Discos
Un aura desasosegante
Nipper Larrañaga

Con el título genérico de Aura, Judith Jáuregui presentó su tercer disco en 2014, tras una primera grabación dedicada a Schumann y una segunda centrada en la música española en homenaje a Alicia de Larrocha, que podríamos considerar 'de presentación'. Aura pretendía ser un trabajo más personal en torno a tres compositores cuya música tiene para Jáuregui un 'aura' especial, una luz propia. Las obras recogidas abarcan desde 1850 a 1918 y tres compositores básicos de la música para piano: Liszt, Debussy y Mompou, de quienes no sé si tienen un aura especial, pero sin duda sí una gran personalidad.
Una buena idea, a priori, este disco, pero los resultados no son los esperados. Aunque he escuchado algunas veces a Jáuregui en concierto, sin quedar entusiasmado, creía que en este disco -grabado con calma- sonaría mucho mejor. Y no es así. Como además se trata de un repertorio bien conocido en su mayoría, muchos de sus planteamientos resultan doblemente desconcertantes: da las notas, pero no siempre en su sitio; mantiene el tempo pero el fraseo es caótico; no hay una coherencia en el desarrollo formal y muchas de las opciones que elige para células melódicas concretas no se integran en el conjunto.
Acaso su planteamiento de que le interesa el aura de los compositores, su aroma, explica que los diferentes compositores y obras se integren en un batiburrillo que hace que identifiques las obras 'porque las conoces' pero todo suena igual, al modo de estos largos montajes de youtube de "3 horas de Mozart", "5 horas de música relajante", etc. que tantos estudiantes o condenados a trabajos repetitivos escuchan para ayudarse en la concentración.
Aunque Debussy parece ser un compositor que le gusta mucho, a mí me parecieron las peores interpretaciones del disco. En el caso de Mompou, sobre todo de sus Scènes d'enfants, el resultado es aceptable, acaso porque tienen poca sutileza y permiten aplicar la propia imaginación sin problemas, que es el principal problema de este disco. Jáuregui no tiene nivel técnico para abordar algunas de las obras de Debussy e incluso de Liszt, y además la competencia es enorme -hay muchos discos distintos en estilo pero de gran calidad, sobre todo de Debussy- y Jáuregui no aporta nada interesante, más que un aura que personalmente me resulta desasosegante, acaso porque no la entiendo.
El disco está bien grabado, la Fundación BBVA que financia esta grabación es generosa en los proyectos que financia, elige calidad y cuida los aspectos incluso externos. La breves notas que acompañan al disco -en español, inglés y francés- escritas por Luca Chiantore abarcan tanto el aspecto poético del término 'Aura' como una descripción ajustada de las obras tanto en el aspecto histórico como estético. En este sentido, ninguna objeción al disco.
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