Reportajes
450 gramos. El valor de la performance frente a la teocracia iraní
Redacción

Los artistas y han realizado una performance crítica, 450 gramos, frente la embajada de Irán en Madrid por la detención y posible ejecución del futbolista Amir Nasr Azadani por parte de las autoridades del gobierno. Amir Nasr Azadani, tras participar en las protestas en pro de los derechos de las mujeres en Irán, fue acusado de ser miembro de un grupo armado que presuntamente habría matado a tres agentes de seguridad en la ciudad de Isfahan en el centro de .
Las reacciones sobre la detención del futbolista Amir Nars Azadani han generado una oleada de protestas a nivel mundial, donde figuras destacadas de la política, el mundo del espectáculo y numerosos deportistas han alzado su voz ante la próxima e inminente ejecución del futbolista iraní; el joven, de 26 años, podría ser ahorcado en la plaza Shahid Alikhani en los próximos días.
Desde la muerte bajo custodia de Mahsa (Zhina) Amini, por no llevar el velo de manera adecuada, a manos de la “policía de la moral” iraní el 16 de septiembre de 2022, Irán se ha visto sacudido por un levantamiento popular nacional contra el sistema de la república islámica. Las fuerzas de seguridad han respondido con el uso ilegítimo de la fuerza, el homicidio de cientos de hombres, mujeres, niños y niñas,o hiriendo a miles de personas.
Según un archivo de audio filtrado obtenido por el servicio persa de la BBC las autoridades detuvieron arbitrariamente entre 15.000 y 16.000 personas en la primera oleada de detenciones desde que comenzaron las protestas.
Amir Nars Azadani ha sido uno de los tantos millones de ciudadanos que salieron a protestar por los derechos y libertades de las mujeres en Irán tras la detención y asesinato de Mahsa Amini.
Mahsa Amini ya es el símbolo de las protestas que conmovió a la sociedad iraní, y Amir Nars Azadani es la esperanza de poner en cuarentena a una teocracia que tiene secuestrada a toda una población.
Que Amir Nars Azadami sea futbolista profesional es lo que posibilita que su nombre haya sido eco informativo a nivel internacional tras su detención.
Solo existe un acontecimiento con capacidad de paralizar el mundo, y ese trono pertenece al fútbol.
Un balón de fútbol reglamentario pesa 450 gramos, y son esos 450 gramos los que hacen vibrar y emocionarse a millones de aficionados. El esférico que lanza Omar Jerez, aunque también es de 450 gramos no es motivo de fiesta ni emociones, está marcado con dos nombres, Amir Nars Azadani escrito en negro y en persa, y el otro, el de Mahsa Amini, apenas legible, tatuado a golpe de alfiler (el mismo que se utiliza para el hiyab) sobre el cuero del esférico.
Un ejercicio reflexivo, 450 gramos clamando justicia, un balón que entra a un horizonte sin respuesta.
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