcos del teatro.
Durante todo el recital, que se ofreció sin descanso y
con la inclusión de fluidas transiciones en lo escénico, el cuidado
acompañamiento al piano de Julius Drake fue absolutamente magistral, respetando
continuamente a los solistas y con total discreción, no sin espacio para mostrar
sus excelentes cualidades como pianista en los puntos en que era posible y
adecuado (¡qué
interpretación más sentida de la pieza nº 13 para piano solo!). A destacar
igualmente su afán en la continuidad del discurso musical mediante el enlace
directo de un buen número de las piezas del Diario de un desaparecido.
Y hasta aquí nuestra cobertura del festival Janáček Brno 2022. Lamentablemente no pudimos quedarnos más, pero nos vamos con grandes vivencias, extraordinarios conciertos y producciones escénicas, así como el buen sabor de boca que nos dejan tanto el proyecto escénico del Conservatorio de Brno Plačicí fontána (Fuente llorona) en torno a la vida de la hija de Janáček, Olga, como los aplaudidos estrenos de las nuevas óperas de cámara J.A.K. z Labyrintu (Cómo del Laberinto) de Noemi Savková y Kalvárie (Calvario) de Markéta Brothánková, estrenadas ambas con gran ilusión y empeño en el Teatro de la calle Orlí, el espacio escénico de la Academia Janáček de la Música y las Artes Escénicas de Brno (JAMU). Esperamos poder volver dentro de dos años para la siguiente edición de este interesante festival internacional donde se dan cita las producciones musicales y escénicas más recientes que, además, se ha convertido en una cita ineludible para los músicos dedicados tanto a la interpretación como a la investigación de las obras de Leoš Janáček.
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